LA ESTANCIA

La palabra estancia, para referirse a los establecimientos de campo donde se criaban diversos ganados, especialmente el vacuno, se originó en las antiguas “vaquerías”, actividad que identificaba a las tareas vinculadas con la captura de animales salvajes y su faenamiento “a campo abierto”.

Las cuadrillas, formadas por cierto número de peones a cargo de un capataz, de acuerdo con las cláusulas de los permisos que se otorgaban para “corambrear” (sacar cueros), que era acordado con las autoridades coloniales, se instalaban en los lugares establecidos en las concesiones y se alojaban allí, en viviendas precarias, tanto como fuere necesario, hasta terminar la tareas. De esa “estada” (de estar), se deriva la palabra “estancia”, que pasó luego a nombrar los toscos ranchos, con sus corrales de “palo a pique”, que constituyeron los primitivos centros ganaderos estables en la República Argentina.

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