LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ (1870)

Los Testigos de Jehová, junto a los mormones y otros grupos independientes de estudiantes de la Biblia, es uno de los cultos alter­nativos más activos y difundidos de América latina.

El grupo, de origen cristiano, surgió del seno de los «Estudiantes de la Biblia», un movimiento cristiano restauracionista, milenarista yantitrinitario, fundado en 1870 por Charles Taze Russell (16 de febrero de 1852/31 de octubre de 1916), un líder religioso de los Estados Unidos de Norteamérica, también conocido como Pastor Russell.

Los «Testigos de Jehová» son a partir de entonces, una organización religiosa internacional sin fines de lucro, compuesta por gente que sirve a Dios con entusiasmo, que se financia con donativos voluntarios de mucha gente que aprecia su labor de educación bíblica y los ayuda a costearlos.

No cobran diezmos, ni cuotas, no hacen colectas ni piden limosnas. Porqué adoptaron ese nombre?. Hace más de dos mil setecientos años, a los siervos de Dios se los llamó «testigos» suyos, es decir que con su nombre significan que son «Testigos de Dios».

En la era moderna hasta el año 1931, se los conoció como «Estudiantes de la Biblia» y a partir de ese año, el culto es conocido universalmente como «Testigos de Jehová», usando el nombre que Dios le da como suyo a Moisés (Éxodo 3:15).

La Biblia. Es un documento que los «Testigos de Jehová» aprueban en general, pero convencidos de que se necesitaba una traducción fiel a la palabra de Dios y de que era necesario que la gente pudiera aprender más fácilmente el «conocimiento exacto de la verdad», que es como Dios lo quiere para todos los hombres.

A partir de 1950 comenzaron a publicar en inglés porciones de su Biblia en lenguaje moderno, que llamaron «Traducción del Nuevo Mundo» y que ha sido traducido con exactitud y fidelidad a más de cien idiomas.

El estudio de la Biblia es una de sus principales actividades durante las reuniones que realizan en sus llamados «Salones del Reino de Dios», donde caben también otras actividades que incluyen fortalecer la fe en Dios, brindar apoyo espiritual y consuelo e integrar armónicamente y en paz a sus seguidores.

Según diversos autores que estudiaron la génesis de «los Testigos», la síntesis doctrinaria podría resumirse en los siguientes dogmas y convicciones: No son cristianos: Jesús es el Arcángel San Miguel «transcorporizado».

Niegan de plano la maternidad divina de la Virgen María. Si bien Jesús entregó su vida en rescate de la humanidad, ese rescate no alcanzará a todos los hombres: sólo irán al cielo 144 mil elegidos. También afirman que Satanás es el gobernante invisible del mundo.

Por lo tanto, el creyente debe mantenerse separado de este mundo. Sólo obedecen las leyes humanas «que no estén en pugna con las leyes de Dios». Entre ellas, consideran que «tomar sangre en el cuerpo por la boca o las venas viola las leyes de Dios».

En la sangre, dicen, reside el alma. Apoyan su dogma en los libros del Génesis y Deuteronomio, en los que se prohibía a los hijos de Israel alimentarse de sangre de animales, que sólo estaba reservada al culto.

Según esos principios, la sangre debía ofrecérsele sólo a Dios; situación que trasladaron, hasta la presente y polémica ortodoxia de negarse a recibir transfusiones sanguíneas, una práctica clínica que obviamente no existía en los tiempos en que se elaboraron las Escrituras. No están de acuerdo con el altruismo.

«Para ellos, ayudar es,-según coinciden algunos autores claretianos, una pérdida de tiempo, ya que lo único importante es el anuncio de la segunda venida de Cristo». Y propagar esa noticia es, para todo Testigo de Jehová, la prioridad. De ahí proviene su aparente diligencia para difundir su credo en los medios masivos de comunicación y se fundamenta su incansable «evangelización» que realizan casa por casa

Están decididos a dar a conocer la verdad acerca de nuestro Dios y para ello se apoyan en el hecho de que comenzando con el «justo Abel», una larga sucesión de personas dieron testimonio de su fe en Jehová a lo largo de los siglos y otros, como Noé, Abraham, Sara, Moisés y David se sumaron a esa gran «nube de testigos».

Y tal como un individuo atestigüa a favor de una persona inocente en un tribunal, también ellos, también «los Testigos de Jehová», se suman a esa «nube de testigos», de la que habla la Biblia.

Más de 40 mil miembros Los expertos en cultos alternativos estiman que en la Argentina hay unas 44 mil personas integradas a los Testigos de Jehová y que son más de 230 los países y territorios donde se practica.

1 Comentario

  1. Anónimo

    Q mal..si el sacrifio de jesus alcanso para q todos aquellos q invoquen el nombre de dios se salven.

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