1858
Nuevamente la fiebre amarilla llega a Buenos Aires. Según algunas fuentes, en el año 1857 una tercera parte de la población de Montevideo sufrió el contagio del virus del cólera, transportado por barcos que venían desde Brasil y poco faltó para que la epidemia llegara a Buenos Aires. Los primeros casos se registraron en 1858, pero rápidamente desapareció y dejó muy pocos casos de víctimas fatales (ver Epidemias desde la época colonial).