EL FARO DEL FIN DEL MUNDO (25/05/1884)

EL FARO DEL FIN DEL MUNDO. Dos Faros, ambos ubicados en el extremo sur del océano Atlántico, una de las zonas más peligrosas del mundo para la navegación, se disputan “el honor” de ser el “Faro del fin del mundo”, inmortalizado por el escritor francés JULIO VERNE con la novela que lleva ese nombre. El llamado Faro de “San Juan de Salvamento” instalado en la Isla De los Estados, fue el primero en alertar a los marinos sobre los peligros que ofrecía estas costas bravías y hay quienes aseguran que éste, fue el faro que inspiró a Julio Verne para escribir su novela:

Para OSCAR ZANOLA, cuando era Director del Museo del Fin del Mundo de Ushuaia, «no caben dudas de que el faro de San Juan de Salvamento es el que inspiró al escritor francés. Julio Verne escribió su historia basándose en comentarios e informaciones de viajeros antes de que se construyera el faro de la isla Observatorio». Luego, en la Isla Observatorio, una formación rocosa y escarpada donde permanentemente se ciernen brumas y neblinas y que forma parte de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico sur, frente a la isla de los Estados, se construyó el Faro “Año Nuevo”, el faro que busca “heredar el honor” de ser “el Faro del fin del mundo”, único faro que iluminó durante muchos años el Mar Argentino, desde el Río de la Plata hasta la Antártida, y que es el símbolo del mar austral.

El 1º de octubre de 1902, el mismo día en que se clausuró el Faro de San Juan de Salvamento, su antecesor, se encendió por primera vez su luz, rompiendo las tinieblas que lo rodeaban. La ubicación se eligió en 1899, cuando la Real Sociedad de Londres pidió al gobierno argentino que colaborara con la Comisión Organizadora de una Expedición Antártica. El nuevo emplazamiento tenía la ventaja de ser el punto más visible de la isla, y permitir que los buques se acercaran hasta dos mil millas de distancia, sin correr riesgos.

El faro es una torre de 21,70 m. de altura, pintada a rayas horizontales blancas y grises, de sistema giratorio, y exhibe una luz blanca con destellos cada diez segundos de manera que puede ser percibida a más de 20 millas a la redonda. Comenzó a construirse en 1901  y a su alrededor se levantaron instalaciones meteorológicas, un observatorio magnético, depósitos y casas para los profesionales que se desempeñaban en el lugar. En sus comienzos, el observatorio estuvo dirigido por el teniente de fragata HORACIO BALLVÉ y fue construido por un equipo de trabajó integrado por quince especialistas en herrería, carpintería, albañilería y un cocinero que acompañó a la cuadrilla.

El Faro de la isla Observatorio fue durante mucho tiempo el único punto de referencia para las naves que osaban navegar al sur del Río de la Plata, porque el que funciona en Cabo Vírgenes, al sur de la provincia de Santa Cruz- fue instalado años mas tarde, en 1904. Cuando en 1917 se abrió el canal de Panamá, el tránsito marítimo a través del estrecho de Magallanes se redujo y las instalaciones se levantaron, quedó sólo el Faro, que fue declarado monumento histórico nacional.

En la actualidad el Faro está abandonado, pero su estructura se mantiene a pesar del paso del tiempo y de los fuertes vientos que azotan el lugar, ya que la isla Observatorio, a diferencia de la escarpada isla De los Estados, es un peñasco de forma casi circular, increíblemente pano, sin un solo árbol. Junto a este faro que ya celebró su centenario, recalaron expediciones renombradas en el mundo, como la conducida por el doctor. Charcor, la del expedicionario antártico Otto Nórdenskjold y otros audaces sin olvidar que en esta isla debió fondear la corbeta Uruguay, cuando en octubre de 1903, al mando del teniente de navío JULIAN VICENTE FIDEL LOPEZ, debió llegar a esos mares para rescatar los náufragos del “Antartic”, que se había hundido cerca de estas costas, destrozado por los hielos.

Del faro de la isla Observatorio, sólo queda en pie el hermoso faro, típico de fines del 800, construido en ladrillos y gruesas planchas de hierro, y la casa, de la que faltan muchos ladrillos, que desaparecieron convertidos en “souvenirs” de cientos de turistas, restos de un pasado heroico que hoy han sido declarados “Monumento Hstórico Nacional”. Y éste es, para el historiador RAFAEL SAIEGH, el verdadero Faro del Fin del Mundo. «En el dibujo original de la portada del libro de Julio Verne, aparece el faro, cuya construcción es la convencional, es decir, de forma cilíndrica, la forma que tiene el Faro de la isla Observatorio. En cambio, el faro de San Juan de Salvamento es una construcción baja, de apenas 8 metros de diámetro y 6,5 metros de altura».

1 Comentario

  1. Amanda

    Hermosa historia de una época en que la Argentina soñaba con ser una de las principales naciones del mundo, quedó en eso, un sueño, muy triste!!!

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