EL COMERCIO EXTERIOR ARGENTINO. CIFRAS (1587-1930)

El estudio de las crisis económicas argentinas reviste gran interés para economistas e historiadores por el impacto que producen en los ingresos de la población y en el nivel del empleo, provocando miseria, quiebra de empresas y pérdida de fortunas” (Pablo A. Chami, en “Las crisis económicas argentinas y el factor externo, 1870-1930”).

Durante aproximadamente dos siglos y especialmente a partir de la declaración de su Independencia de España en 1810, el comercio exterior argentino ha consistido en el intercambio del producto rural del país basado en la ganadería y en la agricultura, por artículos manufacturados o bien por productos minerales o alimenticios de los cuales no se disponía fácilmente.

La economía argentina se nutría entonces en lo que producía para la exportación, proporcionando la ganadería y la agricultura, entre el 70 y el 95% de los ingresos generados por esta actividad. Los principales productos que se exportaban eran cereales, carne (tasajo, luego ganado en pie y más tarde refrigerada), lana (a partir de 1830), pieles, cueros, grasa animal, aceite de linaza y algunos pocos más y los países adonde se enviaban estos productos eran:

Gran Bretaña $ 5.730.952
Estados Unidos $ 1.368.277
Brasil $ 1.418.768
Gibraltar y España $ 848.363
Francia $ 820.109
Europa $ 552.187
Habana (Cuba)  $ 248.025
China $ 165.267
Chile y Perú $ 115.674

Exportar es bueno o es malo?
A principios de 1813, esa era la gran pregunta en la Provincias Unidas del Río de la Plata, dos años después de su Independencia. La política económica del Primer Triunvirato había oscilado entre proteger los intereses locales lesionados por el libre comercio y estimular el tráfico exterior a fin de conservar las rentas aduaneras.

La protesta de comerciantes y productores locales ante ciertos aspectos de la política comercial anglo- platense puesta en práctica hasta ese momento, pareció encontrar eco en el seno de la Asamblea del Año XII. Se consideró entonces una rectificación de rumbos y luego de amplios debates “se repuso a la fuerza” la disposición de Cisneros de 1809 que exigía que las transacciones comerciales se realicen a través de consignatarios nativos y se aceptó una moción del diputado TOMÁS para que se reservase a los nacionales la navegación de cabotaje y que se prohíba a los extranjeros la introducción de mercancías perjudiciales a nuestra manufactura.

La nueva Ley, entró en vigencia el 3 de marzo de 1813 (recordemos que esta medida había sido derogada en setiembre de 1812 por el primer Triunvirato). Fue aprobada con entusiasmo por comerciantes locales que consideraron que esa medida era “una razonable respuesta a los afanes excesivamente liberales de algunas corrientes de opinión de esta plaza”, fue también considerado como muy positivo, el hecho de que por primera vez se exponía públicamente lo inadecuado de aplicar principios económicos que estaban en contradicción con la realidad local.

En junio de ese año, se debatió también, la necesidad de contemplar de alguna manera la exportación legal de los beneficios aportados por el comercio y JUAN LARREA, manifestando su aprobación al proyecto, escribió un informe proponiendo una escala de aranceles a la exportación de oro y plata, imprescindible para equilibrar la balanza de Pagos.

La importación
En 1778, al sancionarse la Ley de Libre Comercio en el virreinato del Río de la Plata, la importación trajo la pobreza de las provincias. El alentador desarrollo de las industrias manufactureras propias que durante el virreinato, les había permitido alcanzar cierto nivel de prosperidad, fue violentamente afectado con la apertura del Puerto de Buenos Aires al libre comercio, pues sus manufacturas no pudieron resistir a la competencia de precios con las similares extranjeras.

Entre 1778 y 1796, la nueva política provocó un inmediato y duradero ascenso de las importaciones americanas. Entre 1779 y 1782, este comercio aumentó un 50 % y entre 1782 y 1787, la progresión alcanzó una media anual del 389%, con picos que alcanzaron hasta el 600 %

Pero los vinos de las provincias de Cuyo, ya no llegaban a los mercados del litoral, donde se consumían los vinos extranjeros a precios más reducidos. Abruptamente desaparecieron las industrias del arroz en Tucumán, por influjo de la competencia con el Brasil, y la azucarera de Jujuy y las manufacturas de tejidos de Córdoba, Catamarca y Corrientes, fueron fácilmente desalojadas por los géneros ingleses.

