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ANTIGUA ARTILLERÍA NAVAL DE LA ARMADA ARGENTINA
Las antiguas naves de nuestra marina de guerra estaban armadas con piezas de muy precaria precisión y escaso alcance. Por ello les era muy difícil hacer buenos blancos a más de 2.000 metros y el alcance eficaz de esa época era de unos 1.000 metros como máximo cuando se empleaba bala y sensiblemente menor si las piezas se cargaban con metralla. Se combatía a cientos de metros, acortando distancias hasta llegar al abordaje para el combate cuerpo a cuerpo.
A continuación, una somera descripción de aquellas piezas de artillería que armaron las naves que condujeron a la gloria el Almirante GUILLERMO BROWN, HIPÓLITO BOUCHARD, JUAN BAUTISTA AZOPARDO, ÁNGEL HUBAC, TOMÁS ESPORA, SANTIAGO KING, MATÍAS DE IRIGOYEN, LEONARDO ROSALES y muchos otros que actuaron con honor al servicio de la Patria.
Carronada (imagen a la izquierda). Cañón corto de calibre mediano o grueso. Arrojaba metralla para causar bajas en las tripulaciones o para destrozar el velamen. Su alcance era menor que el de los cañones comunes, que arrojaban balas o metralla a mayores distancias.
Cohete a la Congreve. Eran cohetes de uso militar inventados por Sir William Congreve a principios del siglo XIX. Su cabeza podía ser explosiva (cargada con pólvora) o incendiaria (carga con ácido corrosivo que incendiaba) y aportaban además, un devastador efecto psicológico entre las tripulaciones.
Culebrinas. Tipo de cañón que apareció en el siglo XVI. Se caracterizaba por su extrema longitud en relación con su calibre. Disparaba balas pequeñas, pero a mayor distancia.
Falconete. Pieza de artillería de poco calibre del siglo XVI. Se la apoyaba en los orificios que había en la borda de los barcos, mediante una pieza puntiaguda sobre la que iba montado.
Gonada (imagen a la izquierda). Cañón de tubo largo con el que se lograba mayor alcance. Según algunas opiniones, era llamado así el cañón común para diferenciarlo de las carronadas. Según otras, era casi igual a las carronadas, pero más largo de caña.
Lombarda. Pieza de artillería del siglo XVI. De corta longitud y en general, de gran calibre. Era de retrocarga y necesitaba un servidor para obturar la recámara de la abertura posterior.
Espingarda. Cañón de pequeño calibre del siglo XVI. Tenía una pequeña culata que permitían apuntarlo apoyándolo sobre el hombro.
Palanqueta. Era un tipo de proyectil empleado para ser disparado por los cañones, que consistyía en dos balas redondas o medias balas unidas por un hierro. A veces tenían la forma de dos conos unidos por sus vértices.
Pedrero. Cañón de pequeño calibre llamado “de a 2” o “de a 3” libras. Se lo cargaba hasta con piedras y de allí su nombre.
Fuente: “Manual de Historia Marítima Argentina”. Comando General de la Armada, Buenos Aires, 1975.
PARA CONOCER BUENOS AIRES:
Así como NO HAY QUE PERDERSE el MUSEO HISTÓRICO NACIONAL que está en el borde superior del Parque Lezama a apenas unas cuadras de Constitución (tomando el 161 deja a una cuadra), ni el Museo de Arte de la Cárcova (tomando el 4 deja en la puerta), ni el Museo de Arqueología sobre la calle Moreno 350, no hay que dejar de visitar el importante Museo de Armas de la Nación (se paga una pequeña entrada) que está en Maipú y Plaza San Martín, casi frente a la estación de subte San Martín en el hermoso edificio del Círculo Militar Argentino, que era una casa vivienda de familia tradicional argentina, que también puede visitarse y tiene una imponente biblioteca.