SAN MARTÍN ARENGA AL EJÉRCITO AUXILIAR AL ALTO PERÚ (31/01/1814)

Al día siguiente de haber asumido el mando del Ejército Auxiliar al Alto Perú, SAN MARTÍN le escribió al gobierno diciendo:

«Me encargo de un ejército que ha apurado sus sacrificios en el espacio de cuatro años, que ha perdido su fuerza física y sólo conserva la moral».

«De una masa disponible a quien la memoria de sus desgracias irrita y electriza, y que debe moverse por los estímulos poderosos del honor, del ejemplo y de la ambición y del noble desinterés».

«Que la bondad de V. E. hacia este ejército desgraciado se haga sentir para levantarlo de su caída».

A los soldados les habló el lenguaje sencillo y llano, peculiar a los hombres de grandes ideales y nobles sentimientos, diciéndoles: «Hijos valientes de la patria». El gobierno acaba de confiarme el mando en jefe del ejército. Él se digna poner sobre mis hombros el peso de su defensa. ¡Soldados, confianza!».

«Yo admiro vuestros esfuerzos, quiero acompañaros en vuestros trabajos, para tomar parte en vuestras glorias. Voy a hacer cuanto esté a mis alcances para que os sean menos sensibles los males. Vencedores en Tupiza, Piedras, Tucumán y Salta: renovemos tan heroicos días. ¿La patria no está en peligro inminente de sucumbir? ¡Vamos, pues, soldados, a salvarla !» (ver El Ejército del Norte).

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