GARRA

Se llamaban «garras» a las salientes que se producían en un cuero que se estaqueaba para que se secara al sol.

Al estaquear un cuero para secarlo, en cada uno de los lugares donde se lo clava a la estaca que lo contendrá estirado, se produce una especie de saliente, que se va agrandando cada vez más, a medida que el cuero se seca y se contrae.

Cada una de estas salientes, recibe el nombre de “garra”, por su similitud de forma y aspecto con la garra o pata armada de fuertes uñas de ciertos animales.

Las cuatro “garras” que han mantenido estirado el cuero, son partes desechadas luego, cuando se lo soba y curte, porque han quedado secas y muchas veces retorcídas e informes.

Por extensión, en la campaña argentina, cuando en una tertulia, se referían a aquellas mujeres  que por su flacura excesiva o expresión avinagrada, estaban  secas y arrugadas, como esa parte de los cueros, se decía “es una garra” (ver Vocabulario criollo abreviado).

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