El arcón de la historia Argentina > Crónicas > AJUSTICIAMIENTO DE ÁLZAGA (06/07/1812)
AJUSTICIAMIENTO DE ÁLZAGA (06/07/1812)
A la una y media de la mañana del 6 de julio de 1812 cayó prisionero MARTÍN DE ÁLZAGA y su yerno MATÍAS CÁMARA que habían huido hacia el interior del país al ser descubierto el complot que habían encabezado para reintegrar el gobierno de Buenos Aires a la corona española.
Llegaba así a su fin, una situación que tuvo ribetes de una novela espeluznante. Una denuncia de un negro llamado Ventura, de que conspiraba contra el gobierno, provocó su triste fin y media hora más tarde de su apresamiento, se firmó un auto disponiendo ejecutar la sentencia dictada en su contra dos días antes, el 4 de julio de 1812.
El Secretario del Triunvirato, BERNARDINO RIVADAVIA llevó dicha sentencia a JUAN MARTÍN DE PUEYRREDÓN para que la firmase, pero éste se negó, invocando sus sentimientos humanitarios. El triunviro Rivadavia, al recibir esta negativa, procedió por sí solo en esta emergencia y ordenó cumplir con la sentencia. Unas horas más tarde el cadáver del héroe de la defensa de Buenos Aires y de su yerno, pendían de la horca a la expectación pública, siendo éstos, los primeros en ser ajusticiados por su participación en la conspiración del 1º de julio contra el Gobierno de Buenos Aires.
Quedaba en el pasado y en la memoria de los porteños, los hechos que lo habían catapultado a la condición de “héroe civil” de la defensa de Buenos Aires ante la invasión de los ingleses, el 5 de julio de 1807. “No sólo estuvo presente en el peligro, sino que desempeñó, en ausencia del general en jefe, Santiago de Liniers, sus funciones, ya supliendo su ausencia, ya supliendo su deliberación, ya su misma acción”, como ha escrito Bartolomé Mitre en su Historia de Belgrano.
Martín de Álzaga había nacido en Vizcaya en 1756. Desde muy joven residió en Buenos Aires, donde llegó a ser un potentado. Merced a su valor y a su esforzado celo puso en condiciones de defensa la ciudad de Buenos Aires, cuando, la noche trágica del 2 de julio de 1807, se la consideró perdida en manos de los ingleses, tras el quebranto de Miserere (ver Martín de Álzaga)