TABARDILLO (TIFUS)

Los españoles llegados después de CRISTÓBAL COLÓN, llamaron “tabardillo” al “tifus” y muchos de ellos, fueron víctimas de esta enfermedad, que causó millones de muertes en América.

Transmitida por pulgas, piojos, ácaros y garrapatas, es una enfermedad que se presenta como brotes epidémicos y que tienen la particularidad de afectar a un gran número de personas en muy poco tiempo.

Causada por una bacteria llamada Rickettsia typhi, se propaga a las personas mediante el contacto con estos portadores (o con sus heces), que se han infectado con la bacteria, luego de picar a animales como ratas, gatos o comadrejas, infectados con la misma.

La picadura de estos insectos ásperos, provoca una intensa picazón, que al ser rascada, permite la introducción de la bacteria en el organismo humano, causando una intensa y recurrente fiebre, escalofríos, dolores de cabeza y exanterna (1).

Con respecto al origen de esta enfermedad, si bien muchos autores le adjudican a COLÖN el demérito de haber traído esta peste al nuevo mundo, hoy, hay numerosas pruebas de que muy posiblemente, la misma, fue una de las pestes preexistentes en la América precolombina.

El doctor MARIO FÉLIZ, profesor de Química Inorgánica en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP e investigador de la Comisión de Investigaciones Científicas bonaerense, poniendo en discusión la creencia de que en América no se conocían enfermedades graves ni epidemias, dice al respecto:

“Cuántas veces hemos escuchado decir que con la llegada de los españoles en el siglo XVI, durante la conquista de América, el desembarco del “hombre blanco” trajo innumerables enfermedades que hicieron estrago en la población aborigen. Sin embargo, esto no es tan así y es lícito dudar de estas afirmaciones. Existen evidencias de que los nativos también padecían de muchas enfermedades desde antes”.

“En muchos casos, los materiales esqueléticos revelan signos de enfermedad, deficiencias nutricionales y violencia. Por ejemplo, la evidencia mortuoria de Teotihuacán indica tasas de mortalidad tan altas o mayores que las de ciudades europeas contemporáneas. Basado en datos osteológicos es posible afirmar que ambos continentes compartieron, por lo menos, el tifus y la influenza”.

“La evidencia arqueológica también sugiere que la tuberculosis tenía una larga historia entre los habitantes del nuevo mundo: “los restos más tempranos muestran claros signos de la enfermedad que se remontan a unos 2000 años atrás”.

Además, el científico platense aseguró que “las tradiciones anteriores a la conquista, relativas a epidemias, apoyan la hipótesis de que el tifus pudo haber existido en las Américas antes del siglo XVI”.

“La América precolombina es observada con frecuencia con una mirada arrebatada y romántica que convierte aquel mundo en la versión americana del paraíso bíblico. Un edén vilmente profanado por la conquista española. Una imagen idílica, por cierto, construida sobre la base de lo transmitido por cronistas nativos cuando afirman, por ejemplo, que en este continente no se conocían enfermedades graves ni epidemias” (ver Enfermedades y remedios en la Argentina de antaño).

(1)  Área de la piel que cambia de textura o color, y a veces se ve inflamada o irritada. Es posible que la piel esté enrojecida, caliente, escamosa, dispareja, seca, hinchada, o que se produzca comezón o dolor. También se pueden formar grietas o ampollas. Un exantema se presenta en cualquier área del cuerpo o en todo el cuerpo, y es posible que se vea muy diferente según la causa. Un exantema quizás sea un signo de una afección específica o un efecto secundario de un medicamento o tratamiento. Las alergias, las infecciones, el calor y los trastornos del sistema inmunitario son algunas causas de exantemas. También se llama erupción cutánea y sarpullido (Instituto Nacional del Cáncer)

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