EL MUTUALISMO EN LA ARGENTINA (1854)

El mutualismo, es un sistema de gestión que se funda en la solidaridad para desarrollar emprendimientos destinados a posibilitar la ayuda mutua y el socorro de los necesitados.

Originalmente conocidas como “Asociaciones de Socorros Mutuos”, con fundamentos y estructuras administrativas  diametralmente opuestas a las llamadas “sociedades de beneficencia” o sistemas de jubilación y pensiones, seguros y préstamos, que muchas veces enmascaran su realidad, bajo la protección que les garantiza la historia y el prestigio del mutualismo, organizaciones verdaderamente altruistas que dignifican la esencia humana.

Antecedentes
En el año 3.000 A.C. existían ya en Egipto, grupos de agricultores en las riberas del río Nilo que habían establecido un sistema de protección mutua para superar las dificultades económicas producidas por la pérdida de cosechas causada por las grandes inundaciones periódicas del Río sobre el Litoral.

En Palestina también, se registra históricamente su existencia. En el «ratado de Bava Cama», son nombradas diversas asociaciones de mercaderes orientados hacia la protección de las caravanas, que tenían muchas de las características del mutualismo

El Mutualismo en la Argentina (ver Historia del Mutualismo en la Argentina)
Durante el Virreinato existían Montepíos oficiales y privados que atendían a las necesidades de buen número de pobladores. Se socorría a viudas y huérfanos, se ayudaba a los inválidos y se auxiliaba a los que eran víctimas de enfermedades que les impedían ganarse la vida.

En la segunda mitad del siglo XIX comienza a afianzarse el sistema mutual en nuestro país y su formal desarrollo coincide con el arribo de grandes grupos de inmigrantes que llegaban, desde Europa. Fue así que a partir de mediados del siglo XIX,  fueron diversos grupos de inmigrantes los que introdujeron la práctica del mutualismo en la República Argentina para lograr una rápida adecuación de sus costumbres y técnicas laborales a las de su nueva patria.

Agricultores españoles, italianos, portugueses, y franceses que vinieron a estas tierras en busca de un mejor porvenir, fueron los primeros en asociarse  con el objeto de lograr mejores resultados y sustanciales economías en el desarrollo de sus actividades.

Generalmente asociados a las llamadas Sociedades de Socorros Mutuos, llevaron sus estructuras a todo el territorio nacional y pronto fueron imitados por los criollos, que rápidamente vieron la conveniencia del sistema.

Adoptaron la costumbre de contratar los servicios de un solo Contador para llevar las cuentas de varios de sus asociados, a emplear equipos y maquinarias de uso común para todos, unir sus cosechas, para obtener mejores precios en la venta, aprovechar los descuentos que ofrece la compra al “por mayor” para surtir de sus insumos a todo el grupos y así,  otras “técnicas” que pronto demostraron su eficacia, técnicas todas ellas, que rápidamente fueron adoptadas por los obreros y trabajadores de diversos gremios,  haciendo que pronto surgieron numerosas mutuales de trabajadores.

La primera Mutual que funcionó en Buenos Aires fue creada en 1854 y se llamó “Sociedad Francesa de Socorros Mutuos”. Luego le siguieron la «Sociedad de Socorros Mutuos San Crispín» del gremio del calzado (1856) y en 1858 la «Unione e Benevolenza».

Una estadística de 1875, señalaba la existencia de 74 mutuales distribuídas en todo el país según este detalle: 27 en la provincia de Buenos Aires, 12 en la Capital Federal, 19 en la provincia de de Santa Fe, 9 en la provincia de Entre Ríos, 6 en la provincia de Córdoba y 1 en la provincia de Tucumán, De esas 74, 25 habían sido constituidas por italianos, 14 por españoles, 7 por franceses, 3 por suizos y el resto por distintos gremios. En 1910, ya funcionaban 659 mutuales, que reunían en su conjunto a más de 200.000 asociados

El sistema conocido como “Mutualismo” fue reglamentado por medio de un Decreto emitido el 22 de agosto de 1812 y ratificado en 1821  por medio de la Ley del 22 de Setiembre del mismo año, sobre transporte de familias europeas a nuestro país (1), permitiéndose así que pronto, surgieron mutuales para atender necesidades de viudas y huérfanos, para ciegos, para expedicionarios, para inválidos, para veteranos militares, para socorros mutuos, etc.

En 1911 se llevó a cabo en Sao Paulo, Brasil, el Primer Congreso del Mutualismo Sudamericano y en 1913 en Buenos Aires el Congreso de la Cooperación Española. En ese mismo año, durante la presidencia de Sáenz Peña, el Poder Ejecutivo envió al Congreso de la Nación un proyecto de Ley Orgánica para las Mutualidades del que era autor el Ministro de Justicia é Instrucción Pública, Dr. Carlos Ibarguren. Ya, para entonces, existían en el país asociaciones de socorros mutuos con 172.592 asociados y en 1910 estaban funcionando 559 asociaciones mutuales en la República Argentina.

(1).. Artículo 1º. El Gobierno ofrece su inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que quieran fijar su domicilio en el territorio del Estado, asegurándoles el pleno goce de todos los derechos del hombre en sociedad, con tal que no perturben la tranquilidad pública y respeten las leyes del país.
Artículo  2º. A los extranjeros que se dediquen al cultivo de los campos, se les dará terreno suficiente y se les auxiliará para sus primeros establecimiento rurales, y en el comercio de sus producciones gozarán de los mismos privilegios que los naturales del país».

Este tema ha sido desarrollado utilizando material extraído de trabajos de los especialistas Doctora Noemí Gladys Gorriz, Doctor Federico Pérgola, Licenciado Adrián Eduardo Szmoisz Cárpena y Licenciado Luis Felipe R. Arella.

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