UNA POBRE RESPUESTA A LOS RECLAMOS DE BUENOS AIRES (1669).

El 1º de julio de 1664, el presidente de la Audiencia de Buenos Aires, JOSÉ MARTÍNEZ DE SALAZAR,  se dirigió por nota a Su Majestad, el rey Felipe IV, poniéndolo al tanto del malestar que afligía a la población de Buenos Aires, cuyo estancamiento y declinación, producto de su escasa población, la imposición del monopolio comercial y la escasez de recursos genuinos,  ntre otros factores adversos, ponían en serio riesgo su supervivencia. Siete años después le llegó la respuesta a su reclamo. Estaba fechada en Madrid el 24 de diciembre de 1669 y firmada, por la viuda del rey Felipe IV,  MARIANA DE AUSTRIA, regente del reino por la minoridad del heredero del trono, su hijo Carlos II, y en ella le dice:

“Maestre de Campo D. José Martínez de Salazar, caballero de la Orden de Santiago, gobernador y capitán general de las provincias del Río de la Plata, y presidente de la Audiencia Real de ellas: En carta del 1º de julio de 1664 os referís a la pobreza y pocos vecinos con que se halla esa ciudad y puerto, respecto de que por lo pasado iban a él, diferentes embarcaciones del Brasil y Angola con cargazones de negros que compraban en trueque de los frutos de su cosecha, gozando de este beneficio no sólo esas provincias, sino las de Tucumán, Paraguay y Chile, y las demás del Perú, de donde bajaba la plata para comprar esclavos y otras cosas, con que se hacían ricos los vecinos de esa ciudad y se aumentaba la población de ella, que la mayor parte es de portugueses, y que esto había cesado desde que se rebeló Portugal, manteniéndose con la esperanza de su conquista, si bien han sido desterrados de ese puerto mucha parte de ellos por diferentes antecesores vuestros, en cumplimiento de las cédulas tocantes a esto, con que han ido en diminución, y los vecinos que hoy no llegan a doscientos y cincuenta en esa ciudad, chacras y estancias de ella, y aunque se han conservado con el trato de los navios extranjeros que con diferentes pretextos recibieron vuestros antecesores también esto ha cesado, con que sólo están pendientes de los que fueren con permisión, en que podrán tener tan corta utilidad, que muchos obligados de la necesidad que padecen, piden licencia para irse  a avecindar a otras partes y no ha habido quien quiera comprar ni arrendar ninguno de los oficios inferiores de esa Audiencia, ni los del Cabildo de esa ciudad; y en cayéndose una casa no hay posibilidad para levantarla, porque no llegan a sesenta los vecinos que tienen algún caudal y en cayéndose una casa no hay posibilidad para levantarla porque no llegan a sesenta los vecinos que tienen algún caudal.

“Y habiéndose visto en el Consejo Real de las Indias con otra carta vuestra del  29 de junio del  mismo año del 64,  en que disteis cuenta de lo que habíais obrado en ejecución de una cédula real del  20 de junio de 1681, sobre retirar los extranjeros y portugueses de ese puerto  y otras cartas y papeles tocantes a esta materia, y lo que en razón de ello dijo y pidió el fiscal; y considerando lo mucho que conviene que esa ciudad y puerto se hallen con la gente necesaria para su defensa y seguridad, en las’ ocasiones de enemigos qne pudieren ofrecerse, ha parecido ordenaros y mandaros miréis con todo cuidado por la conservación y aumento de sus vecinos, manteniéndoles en buen gobierno y justicia, como lo fío de vuestro celo al real servicio.  De Madrid, a 24 de diciembre de 1669. — Yo, la Reina.—Por mandato de Su Majestad.

En definitiva, absolutamente nada en concreto. Ninguna promesa de ayuda y solamente la ratificación de la confianza que la corona tenía  acerca de las capacidades y virtudes del Presidente de la Audiencia para llevar a cabo sus responsabilidades como autoridad real. Qudaba así la población de Buenos Aires a merced de sus propios esfuerzos; la paralización del comercio iba a seguir, la ley que establecía la expulsión de los poblsdores portugueses seguía en vigencia y las casas que se caían, seguirían caídas (ver  Buenos Aires en crisis 1664).

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *