LOS ALEMANES EN LA ARGENTINA (1870)

Como quedó demostrado por los alemanes que tomaron parte en la conquista  (ULRICO SCHMIDT entre ellos), como misioneros jesuítas (DOBRIZHOFFER y PAUCKE), o como educadores, científicos, intelectuales (BURMEISTER, KORN), desde el siglo XVI, las relaciones de las colonias españolas en América con Alemania, fueron primordialmente económicas, representadas en el comercio y posteriormente durante la colonización, personales

Hacia fines del siglo XVII, los tejidos alemanes tenían una gran demanda en el área del Río de la Plata y los gobernantes de los diversos estados germánicos utilizaron todos los medios diplomáticos posibles para mantener este comercio abierto con Buenos Aires durante las guerras por la independencia, a pesar de la oposición de España (véase Karl Wilhelm Korner, La independencia de la América española y la diplomacia alemana, Buenos Aires, 1968).

Durante el gobierno de JUAN MANUEL DE ROSAS, el comercio y las inversiones alemanas se incrementaron, aunque nunca llegaron a igualar a las de los ingleses.

Después de 1870, cuando tanto Argentina como Alemania se habían consolidado como naciones unificadas, las relaciones asumieron nuevas características: un gran número de colonos agricultores vinieron desde Alemania y la Argentina comenzó a producir cereales para ser exportados, que junto con la carne, eran los productos del intercambio que se realizaba con las manufacturas alemanas.

Alemania entonces incrementó sus inversiones en la Argentina y estableció líneas marítimas directas que competían eficazmente con las más antiguas.

En 1899, cuando la Argentina estaba en proceso de modernizar y profesionalizar sus fuerzas armadas, encontró una  ayuda en Alemania y desde ese momento, las misiones militares, los consejeros y el armamento alemán predominaron en el ejército. Los oficiales argentinos comenzaron a viajar a Alemania para entrenarse

Durante la Primera Guerra Mundial, el presidente HIPÓLITO YRIGOYEN, que quería reducir el poderío económico inglés en la Argentina, permaneció neutral y SE comportó en forma escrupulosamente correcta en su trato hacia los alemanes  y más tarde, durante el período que transcurrió entre las dos guerras, Alemania incrementó su comercio con la Argentina y estableció una aerolínea hasta Buenos Aires que se llamaba “Lufthansa”. Y en  1939, se vinculó con la aerolínea argentina.

En 1934, muchos nacionalistas que temían que la dominación inglesa del comercio e inversiones en la Argentina,  hicieran de la República una dependencia económica si no política de Gran Bretaña, dieron la bienvenida al retorno del poder y de la riqueza alemana bajo el gobierno de Hitler; otros admiraron su gobierno totalitario, especialmente cuando esta información provenía de la España de Franco, con sus ecos en el movimiento de la Hispanidad.

Durante la Segunda Guerra Mundial (1939/1945), la Argentina trató de mantener su tradicional política de neutralidad a pesar de la fuerte propaganda difundida por la embajada alemana y cuando los aliados ganaron el contralor sobre el Atlántico, el comercio entre ambos países, fue casi totalmente suspendido.

Finalmente, cuando el Eje  enfrentaba la derrota, como la Argentina quería ser parte integrante de las nuevas organizaciones internacionales a crearse (Naciones Unidas y nueva Organización Interamericana), le declaró la guerra a las naciones del Eje, Muchos vieron en esta maniobra además, el interés del gobierno argentino por tomar posesión de los bienes y patentes alemanes en el país después de la guerra.

Alemania Occidental se recuperó ampliamente y volvió a tomar parte en el comercio de importaciones argentinas hacia la década de 1950 y hacia 1952 ya  había sobrepasado a Gran Bretaña en este terreno y se encontraba en tercer lugar después de los Estados Unidos y Brasil.

El presidente JUAN DOMINGO PERÓN parecía estar reviviendo la antigua estima militar por Alemania y esperaba utilizarla como la contraparte de los Estados Unidos en su «Tercera Posición»; el continuo desarrollo industrial argentino durante las décadas de 1960 y de 1970 debe mucho a la importación de maquinaria industrial alemana.

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