En cambio, Buenos Aires y el litoral asistieron al proceso de valorización de los frutos ganaderos. En 1812, el gobierno declaró libre de derechos, la exportación de carnes, por virtud de cuya medida adquirió vuelo el negocio de saladeros. Ocurrió entonces que lo más importante del novillo empezó a ser la carne y hubo que discutir si la seguirían comiendo gratis los gauchos del litoral o si debía ser vendida en provecho de los hacendados, a los propietarios de esclavos del Brasil, África y Antillas.

El sistema de cazar vacas sin otro cargo que el de “entregar los cueros al propietario de la estancia”, iba a ser substituido por el de trabajar algunos meses en el saladero y comprar con el jornal la carne que se pudiese, al precio marcado por los consumidores del extranjero. La salazón de carnes era empresa de capitalistas y no se pensó reconocer a los gauchos como socios. Con los años, se hizo evidente el alza inusitada en los precios de la carne, al punto de que Pueyrredón, durante la administración del Directorio, declaró el cierre de los saladeros.

El 10 de octubre de 1823, al designar a WOODBINE PARISH cónsul británico en Buenos Aires, el primer minis­tro inglés GEORGE CANNING le ordenó enviar desde esta ciudad un informe completo sobre la situación económica del Río de la Plata. Cumpliendo con esa directiva, PARISH elevó, el 30 de julio de 1824, una extensa Memoria que fue preparada y redactada por una comisión de comerciantes británicos radicados en Buenos Aires. Transcribimos algunos de los principales párrafos de ese documento donde se detalla el comercio de importación rioplatense en esa época,

«El monto de las importaciones fue aquí muy fluctuante, desde la apertura del comercio hasta fines de 1816. En este año y en el siguiente, las importaciones fueron menos considerables que en los primeros años de la Independencia. Considerando las estadísticas presentadas al Parlamento británico, se deduce que las exportaciones de productos y manufacturas de Gran Bretaña a Buenos Aires fueron: en 1817, 311.657 libras; en 1818, 548.689 libras y en 7819, 730.808 libras”.

En 1820 las importaciones declinaron aún más. en parte por haber sido excesivas el año precedente, ya que habían sobrepasado largamente las necesidades básicas del, país, pero principalmente porque se interrumpieron las comunicaciones con muchas de las más ricas provincias del antiguo virreinato y ello provocó que el comercio de Buenos Aires quedara reducido ese año a una limitada extensión de territorio, dentro del cual ha quedado confinado desde entonces. Desde 1820 se han interrumpido totalmente las comunicaciones con el Alto Perú; la Provincia del Paraguay se ha opuesto tenazmente a todo intercambio con Buenos Aires; Entre Ríos y la Banda Oriental se han abastecido en parte a través de Montevideo y los disensos internos que han conmovido continuamente a las provincias de Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba han hecho que nuestro comercio con esas regiones se desarrollara precariamente.

La totalidad de las importaciones en 1822, estimadas por los valores -que le fueron asignados por la Aduana, lo que puede representar un 20 % menos que su valor de venta en el mercado, sumaban un monto de pesos fuertes 11.267.622. de los cuales fueron importados de:

  1. Gran Bretaña ($5.730.952);2. Estados Unidos ($1.363.277); 3. Brasil ($418.768);4. Gibraltar y España ($348.363);5. Francia ($320.109);6. Europa ($552.187);7. China ($165.267); 8. Cuba ($248.025);9. Chile y Perú ($115.674); lo que hace un total de $11.267.622.

Los principales artículos de importación de Gran Bretaña fueron las telas lisas y estampadas, por un valor de dos millones de dólares y son aquí de una necesidad esencial. La población del país depende enteramente de las manufacturas británicas en general y debemos, por lo tanto, calcular que nuestro comercio mantendrá su presente supremacía sobre los de todos los demás. Inglaterra es el gran mercado para los productos de Buenos Aires, y, puesto que las importaciones británicas consisten en su totalidad en artículos esenciales que son consumidos en todo el país y por todas las clases, nuestro comercio no experimentará probablemente las fluc­tuaciones que sufren los artículos de lujo o los que pueden ser producidos en el país.»

Estados Unidos y la harina
En esta última situación se encuentran los Estados Unidos. Hace algunos años su comercio en el Río de la Plata era muy limitado, y sólo ha crecido en importancia desde que este país pasó a depender de Norte América para el abastecimiento de harina. Antes de 1820, apenas si se importaba un barril de harina, pero desde que la agricultura de este pais ha sufrido una gran decadencia, en 1822 fueron introducidos 7.690 barriles, y en el presente año se han importado ya 35.000 barriles. El único otro artículo importante introducido por los americanos son las telas ordinarias de algodón, de las cuales fueron importadas en 1822 unas 800.000 yardas.

