PALACIOS, ALFREDO LORENZO (1880-1965).

ALFREDO LORENZO RAMÓN PALACIOS (en la imagen, el de los grandes bigotes) fue un líder socialista; intelectual; legislador; escritor y educador. Nació en Buenos Aires el 10 de agosto de 1880. Graduado en leyes en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

Se doctoró en 1900 y; más tarde fue Profesor y Decano de esa casa de Estudios. Ocupó la cátedra en la Facultad de Ciencias Económicas, donde además se dictó por primera vez, la cátedra de Legislación Laboral; se desempeñó igualmente como profesor y decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de La Plata y ocupó la presidencia de esta última hasta su renuncia a todas sus asignaciones académicas, como protesta contra el peronismo en 1944.

Palacios desde muy joven incursionó en la política; fue uno de los fundadores del partido Socialista. En 1902 fue electo para la Legislatura de Buenos Aires y dos años más tarde, el 13 de marzo de 1904, asumió como diputado ante el Congreso Nacional, en representación de la Capital Federal, consagrándose así como el primer diputado socialista de Latinoamérica.

Era por entonces un personaje muy popular que había logrado reunir adhesiones personales muy diferentes, aun por encima del partido al que representaba.

Comenzó a militar en las filas del socialismo poco después de obtener su título de abogado y de presentar una tesis doctoral titulada “La miseria en la República Argentina”, que fue rechazada por la Facultad de Derecho.

Se presentó como candidato en el barrio de la Boca y debió competir con otros cinco políticos, algunos representantes del Partido Autonomista Nacional que estaba en el gobierno y otros disidentes del mismo grupo.

Ninguno de estos candidatos tenía una definida ideología y su postulación respondía a la necesidad de ocupar cargos para sus grupos políticos.  Entonces todavía el voto no era secreto y se llevaba un registro con el nombre de los votantes y los candidatos por los que habían votado.

De esa manera se podía seguir el desarrollo de los comicios minuto a minuto y a partir de las dos de la tarde el triunfo de Palacios era un hecho indiscutible. El 2 de mayo de 1904 se realizó la primera sesión de la Cámara de Diputados en la que Palacios debía ocupar su cargo.

Cuando el Secretario le leyó la fórmula de juramento, lo interrumpió afirmando que la fórmula basada en creencias religiosas atacaba la libertad de cultos y violaba la Constitución.  Ante el asombro general la ceremonia se interrumpió y después de un debate que duró varios días, se reformó el Reglamento y se aceptó la fórmula de juramento “Por la Patria”.

Este fue el principio de la larga carrera legislativa de Palacios, quien impulsó la aprobación de fundamentales leyes sociales, las primeras que beneficiaron a los trabajadores del país. Reelecto varias veces; ganó rápida­mente reconocimiento general como pionero de la legislación laboral, obteniendo la promulgación de las primeras leyes que beneficiaron a los trabajadores (1905); merced a ellas quedó regulado el trabajo del niño y la mujer y prohibida la tarea nocturna y dominical; utilizó la influencia de que gozaba en su carácter de decano de la Facultad de Derecho de Buenos Aires, para solicitar a Hipólito Irigoyen (q.v.) su renuncia a la presidencia (5 de septiembre de 1930).

Electo senador (1935-1943); luchó con denuedo en pro de la justicia social y contra el fraude electoral y la corrupción imperantes en el gobierno conservador; aspiraba a la reforma por medios legales, no revolucionarios ; en 1940 coadyuvó en la formación de Acción Argentina  (véase Acción Argentina ); durante la Segunda Guerra Mundial, apoyó a los aliados.

Llegó a ser un vehemente opositor  de JUAN DOMINGO PERÓN en los primeros años del gobierno de este último y dedicó más de diez años de su existencia a combatirlo, a pesar de que sufrió persecuciones y el exilio.

En 1955 el gobierno de facto del general LONARDI lo nombró embajador en el Uruguay; en 1957 actuó como miembro del congreso convocado para tratar la reforma de la constitución de 1853; no obstante haberse retirado de la vida política activa, continuó ejerciendo su gran influencia en el Partido Socialista.

ALFREDO PALACIOS fue uno de los más grandes intelectuales de su época; marxista de la primera hora, condujo a los argentinos de esta doctrina que insistían en aceptar únicamente los principios marxistas que  pudieran ser ventajosamente adaptados  a la realidad argentina; su bibliografía es sumamente vasta y manifiesta sus ideas sobre el socialismo y las inquietudes que emergen de sus diversas actividades como jurisconsulto, profesor en leyes, legislador y conductor de un partido político; en 1954 publicó La justicia social, obra que sintetiza sus cincuenta años de lucha en pro de la justicia social, a través de la legislación.

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