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EL TRASANDINO (05/04/1910)
EL 5 de abril de 1910 se inauguró el Ferrocarril Trasandino. A las 10 de la noche de este día, se realizó el primer paso de un convoy por el Túnel de las Cuevas, del Ferrocarril Transandino poniendo así, feliz término a una obra que se considera fue ciclópea y que constituyó una de las realizaciones de la ingeniería moderna más importantes del mundo en su época.
Ponía en comunicación el Atlántico con el Pacífico por el Paso de las Cuevas, a través de la Cordillera de los Andes, uniendo la ciudad de Mendoza en la República Argentina y la ciudad de Los Andes en la República de Chile.
Fue un sueño soñado por WILLIAM WHEELWRIGHT, el estadounidense que construyó los primeros ferrocarriles de la Argentina, quien, hacia 1860 propuso al gobierno argentino, la construcción de de una línea férrea que vinculara a nuestro país con Chile a través de los Andes para promover el movimiento comercial.
Pero debieron pasar 29 años para que el sueño de Wheel Wright se hiciera realidad. La idea fue tomada por dos hermanos chilenos (descendientes de un escocés) llamados Juan y Mateo Clark, que radicados en Valparaíso, tenían negocios a ambos lados de la Cordillera y es obvio que el interés de los hermanos Clark para impulsar la construcción de esta vía, era lograr una mejor ruta para el intercambio comercial entre los pueblos del interior de Argentina con el puerto chileno de Valparaíso.
No es menos obvio, que del lado argentino, lejos de ser el fundamento que movió a las autoridades argentinas a poner en marcha este proyecto: “estrechar vínculos con la hermana República de Chile y “la búsqueda de una mayor actividad comercial entre los dos países”, la realidad era que desde los intereses argentinos, lo que se buscaba era lograr una vía que le permitiera unir los dos Océanos; llegar al Pacífico, sin tener que recorrer las distancias a que la obligaban las vigentes rutas comerciales, dificultando su comercio exterior.
El proyecto de los hermanos Clark, tuvo comienzo el 5 de noviembre de 1872, luego de que se sancionara la Ley 583, mediante la cual se otorgaba la concesión a la empresa «Ferrocarril Trasandino Clark» de los hermanos Juan y Mateo Clark y las obras comenzaron en 1887 en el lado argentino y en 1888 en el lado chileno. Debieron pasar entonces 23 años, para que luego de las graves dificultades que se presentaron durante su construcción, la obra pudiera ser habilitada.
Los enormes puentes de acero y túneles que debieron construirse a lo largo de toda la Línea, fueron la más alta expresión de la tecnología de aquellos días y el primer antecedente del uso de las potentes maquinarias que debieron usarse. En los meses de grandes nevadas, los ingenieros, capataces y obreros debían trasladarse en esquíes a lo largo del tendido para controlar y/o realizar los trabajos y por si esto fuera poco, también debieron ser enfrentadas con ingenio y mucho esfuerzo, las complicaciones que imponía al transporte de cargas, materiales y medios de subsistencia que se enviaban desde las cabeceras, ya que el tendido del Trasandino era de “trocha angosta” y tanto en Chile como en la Argentina eran de “trocha ancha”
El 27 de noviembre de 1909, se inauguró el túnel que unía ambos países a través de esa mole inmensa masa rocosa de los Andes. siendo uno de los túneles construidos a mayor altura en el mundo, pues está abierto a 3.250 metros de altura. Con un largo total de 3.165 metros, 1.780 de ellos correspondientes al tramo argentino, la Estación “Santa Rosa de los Andes” en Valparaíso, Chile y Mendoza en la Argentina, eran sus cabeceras.