El comercio con Brasil
El comercio con Brasil es. también muy perjudicial para las Provincias del Río de la Plata. Las importaciones de azúcar, ruhm. etc., son pagadas, casi en su totalidad, con metálico. Brasil ha acrecentado mucho su comercio desde que Paraguay cerró sus puertos, lo que le ha permitido abastecer a Buenos Aires con yerba mate o té paraguayo, un artículo de gran consumo aquí, que se cultiva intensamente en las cercanas costas del Brasil. No es de tan buena calidad, pero está mejorando rápidamente y se lo consume ahora, generalmente en estas provincias.

El comercio con Europa
El comercio con Gibraltar, España y Sicilia es muy próspero y mutuamente ventajoso para ambas partes. Tiene una considerable importancia para Inglaterra, porque se realiza principalmente a través de Gibraltar y en gran medida por medio de agentes ingleses. Las importaciones de Gibraltar y España en 1823 consistieron en 7.S78 pipas de vino, 521 de coñac, y, al 30 de junio de este año. se importaron 7.979 pipas de vino. 1.327 de coñac y otros artículos.

Francia ha extendido también considerablemente su comercio con este país durante los dos últimos años. Pero sus exportaciones no son de necesidad esencial para este país. Los principales artículos son piezas de seda y telas de hilo finas. Se ha intentado introducir manufacturas de algodón, pero éstas no pudieron entrar en competencia con las de Gran Bretaña y su importación ha sido interrumpida. Las manu­facturas británicas probablemente pueden llegar a ser interferidas por las de Alemania. En el último año la Rhine Manufacturing Company ha establecido aquí un agente. y sus manufacturas de todo tipo han sido vendidas a precios más bajos que las que de igual calidad podían haber sido importadas de Gran Bretaña. Si sus precios arrojaron alguna ganancia, lo que parece imposible, debemos enfrentar con preocupación el aumento de este comercio, de lo contrario continuará restringido a las telas de lino… «

El comercio con China
El comercio con China es totalmente nuevo, y probablemente llegará a tener aquí no poca importancia. Ha sido ya importado un cargamento en un buque norteamericano, y se lo vendió este año por 200.000 pesos. Se han despachado otros dos barcos norteamericanos para Cantón, y una compañía de comerciantes de Buenos Aires ha establecido en ese puerto un agente, lo que hará que este comercio se torne regular y extenso. Los cargamentos son adquiridos en China pagando con metálico o letras giradas sobre Londres.

El comercio con Chile
El comercio con Chile es poco considerable, y consiste principalmente en embarques de mercadería sobrante británica que, de tanto en tanto, es enviada a la costa occidental de América».

El comercio con La Habana
El comercio de importación de azúcar, rum, etc., se encuentra en la actualidad en manos de Brasil, pero debe, naturalmente, ser controlado por La Habana. Esta última consume la casi totalidad de las carnes saladas que se producen aquí; los norteamericanos aceptan esta carne a trueque de la harina que introducen, y la transportan en sus propios barcos a La Habana para venderla allí.

Finalmente
Luego de la reunificación política de la República en 1862 y del exitoso establecimiento de la agricultura comercial por parte de las colonias de inmigrantes, el comercio exterior argentino se incrementó rápidamente durante las administraciones de Sarmiento, Avellaneda y sus sucesores y ya en la década de 1880, los cereales comenzaron a competir con los productos ganaderos en su valor de exportación; la naturaleza de las importaciones había variado en cierta medida: los textiles (algodón, lana, lino y seda), los productos manufacturados, especialmente aquellos de hierro y acero, y los combustibles continuaron constituyendo la mayor parte de la importación, pero Argentina había empezado a moler su propia harina de trigo y estaba bien encaminada para autoabastecerse de azúcar y vinos.

