CULTIVOS DE ALGODÓN. SUS ORIGENES EN LA ARGENTINA (1556)

En 1556, desde Chile se introducen en el Tucumán las primeras plantas de algodón.

El algodón es la planta textil de fibra suave más importante del mundo, su cultivo es de los más antiguos y según himnos indúes que datan de 1.500 años A.C., fue en la India donde por primera vez se la utilizó en la producción textil.

Los especímenes más viejos de productos fabricados con algodón que se han hallado en América, datan desde unos 3.000 años A.C. Eran fragmentos de tejidos muy elaborados en la región norte de la costa peruana, aunque diversos autores, basándose en textos hindúes de 1.500 años A.C. aseguran que fue en la India, donde se utilizó el algodón con fines textiles.

Actualmente, el algodón es cultivado en todo el mundo y las diferentes especies son originarias de América tropical, Asia y África, habiéndose establecido que el “G. hirsuntum”, es originario de América Central y del sur de México y que el “G. barbadendse” procede de los valles fértiles del Perú. De la India y Arabia son originarias las especie  “G. arboreum” y “G. herbaceum”.

En el siglo XVI, la abundancia de tierras y los vastos recursos naturales impulsaron las oportunidades económicas de las comunidades asentadas en Hispanoamérica.

En el caso del territorio rioplatense, muchas de las personas que vivían en zonas rurales, para subsistir, se dedicaban a la agricultura o eran artesanos, por lo que las autoridades se vieron obligadas a impulsar estas actividades y el transporte para vincular los distintos poblados (ver El comercio colonial en el Río de la Plata).

En 1556, con la corriente colonizadora del Oeste, llegan al Tucumán, desde Chile, las primeras plantas de algodón. En la actual provincia de Santiago del Estero comienza su cultivo y fueron los jesuitas, quienes, rápidamente difundieron el cultivo del algodón en el norte argentino, desarrollado al principio, como una actividad familiar, más que comercial.

A partir de entonces, el algodón ha tenido una relación directa con el desarrollo económico, social y cultural de América Latina y son varios los países, incluso la Argentina, los que, de hecho, tienen al algodón en su historia y en la sangre de sus  generaciones pasadas”,

Actividad textil
En la América precolombina, numerosas comunidades hacían del cultivo del algodón y de la artesanía textil dos de sus actividades fundamentales para la supervivencia, ya sea para “el trueque” o para su uso personal.

Según los escritos de algunos de los misioneros jesuitas que introdujeron y enseñaron el cultivo del algodón: “En 1630, las familias, plantaban las semillas de algodón, cuidaban las plantas, y cosechaban las fibras mientras que las mujeres: hilaban el hilo, tejían la tela, la teñían con tinturas vegetales y confeccionaban ropas y mantas” (dixit Georges Toby).

A partir de ellas, se confeccionaron, entre otros productos, naguas y faldellines para las mujeres, prendas para equipar a los caballos, redes para pescar y costales utilizados en el trabajo de las minas.

Utilizaban tanto la lana de guanacos, llamas y otros camélidos, como las fibras de algodón, de las que disponían, además del tradicional blanco, a las que sabían teñir con colorantes vegetales de algunas otras “amarronadas”, producidas en ciertas regiones del litoral argentino,

Una crónica de la época, refiere que desde mucho antes de la llegada de Cristóbal Colón, “… los aborígenes americanos, tejían mantas de algodón, que eran «tan ricas, y curiosas en su género, y de tan buenos colores (sin lo negro y blanco, que se tienen por lo más ordinario) que pudieron suplir aventajadamente la falta de arreo, que los españoles llevaban».

Por ello, mientras se introducían y adaptaban las fibras vegetales y animales conocidas y utilizadas cotidianamente en Europa (lana, seda, lino), junto con sus procesos, técnicas e instrumentos, los primeros conquistadores se vistieron con «sayos y capas de mantas de la tierra, hechas de algodón”.

Rápidamente, entonces, estos productos pasaron a ser considerados, junto con el maíz, las papas, carnes, pescados y miel, como monedas de pago para saldar sus cuentas con los españoles, quienes luego los ponían en remate, para obtener en cambio plata y oro, que era lo que querían.

Luego de algunos años, en 1701, esta práctica que se generalizó en todo el virreinato, instó al Cabildo de Tucumán, a establecer que el algodón se cotizara como moneda de uso interno. Según el historiador Sánchez Oviedo, una arroba de pabilo (1), equivalía a 3 pesos; una libra de pabilo, equivalía a 5 reales; una libra de hilo de algodón, equivalía a 2 pesos y una vara de lienzo, equivalía a 1 peso.

El algodón es la “fibra natural más noble por excelencia” y la producida en Argentina, avalada por quinientos años de historia representa una vigorizante herencia cultural, social y económica ya que juega un rol importante en la seguridad alimentaria y en el confort de los seres humanos.

Prueba de su alta calidad, son los importantes premios obtenidos, luego de que se afianzara como cultivo altamente especializado a partir del siglo XIX: Exposición Universal de Londres (1862); International Exhibition of Arts and Manufactures (Londres 1865); Exposición Universal de Viena (1873); Exposición en Santiago de Chile (1874); Exposición Universal de Filadelfia (1876); Exposición en Buenos Aires (1882); Exposición en Entre Ríos (1887); Exposición Universal de Paris (1889).

Hitos de la actividad
En el buque “Dama del Lago” llegan las dos primeras desmotadoras de algodón a la Argentina a iniciativa del General Mitre. La primera se instaló en Corrientes y la segunda en Buenos Aires.

1862. Se instalan la primera tejeduría en el país.
1863. Se instala en el Chaco, la primera desmotadora de algodón.
1864. Vinculado con la producción algodonera, nace el cooperativismo chaqueño.
1865. Julio Barolo, pone en marcha la primera hilandería que funcionó en el país.
1866. Se instalan desmotadoras en los vagones de los ferrocarriles.
1867. Se crea la estación experimental algodonera de Roque Sáenz Peña (Chaco).
1868. Se crea la División Comercial Algodonera del Ministerio de Agricultura de la Nación.
1869. En el Chaco ya funcionan 39 desmotadoras.
1870. Se crea la Cámara Algodonera de Buenos Aires.
1871. Se funda la Asociación de Fomento y Defensa de la actividad algodonera.

Fuentes. “Cronología histórica y posicionamiento del algodón argentino en el mercado internacional”. Georges Toby./www.appasantafe.org.ar/; “Los textiles indígenas en la época colonial”. Claudia Marcela Vanegas Durán; “El rescate del algodón latinoamericano”. Paula Díaz Levi; “Los orígenes de la industria algodonera en el Territorio Nacional del Chaco”. Alicia Carlino, Facultad de Ciencias Económicas Universidad Nacional del Nordeste; “La Gaceta Algodonera”, publicación de la Cámara Algodonera de la República Argentina. “Oro Blanco: Algodón, tecnología y mano de obra familiar en la Argentina del siglo XIX”. Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana «Dr. Emilio Ravignani», 1993; “La colonización del Chaco. Historia Testimonial Argentina”. Juan Carlos Larramendy, Ed. Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1980; “El cultivo del algodón en el Chaco”. Guido Miranda, Buenos Aires, 1980.

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