REBELIÓN DE ANGEL VICENTE PEÑALOZA (1863)

En 1863, el caudillo riojano ÁNGEL VICENTE PEÑALOZA, alias «El Chacho», se alzó en armas contra el gibierno de BARTOLOMÉ MITRE (ver Peñaloza, Ángel Vicente).

En 1853, PEÑALOZA había apoyado la gestión de URQUIZA a partir del Acuerdo de San Nicolás, y después de 1854 se convirtió en firme puntal de la Confederación  Argentina  en el noroeste.

El 7 de julio de 1855 fue ascendido a coronel mayor del ejército nacional y el 27 de junio de 1861 el gobierno de la Confederación lo nombró Comandante en jefe de 1a Circunscripción Militar del Noroeste, que comprendía La Rioja y Catamarca.

Después de Pavón, esperando en vano una ayuda de URQUIZA, había resistido dos violentos intentos de ocupar la provincia llevados en su contra por tropas enviadas por BARTOLOMÉ MITRE (ver Peñaloza reclama que Urquiza se defina).

En 1862, encabezó una rebelión contra el nuevo gobierno nacional de Buenos Aires, reflejando el tradicional recelo provincial hacia Buenos Aires y bajo su liderazgo, toda la región se halló inmersa en un tumultuoso desorden que amenazaba la autoridad del nuevo gobierno nacional.

Buenos Aires puso bajo el comando del general WENCESLAO PAUNERO, una importante fuerza que marchó contra el caudillo riojano y en la creencia de que “el Chacho” era el único capaz de controlar la inquietud reinante en la zona y que podría conquistarse su lealtad, en 1862, PAUNERO, suscribió con PEÑALOZA un tratado de paz (ver Paunero, Wenceslao).

Más tarde El Chacho se rehusó a conceder ciertas exigencias gubernamentales y estalló nuevamente la guerra entre las provincias del noroeste y Buenos Aires.

El Chacho invadió la provincia de Córdoba para incorporarla a su movimiento y el general PAUNERO, sintiéndose traicionado por PEÑALOZA, nuevamente al mando de las fuerzas nacionales, marchó contra él y contando con la ayuda de los gobernadores de las provincias vecinas, el 20 de mayo de 1863 lo derrotó totalmente en la batalla de «Lomas Blancas» y luego, en la sangrienta batalla de «Las Playas» librada el 28 de junio de ese año, tras lo cual,  se impuso un gobierno militar en la provincia de La Rioja.

El Chacho, que había huido, trató de derrocarlo, pero, tomado por sorpresa en el pueblo de Olta, fue muerto por el comandante IRRAZÁBAL el 12 de noviembre de 1863 (ver La muerte del Chacho Peñaloza).

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