Más tarde, durante el período anterior a la Segunda Guerra Mundial, la exportación argentina proporcionó al mercado internacional el 70% de su linaza, 60% del maíz, 20% del trigo, 40% de su carne refrigerada y congelada y el 12% de lana. A partir de la Segunda Guerra Mundial, la República Argentina ha estado empeñada en una continua revolución industrial, dirigida a satisfacer el mercado interno y a generar una independencia económica nacional, con el comercio exterior más estrechamente controlado por el gobierno y los intereses y exportaciones agropecuarias sufriendo en ciertas oportunidades a causa de intereses económicos diversificados

Cronología y algunas cifras de Comercio Exterior
Aclarando que las cifras referidas al Comercio Exterior consignadas a continuación, son el resultado de haber promediado las ofrecidas por diversas fuentes, que en muchos casos difieren notablemente entre sí, trataremos de dejar constancia de  los hitos liminares vinculados con esa actividad, su evolución a través de los años  y ya, considerando un período más cercano de nuestra Historia, algunos datos y cifras que nos muestran el resultado financiero que ella dejara durante el período 1869-1922, un tramo de nuestra Historia que se caracterizó por marcar el destino de la República Argentina.

Porque habiendo iniciado un prometedor camino hacia un futuro de grandeza, por influencia de una gran degradación moral y una grave situación económica, comenzó a sufrir una inexorable declinación que tuvo uno de sus picos de máxima gravedad en 1890, cuando la crisis impuso la renuncia del Presidente MIGUEL JUÁREZ CELMAN y cuyos ingredientes, aún hoy afectan nuestro desarrollo  (ver Pánico de 1890).

02/09/1587
A fines del siglo XVI, más precisamente El 2 de setiembre de 1587, se produce la primera exportación desde Buenos Aires, con la que se abre el “Libro de Tesorería de Buenos Aires”. Era un cargamento de harina y telas, frazadas y sombreros, obra de las primitivas artesanías coloniales, fletado desde Santiago del Estero, por el obispo fray FRANCISCO DE VITORIA, que tenía como destino Brasil. Una información de la época de PEDRO SOTELO DE NARVÁEZ consigna, al referirse a este envío que “ que junto a la ciudad de Santiago había chacras de trigo, maíz, cebada, garbanzos, habas, ajos, cebollas y otras legumbres y obrajes, donde se hacen paños, frazadas, sayales, bayetas, sombreros y cordobanes y suelas y paños de corte, reposteros y alfombras, para vender y enviar, siendo  el algodón, la moneda que corría en la gobernación del Tucumán” (Recordemos que en 1556, se comenzó a plantar algodón provenientes de Chile, en el Tucumán)

1591
Este tráfico comercial se interrumpe entre 1591 y 1595 por acción de los corsarios y también por gestiones del gobierno de Lima, que veía amenazados sus intereses comerciales con esta nueva vía creada,  que podía llegar a afectar los beneficios que le reportaba su posición de exclusividad para ejercer el comercio de las colonias españolas en América.

1603
Primera exportación de carne seca desde Buenos Aires. En 1602 por medio de una cédula real, se autoriza lal exportación de carne seca a los puertos del Brasil, Guinea y “otras islas circunvecinas” y en virtud de ella, en 1603 partió desde el puerto de Buenos Aires la primera exportación de carnes hacia Brasil, Guinea y puertos aledaños (ver . El producto era cecina y el volumen de exportación reducido (ver Primera Exportación de carne seca desde Buenos Aires).

1633
Se realiza la primera exportación de ganado en pie con destino al Perú.

1640/1655
Entre 1640 y 1655., las importaciones superaron largamente a las exportaciones, reflejando la salida del oro y de la plata. Las exportaciones variaron entre 25.000 y 40.000 pesos plata, los ingresos fiscales entre 20.000 y 200.000 pesos plata para la década. Todo ello brinda una idea aproximada de la pobreza de la colonia («El comercio argentino antaño y hogaño», Francisco Latzina, Buenos Aires, 1909)

1655
Concluye el comercio de ganado en pie ya que el producto “carne” carece de todo valor en estas tierras y sólo sirve para alimentar aves de rapiña o perros cimarrones.

1748/1753
Durante este período se exportan mercaderías varias (especialmente manufacturas) por un valor de $ 1.600.000

1771
Un particular le propone al rey de España, la formación de una compañía encargada del comercio de carnes saladas entre Buenos Aires y ese reino.

1776
El Cabildo de Buenos Aires se reúne para tratar las posibilidades de la industria del salado y a tal efecto, le pide opinión a los hacendados y comerciantes. Éstos le expresan sus dudas de que sea una buena idea, considerando los riesgos que ofrece esa empresa y las dificultades que para la compra de sal a bajo precio que se presentarían, veredicto que paralizó el intento.

1778
El virrey VÉRTIZ envía una verdadera expedición militar a Salinas Grandes a fin de reemplazar la sal carísima que venía desde Cádiz. El virrey Loreto estimula luego esas expediciones, pero esa región ofrece un producto de mala calidad, pero descubren que la proveniente de Patagones es, en cambio, de óptima calidad. Pero también fracasan estos intentos.

