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LA MUERTE DE MARIANO MORENO (04/03/1811)
Desde el mismo momento en que a Buenos Aires llegó la noticia de la muerte de MARIANO MORENO en alta mar, surgieron las especulaciones, las sospechas y las dudas acerca del cómo y del porqué.
Antecedentes de una sospecha
“El 5 de diciembre de 1810 hubo una fiesta en el Regimiento de Patricios para celebrar la victoria de Suipacha” a la que no fue invitado el Secretario de la Primera Junta MARIANO MORENO, a quien, según algunos autores, hasta se le impidió la entrada cundo quiso hacerlo sin invitación., lo que afectó profundamente su ego.
“Uno de los asistentes, el capitán de Húsares, ATANASIO DUARTE, que había tomado algunas copas de más, propuso un brindis «por el primer rey y emperador de América, don Cornelio Saavedra» y le ofreció a doña Saturnina, la esposa de Saavedra, una corona de azúcar que adornaba una torta”.
“Cuando MORENO se enteró del episodio, expidió un decreto prohibiendo todo brindis o aclamación pública a favor de cualquier funcionario, suprimió todos los honores especiales de que gozaba el Presidente de la Junta y ordenó el inmediato destierro de Atanasio Duarte, diciendo que «…un habitante de Buenos Aires ni ebrio ni dormido debe tener expresiones contra la libertad de su país».
“A DUARTE no se lo penaba, por proclamar la monarquía en un medio republicano, sino porque esa noche del 5 de diciembre, había proclamado en voz alta la independencia de América, un hecho que todavía, por razones políticas no debía ser divulgado”.
Y así, parecería ser que, descartando lo válido de los argumentos esgrimidos por MORENO para sancionar a DUARTE, fue una insignificante cuestión de ego, la que desató un feroz enfrentamiento entre SAAVEDRA y MORENO.
Pero no fue así. Profundas diferencias ideológicas y de carácter personal separaban a ambos personajes, que muy pronto se pusieron en evidencia, convirtiéndolos en protagonistas de un enfrentamiento que tendrá graves consecuencias para la patria naciente y que fue el escenario de impúdicas traiciones y tremendas decisiones.
Las dos corrientes ideológicas dentro de la Junta
Será necesario exponer las características de cada uno de los líderes de las dos corrientes ideológicas y operativas que se habían formado ya entonces, en el seno de la Primera Junta de Gobierno Patrio, a poco de ser ésta constituída.
Por un lado, CORNELIO SAAVEDRA, que había llegado a la Junta, como representante de las milicias criollas, era un viejo líder militar, que no había culminado sus estudios y se dedicaba a las tareas del campo. Representaba a los sectores más tradicionales y conservadores de Buenos Aires, que se conformaban con un simple cambio de gobierno que garantizara la libertad de comercio y la continuidad de la situación social y económica de la dominación española, “sin mayores ruidos”.
Algunos llegaron a verlo como un oportunista, al que le hubiera gustado ser proclamado Virrey. Cuidar los intereses de España era su estrategia para lograrlo, en coherencia con el pensamiento de la Jerarquía eclesiástica, manifiesta en el Obispo LUE, quien declaraba que “mientras haya un español en América, pertenecíamos a la Corona española”.
MORENO en cambio, como JUAN JOSÉ CASTELLI, y MANUEL BELGRANO que dentro de la Junta representaba a la intelectualidad vernácula, era un joven e impetuoso abogado, hiperactivo y frontal que desde su cargo de Secretario de la Junta, se definió como el impulsor y promotor de una revolución total.
Como estudiante, había tenido contacto con los llamados escritos prohibidos de Rosseau y Montesquieu, por lo que adhería a los contenidos de “El Contrato Social” y a los valores impuestos por la Revolución Francesa.
Por esta formación intelectual, su posición era casi lindante con el extremismo y su mirada iba más allá de una simple proclama revolucionaria: se proponía modificar de cuajo la economía y la sociedad virreinal y en su agenda de trabajo, muestra claramente su vocación revolucionaria. En coincidencia con MANUEL BELGRANO y SAN MARTÍN, aspiraba a unir a patriotas dispersos por todo el Virreinato y a crear una gran nación libre, participativa y democrática.
Para conseguir la independencia absoluta, insistía en lograr y garantizar la neutralidad y el apoyo de la potencia británica, en el aumento de los fondos públicos para los gastos de la guerra, en fortalecer la navegación y estimular la industria en general.
