LOS PATRIOTAS DE APODERAN DE LA FRAGATA ESMERALDA (05/11/1820)

Efectivos del Ejército Libertador del Perú, realizan un exitoso «golpe comando» y se apoderan de la fraga española  «Esmeralda», frente a la fortaleza de El Callao, en las costas peruanas.

La expedición libertadora del Perú ya estaba actuando en tierra y frente a las fortalezas del Callao, estaba parte de la escuadra argentino-chilena, al mando del almirante COCHRANE.

El 5 de noviembre de 1820 éste concibió el atrevido proyecto de apoderarse de la escuadra española que se encontraba frente a dicho fuerte, desafiando el fuego que sin duda recibiría de las 250 piezas de mar y tierra, con que contaban los realistas.

Entre los buques de la fuerza naval española, se hallaba la “Esmeralda”, una fragata que contaba con una dotación de 320 hombres y 44 cañones, protegida por la corbeta “Sebastián”, dos bergantines, y dos goletas.

Veinte lanchas cañoneras colocadas en semicírculo, formaban un escudo protector, cuyo único lado libre estaba ocupado por una estacada de madera flotante, que constituía el único lado por donde se podía entrar a las proximidades de la Esmeralda.

Lejos de amedrentarse por esta sólida defensa del objetivo que pretendía abordar, COCHRANE aprontó 14 botes tripulados por 160 marineros y 80 soldados de marina, vestidos con chaquetillas blancas y armados con pistolas, sables, puñales y picas, que respondían a la señal de reconocimiento de “Gloria y victoria”.

A las 10,30 de la noche de ese 5 de noviembre, silenciosamente se inició el avance y a las 12 horas cayeron por sorpresa sobre la primera línea del escudo protector, formado por los lanchones y logra tomar varios de ellos, sin que sus tripulaciones pudieran ni siquiera atinar a una defensa ni a dar la alarma, lo que les permite dirigirse de inmediato a la “Esmeralda”, sin ser descubiertos.

COCHRANE es el primero que se lanza al abordaje, pero el centinela español da la voz de alarma, mientras le propina un culatazo con su arma haciéndolo caer sobre los hombres que lo seguían. Inmediatamente repuesto del golpe, COCHRANE vuelve a la carga y poco después, venciendo la resistencia de la tripulación realista, logran apoderarse de la “Esmeralda” y de una de las cañoneras que había acudido a su rescate.

Eran las 2,30 horas del día 6 y heridos COCHRANE y GUISE en esta acción, casi sin bajas entre sus efectivos, regresan a sus naves, trayendo consigo dos nuevos barcos, que se incorporarán a la flota del ejército libertador.

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