EL EJÉRCITO DE LOS ANDES (1814)

El Ejército de los Andes nace en la cabeza del general JOSÉ DE SAN MARTÍN, cuando en 1814 convencido de que los Andes y el Pacífico eran el camino militar más apropiado, para lograr el éxito de los objetivos trazados a partir de la Revolución de Mayo de 1810, aceptó el gobierno de Cuyo, con el objeto declarado de formar allí una importante fuerza militar con el fin de atravesar la cordillera y auxiliar a la insurrección chilena.

El 1º de Agosto de 1816, el Director Supremo Juan Martin de Pueyrredón, informado de dichos planes y decidido a apoyarlos, decretó la creación de una unidad de combate para ser empleada en esa gesta que imaginaba SAN MARTÍN y así nació el “Ejército de los Andes”.

El 5 de Septiembre fue organizado un Estado Mayor en campaña, siendo nombrado como jefe del mismo, como cuartel maestre y mayor general del Ejército de los Andes, el brigadier ESTANISLAO SOLER y el 30 de Septiembre de 1816 el ejército se instaló en el Campamento del Plumerillo en las cercanías de Mendoza.

Allí fue puesto bajo el mando del general SAN MARTÍN, quien, además, como gobernador de Cuyo, detentaba ahora el absoluto poder civil y militar, cargos que le permitirían una total independencia del poder político, para llevar a cabo sus planes libertarios.

En Enero de 1817 se completó la estructura de mandos del Ejército de los Andes”, incorporando a él, 3 generales, 28 jefes, 207 oficiales, 3778 soldados de tropa, 1392 auxiliares y 15 empleados civiles (5423 hombres en total). Se le asignaron 16 piezas de artillería (10 cañones de 6 pulgadas, 2 obuses de 4 y 1/2 pulgadas y 4 piezas de montaña de 4 pulgadas), 1600 caballos extras (para caballería y artillería) y 9281 mulas (7359 de silla y 1922 de carga).

La organización del Ejército de los Andes “es uno de los hechos más extraordinarios de la Historia Militar. “Fue una verdadera creación desde la nada -puede decirse, según la valiosa opinión del general BARTOLOMÉ MITRE-, “un organismo articulado que presidió la concepción de una idea sistemática a la manera del hombre-estatua de Candillac”.

“Máquina de guerra armada pieza por pieza, todas sus partes componentes responden a un fin y su conjunto a un resultado eficiente de antemano calculado”. “Escuela nueva de táctica, de disciplina y de hostilidades ofensivas de vasta escala”… “Arma de combate forjada pacientemente”… “Agrupación de hombres, animada por el soplo poderoso de la Revolución argentina, es una colectividad animada de una pasión, una idea, y un propósito americano que le da la cohesión necesaria para cumplir la tarea a que estaba destinada” (ver El cruce de la Cordillera de los Andes).

1 Comentario

  1. Anónimo

    Muy bueno

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