CLAUSURA DEL DIARIO «CRÍTICA» DE BUENOS AIRES (08/09/1930)

El 8 de setiembre de 1930, cumpliendo una orden del presidente de facto JOSÉ EVARISTO URIBURU, fue clausurado el diario «Crítica» (ver Primeros actos de discriminación, represión o censura en Argentina).

Después de colaborar con el golpe militar que derrocó al presidente HIPÓLITO YRIGOYEN, el diario «Crítica», editado en Buenos Aires, alcanzó una tirada récord de 868.000 ejemplares.

A pesar de la cifra impresionante, sin antecedentes en el periodismo nacional, muchos consideran que en ese momento comenzó la decadencia del célebre periódico.

Fundado en 1913 por el uruguayo NATALIO BOTANA, que entonces tenía 25 años, «Crítica» fue creciendo desde un origen humildísimo hasta convertirse en el medio de prensa más popular del país.

Fue el primero en muchos aspectos: en la diagramación, en los títulos y en el uso de la fotografía. En la publicación de historietas, de suplementos especiales y en hacer crítica de películas. En enviar un corresponsal al exterior para cubrir la gira de un equipo de fútbol. En utilizar un lenguaje popular y editar un suplemento cultural en el que participaron los escritores más importantes de la época (JORGE LUIS BORGES y ROBERTO ARLT, entre otros).

Botana dedicó mucho espacio a las noticias internacionales, apoyó decididamente a los republicanos españoles, condenó la llegada de Hitler al poder y simpatizó con el movimiento anarquista.

En 1928, cuando Yrigoyen se presentó como candidato para una segunda presidencia, el diario lo respaldó y contribuyó a su éxito. Pero al poco tiempo inició una dura campaña contra el presidente, retomando la actitud opositora que lo caracterizaba. Sin embargo, esta vez fue más allá y además de sus despiadadas campañas, llegó a prestar su edificio para las reuniones de los conspiradores.

El 8 de setiembre, dos días después del golpe militar, sus títulos celebraron la llegada del general URIBURU al poder y la tirada superó largamente las cifras habituales de entonces.

Pero al poco tiempo «Crítica» volvió a la oposición y el primer presidente de facto, con el que había colaborado, no dudó en clausurar el diario y en mandar a prisión a su director y a muchos de sus colaboradores.

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