El Ferrocarril Trasandino fue finalmente inaugurado con toda pompa, el 5 de abril de 1910, Atrás quedaron frustrantes interrupciones temporarias por problemas burocráticos, por los esfuerzos que se debieron realizar para vencer la inaccesibilidad del coloso andino, los rigores del clima que tuvieron que soportar los centenares de obreros contratados, las avalanchas y aluviones, los accidentes y por fin, las dificultades financieras de la empresa constructora de los hermanos Clark, que al ser embargados en 1887, debieron cederle la concesión a una empresa inglesa, la «Trasandine Construction Company» para que terminara la obra y en 1910, el colosal emprendimiento había concluido.
El Ferrocarril Trasandino tenía un recorrido total de 248 kilómetros atravesando la monumental mole de la Cordillera de los Andes a una altura máxima de 3.000 metros, empleando una trocha métrica de 1.000 mm (o 3 pies y 3 3/8 pulgadas), una vía de tipo angosto y en sus comienzos, cuando era traccionado por una locomotora a vapor, fue necesario instalar un sistema de cremallera para superar las pronunciadas pendientes que se hallaban en su recorrido, sistema que se reemplazó. cuando llegaron las potentes locomotoras Diesel para traccionarlo.
Hoy sabemos que a pesar de la importancia que tenía esta Línea ferroviaria, debió ser clausurada debido a la situación creada por una serie de hechos y circunstancias de carácter económico, climático y geológico que hacían improductiva su explotación e impracticable su continuidad.
La Empresa constructora venía arrastrando graves problemas financieros ya desde la década de 1930 y su futuro se mostraba incierto. En 1934 un aluvión destruyó toda una sección de su trayecto, por lo que estuvo suspendido. Más tarde, ya a partir de 1941, el túnel fue utilizado para el tránsito de automotores y el servicio normal del «Trasandino» se reanudó en 1948, hasta que en 1979 se suscitó una grave controversia entre Chile y la Argentina, sobre la soberanía en el Canal de Beagle, lo que casi los llevó a una confrontación armada.
En la región se vio entonces, afectado el normal intercambio comercial y turístico entre ambos países y fue tal la merma, que el 21 de octubre de 1979, debido a la baja cantidad de pasajeros que viajaban en el “Trasandino”, haciendo improductivo y poco rentable ese tramo, el gobierno argentino dispuso la clausura del servicio de pasajeros, dejando que siguiera el de cargas.
Pero las dificultades para mantener en funcionamiento el “Trasandino” se hicieron cada vez más imperiosas. Continuas avalanchas, aludes y aluviones destruían importantes tramos del trazado y las riesgosas reparaciones que se hacían necesarias, comenzaron a desalentar el entusiasmo del gobierno argentino por mantener activo este ramal de su red ferroviaria que le traía tantos problemas.
Un alud que en 1984, destruyó un extenso tramo de las vías, lo decidió por fin a clausurar el Trasandino por deficitario y el 24 de junio de 1984, cinco operarios de la Empresa realizaron un último viaje de rutina y el servicio de cargas, el último que operaba el “Trasandino”, fue definitivamente clausurado.
El sueño de transformar al Ferrocarril Trasandino en la vía de transporte principal entre el Atlántico y el Pacífico se había desvanecido. En la actualidad, en el lado Chileno, aún se conserva en operaciones el tramo más bajo del trazado original en territorio chileno, el que va desde la ciudad de Valparaíso hasta la localidad de Río Blanco y algunas estaciones en ruinas (Estación Hermanos Clark y Estación Juncal entre otras), mientras que en la Argentina, solo quedan en pie, aunque en un estado ruinoso, la Estación Río Blanco (Km. 121), la Estación Uspallata y la Estación Puente del Inca.
El resto del tendido a través de la montaña, rieles, túneles y estaciones, se encuentra abandonado y en ruinas, destruido por las avalanchas y aluviones que se produjeron luego de su clausura y hoy solamente son el testimonio histórico de una época de integración Argentino-Chilena, que solo tiene valor para la evocación y la nostalgia (ver Los Ferrocarriles en la Argentina. Sus orígenes).