Autor: Horacio 15/12/2015 0 Comentarios

Una noche del año 1906 en el Almacén y Café de Lorenzo, situado en Córdoba y Sadi Carnot (actual Mario Bravo), punto obligado de reunión de payadores y guitarristas, se hallaban reunidos varios de ellos y decidieron dar una serenata junto a la ventana de una casa existente en el número 3650 de esa calle.

Comenzaron con el vals «Lágrimas y sonrisas», muy en boga en aquellos años y a poco de iniciado el canto, el vigilante de facción les dio una orden terminante: «¡Pare la música! compañero» gritó. Pero uno de los músicos se enfrentó con el representante de la autoridad y pulsando su guitarra, se le acercó cantando:

«Oiga agente de facción… porque su actitud me obliga/ a decirle que no siga/ con su errada intervención/. Aquí canta el corazón/ para la novia Lucía/ aquí todo es armonía/ y tal lo manda el amor/ que esta noche es superior/ a toda la policía».

Pero el poco romántico sargento de recorrida, no estuvo de acuerdo y todos fueron a parar a la comisaría 9ª. El frustrado defensor era el célebre payador JOSÉ BETINOTTI (ver Los payadores).