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LA TRÁGICA MUERTE DE ELISA BROWN (27/12/1827)
ELISA BROWN (nacida en Inglaterra el 20 de octubre de 1810), era hija del Almirante GUILLERMO BROWN y fue la protagonista de un trágico suceso, provocado por la muerte de su prometido, un hecho que causó consternación en Buenos Aires y una pena infinita para el glorioso Almirante, héroe de nuestra Independencia.
Resulta que en 1826 el joven marino inglés FRANCISCO DRUMMOND que había llegado a estas tierras para ponerse al servicio de los patriotas en su lucha por la Independencia, se incorporó a la escuadra que el gobierno de JUAN GREGORIO DE LAS HERAS había puesto bajo el mando del Almirante BROWN cuando la República Argentina se encontraba en guerra con Brasil.
Hubo reuniones de trabajo entre el Almirante y sus oficiales, también reuniones sociales para aflojar tensiones y así surgió el amor entre Elisa y Francisco.
Iniciadas ya las hostilidades, el 7 de abril 1827, estando al mando del bergantín “Independencia”, DRUMMOND se encontraba en el combate naval de Monte Santiago, cuando un disparo del enemigo le voló una oreja. Lejos de retirarse del frente, el joven inglés continuó en su puesto y el día siguiente, luego de 48 horas de feroz combate, había perdido la mitad de su dotación entre muertos y heridos, estaba falto de municiones y sus cañones, casi todos inutilizados.
Ante esta situación, a las cuatro de la tarde de ese día, BROWN le ordena que se retire del combate y que le prenda fuego a su nave, para evitar que caiga en manos del enemigo. Pero sus hombres se resisten a la orden.
No quieren abandonar el combate y DRUMMOND decide entonces, dejar el Independencia al mando de su segundo, ROBERTO FORD y haciéndose acompañar por uno de sus hombres, ya que su herida y la pérdida de sangre lo habían debilitado mucho, se embarcó en un bote y se dirigió en busca de municiones.
Siempre bajo el fuego enemigo, fue primero hasta el bergantín “República”, pero en este apenas quedaba munición, por lo que siguió hasta la Goleta “Sarandí”, que estaba al mando de su amigo el capitán JOHN HALSTEAD COE. Pero apenas pisó la cubierta, el impacto directo de una bala de cañón de a 24 le dio en la cadera del costado derecho, hiriéndolo de muerte y luego de tres horas de agonía, falleció a las diez de la noche a bordo de la “Sarandí”.
El día 9 de abril a las tres y media de la madrugada, la Goleta Sarandí pudo finalmente arribar al puerto de Buenos Aires transportando a los sobrevivientes y el cuerpo de DRUMMOND.
Fue velado en la Comandancia de Marina y con el pesar de todo Buenos Aires, fue enterrado en el Pequeño Cementerio del Socorro.
Ante esta tragedia, su joven prometida Elisa enloqueció de dolor y el 27 de diciembre de ese mismo año, ocho meses después de la muerte de su amado Francisco, a las 05:30 p.m. según una carta escrita por JUAN RAMÓN BALCARCE, fue a bañarse en el Canal de las Balizas del río en compañía de su hermano menor EDUARDO y silenciosa y rápidamente desapareció de la superficie de las aguas.
Accidente?. Suicidio?. Nadie creyó en la teoría del accidente y todos supieron que ELISA había decidido seguir a su amado.
Su padre, el Almirante jamás de repuso de la pérdida de su pequeña y la historia de ELISA y FRANCISCO, por largo tiempo fue tema de comentarios, suposiciones y especulaciones, mientras las jóvenes suspiraban, enternecidas ante tamaña muestra de amor.
ELISA fue enterrada en el Cementerio Británico de Disidentes (1821-1833) de la Iglesia del Socorro junto con Francisco Drummond, pero luego, sus restos fueron trasladados al Cementerio de la Recoleta en la ciudad de Buenos Aires. La leyenda convirtió a Elisa en una heroína trágica . Hoy una plazoleta del barrio porteño de Barracas (en la intersección de la Avenida Martín García y Ruy Díaz de Guzmán) la recuerda.
Una sola prueba de que «enloqueció de dolor”, una sola prueba de que se «suicido”, en historia todo puede permitirse, menos inventar, y ustedes inventan.