PROCLAMACIÓN DE CANDIDATOS A DIPUTADOS POR LA UNIÓN PATRIÓTICA (05/03/1908)

EN UN MITIN ENSOMBRECIDO POR LA VIOLENCIA, LA UNIÓN PATRIÓTICA PROCLAMA SUS CANDIDATOS A DIPUTADOS.

El jueves 3 de marzo de 1908 las luces del teatro Victoria están encendidas como en noche de estreno. Aunque faltan las galas femeninas, sobran los enhiestos bigotes, los gritos de entusiasmo y el humo de los cigarros.

El partido Unión Patriótica, agrupación opositora al gobierno de FIGUEROA ALCORTA, proclama sus candidatos a diputados nacionales para la elección del domingo 8.

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El orador principal es JOAQUÍN CULLEN, quien es interrumpido por aplausos y vítores en los párrafos culminantes. Afirma que la mayor parte de los partidos políticos se forma alrededor de candidatos a presidentes de la República o en torno de apellidos de familias tradicionales: no existen partidos de principios, y si bien hay gentes de buena fe, no tienen ideales que las dividan. Concluido su discurso, se leen los nom­bres de los candidatos que sostendrá a Unión Patriótica:

Ellos son: LORENZO ANADÓN, LUIS BELÁUSTEGUÍ, general ROSENDO FRAGA, ingeniero LUIS HUERGO, doctor INDALECIO GÓMEZ, ANTONIO LANUSSE, MANUEL OBARRIO, RAMÓN SANTAMARINA, EUFEMIO UBALLES Y JOSÉ M. ZAPIOLA. Los presentes salen luego a la calle y tratan de organizar una marcha por la avenida de Mayo. Pero la Policía montada se dispone a disolverla, llevando a la cabeza al mismísimo Jefe de Policía, el coronel RAMÓN FALCÓN, quien lo hace decidido a enfrentar personalmente la situación.

Durante la represión, los periodistas son tratados sin miramientos ni distinción y al día siguiente, este hecho es noticia y comentario en los órganos periodísticos.

Entre pedradas, gritos y corridas, la columna llega a Plaza de Mayo. Allí, junto a la Pirámide, se reorganizan los manifestantes. Alguien habla y alude a Figueroa Alcorta. Se oyen vítores al radicalismo y al partido Socialista, cuyo líder, ALFREDO PALACIOS, contempla el mitín desde un carruaje cercano (ver Palacios, Alfredo Lorenzo).

Pero la policía lo descubre y le ordena circular. Cuatro policías rodean el vehículo y lo acompañan hasta el Club del Progreso. PALACIOS desciende y arenga a los espectadores, al tiempo que protesta por el atropello, logrando persuadir a los más reacios, para que hagan abandono del lugar sin más demora. El coronel Falcón, con sus hombres, continuará luego recorriendo las calles del centro, a fin de asegurar el orden y a tranquilidad.

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