BERNARDO DE MONTEGAUDO, «EL BRAZO APASIONADO DE SAN MARTÍN» (1818)

Crónicas de la época, ponen de releve la personalidad de BERNARDO DE MONTEGAUDO, un personaje de la historia argentina, que llegó a ser llamado «El brazo apasionado de San Martín».

Muy popular en Buenos Aires luego de las múltiples anécdotas que se le atribuyen en defensa de la Revolución de Mayo y luego, como colaborador inseparable de SAN MARTÍN, su imagen adquirió visos de leyenda, alimentada por la indudable influencia de su prestancia y buenas maneras, especialmente entre las niñas..

«Su figura anda principalmente en boca de las muchachas patricias, se puede leer en «La Gazeta de Buenos Ayres», las que, según un cronista social de la época, «muéstranse inquietadas por el aspecto varonil del joven militar».

«Se cuenta que las misas de 10 en Santo Domingo, a las que acude Monteagudo, son las más concurridas. Las damiselas porteñas asisten semidesmayadas a la costumbre de éste, de entrar al recinto reventando flores de nardo con los dedos».

«También ha llegado a Buenos Aires su fama de héroe en el Ejército Libertador, donde otra costumbre, ahora ante sus soldados, lo eleva al grado de semidios: por las mañanas, en plena cordillera, suele bañarse perforando primero el hielo de los lagos helados. En una comunidad «familiar», hechos como éste, asumen valores singulares (ver Monteagudo, Bernardo de).

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