Comienzo del fin
“A partir de los sucesos generados por la irresponsabilidad de DUARTE (ver Un brindis desafortunado), los actos siguientes de la Junta de Gobierno vieron a un MORENO debilitado y sus propuestas no eran votadas por los demás miembros”, atribuyéndoles un rigor y una intemperancia innecesarios, críticas que se acentuaron a raíz de la actitud, casi irracionalmente agresiva que tuvo MORENO para imponer el fusilamiento inmediato de SANTIAGO DE LINIERS y demás complotados en Córdoba en julio de 1810 .
En agosto de 1810, la Junta convocó a las provincias para que enviaran representantes para incorporarlos al Ejecutivo Nacional a fin de definir las líneas de acción del nuevo gobierno; pero MORENO rápidamente se dio cuenta que como las posiciones conservadoras predominaban en las capitales provinciales, era seguro que sus diputados se opondrían a sus proyectos y serían una influencia negativa para la continuidad del plan revolucionario que se proponía poner en marcha.
Sus esfuerzos para desarticular esta maniobra que desaprobaba fueron en vano, y la mayoría (saavedrista), viendo entonces la oportunidad de desembarazarse de su díscolo Secretario, ratificó su decisión y puso a MORENO en la obligación de renunciar. Así lo hizo éste y para encubrir su alejamiento, con la existencia de una “pseudo muy importante misión que era necesario que cumpliera”, en diciembre de 1810, se lo envía a Inglaterra, en una misión relacionada con la compra de armamentos, “misión que MORENO acepta, quizás con la intención de dar tiempo a sus partidarios para revertir la situación y/o tal vez, para salvar su vida, que ya creía amenazada.
“Más tarde, SAAVEDRA dio una versión de los hechos en una carta que le dirigió a FELICIANO ANTONIO CHICLANA el 15 de enero de 1811 diciendo: «… Moreno me llamó aparte y me pidió por favor se lo mandase de diputado a Londres”, cosa que quizás no fuera solo una escusa vana de SAAVEDRA, pues MORENO, ya no ocultaba su adhesión a Inglaterra y a su política comercial y muy seguramente, creía necesaria su presencia allá, para afianzar sus lazos con las autoridades británicas.
Los hechos
La fragata inglesa “Fama” soltó amarras el 24 de enero de 1811. A poco de partir Moreno, que nunca había gozado de buena salud, comentó a sus acompañantes: «Algo funesto se anuncia en mi viaje…».
Al poco tiempo de partir Moreno hacia su destino londinense, se dice (porque no hay constancias de este envío), que GUADALUPE, su esposa, recibió en una encomienda anónima, un abanico de luto, un velo y un par de guantes negros, acompañados con una nota que decía: “Estimada señora: como se que va a ser viuda, me tomo la confianza de remitir estos artículos que pronto corresponderán a su estado”.
“Resulta altamente sospechoso que el gobierno porteño hubiera firmado contrato con un tal Mr. Curtís el 9 de febrero, es decir, quince días después de la partida del ex secretario de la Junta de Mayo, adjudicándole una misión idéntica a la de Moreno para el equipamiento del incipiente ejército nacional, cuando éste aún estaba yendo de viaje hacia su destino”.
“El 4 de marzo de 1811, MARIANO MORENO fallece en alta mar, tras ingerir una sospechosa medicina suministrada por el capitán del barco y su cuerpo fue arrojado al mar envuelto en una bandera inglesa. Cuando se confirmó la noticia de la muerte de MORENO, SAVEDRA lanzó su célebre frase: “Hacía falta tanta agua para apagar tanto fuego» (1).
“Según Miguel Wiñazki, de la redacción del Diario Clarín, el capitán cuyo nombre se esfumó en el torbellino de los tiempos, le daba más gotas de las habituales de la pócima y MORENO empeoraba día a día. El marino desoía los ruegos de MANUEL MORENO y de TOMÁS GUIDO para desembarcar al agónico Mariano en Río de Janeiro. No lo hizo”.
“Ya entonces, los morenistas de Buenos Aires eran encarcelados en masa y enviados al presidio huracanado de Carmen de Patagones, FRENCH y BERUTI entre ellos. Simultáneamente, uno de los hijos de COMELIO SAAVEDRA viajaba, comisionado por su padre, a comprar armas a los Estados Unidos”.
(1) El arsénico (Tartrato doble de antimonio y potasio) es el remedio que supuestamente se le suministraba a MORENO (y que como es sabido, acabó con la vida de Napoleón). Los boticarios de la época solían describir los síntomas producidos por la ingesta de arsénico, como un fuego que quema las entrañas y de ahí que muchos pensaban que esta frase de SAAVEDRA, guardaba un reconocimiento implícito de su participación en la muerte de MORENO (Texto redactado con material y citas extraídas de “Historias de traiciones y muertes de los políticos del Río de la Plata”, una Monografía de Ricardo Héctor Machain, instalada en Google).