1787
 FRANCISCO MEDINA, comerciante español, radicado en Buenos Aires, funda el primer saladero organizado del Río la Plata. Adquiere una estancia en la región del Colla, cerca de Colonia de Sacramento, e instala un saladero de envergadura que funciona normalmente hasta que en 1788 se produce su muerte. Ese mismo año, el poeta JOSÉ DE LAVARDÉN, se hace cargo del saladero del fallecido Medina. En 1798 Un incendio destruye totalmente el establecimiento de Lavardén, pero ya habían comenzado a funcionar otros similares en la margen oriental del Río de la Plata.

1792. Importación: ¿?; Exportación: $ 4.500.000
1793. Importación: ¿?; Exportación: $ 3.700.000
1794. Importación: ¿?; Exportación: $ 5.700.000
1795. Importación: ¿?; Exportación: $ 5.100.000
1796. Importación: ¿?; Exportación: $ 5.500.000
1810
ROBERT STAPLES y JOHN MAC NEIL establecen en el primer saladero en el territorio de la provincia de Buenos Aires y las demandas que llegan desde La Habana y el Brasil, estimulan el desarrollo de esta industria y por ende de las exportaciones (ver Los saladeros).
1819. Importación: $ 3.710.000; Exportación ¿?
1822. Importación: $ 9.900.000; Exportación: $ 5.000.000
1825. Importación: $ 7.800.000; Exportación: $ 5.500.000
1829.Importación: $ 7.400.000; Exportación: $ 5.200.000
1836. Importación: ¿? ; Exportación: $ 3.400.000
1837. Importación: $ 6.900.000; Exportación: $ 5.600.000
1838. Importación: $ 2.800.000 ; Exportación: $ 2.900.000
1839. Importación: $ 1.300.000; Exportación: $ 1.600.000
1842. Importación: ¿?; Exportación: $ 7.200.000
1843. Importación: ¿?; Exportación: $ 8.300.000

El Comercio Exterior durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874)
1869
. Importación: $ 41.195.703; Exportación $ 32.449.188.
1870. Importación: $ 49.124.613; Exportación $ 30.423.984
1871. Importación: $ 45.629.166; Exportación $ 26.996.801
1872. Importación: $ 61.585.781; Exportación $ 47.267.965
1783. Importación: $ 73.434.038; Exportación $ 47.398.291
1874. Importación: $ 58.826.549; Exportación $ 44.541.536

De estas cifras se desprende que durante el transcurso de la administración de SARMIENTO, el intercambio exterior fue deficitario, superando todos los años el valor de las importaciones al de los productos argentinos exportados, situación que se vio agravada debido a que la administración de SARMIENTO, se desenvolvió dentro de un contínuo déficit en las finanzas públicas. En todos los años de su presidencia, los gastos del gobierno superaron en muchos millones de pesos a los recursos disponibles, según se muestra en el siguiente Cuadro:

1869. Rentas Nacionales: $ 12.676.680; Gastos Públicos: $ 14.953.431
1870
. Rentas Nacionales: $ 14.833.904; Gastos Públicos: $ 19.439.967
1871
. Rentas Nacionales: $ 12.682.155; Gastos Públicos: $ 21.166.230
1872
. Rentas Nacionales: $ 18.172.380; Gastos Públicos: $ 26.462.786
1873
. Rentas Nacionales: $ 20.217.232; Gastos Públicos: $ 31.025.070
1874.
Rentas Nacionales: $ 15.974.042; Gastos Públicos: $ 29.784.096

El Comercio Exterior durante la presidencia de Nicolás Avellaneda (1874-1880)
Importación y Exportación
1875. Importación: $ 57.624.481; Exportación: $ 52.009.113
1876. Importación: $ 36.070.023; Exportación: $ 48.090.713
1877. Importación: $ 40.443.424; Exportación: $ 44.769.944
1878. Importación: $ 43.759.125; Exportación: $ 37.523.771
1879. Importación: $ 46.363.593; Exportación: $ 49.357.558
1880.Importación: $ 45.535.880; Exportación: $ 58.380.787
Tal como indican las cifras, el balance comercial del intercambio exterior fue favorable al país en el transcursos de los años 1876, 1877, 1879 y 1880. Sólo en dos años de la presidencia de AVELLANEDA (1875 y 1878), el valor de los productos importados supero al de las exportaciones que se hicieron. En cuanto al Gasto Público, es de destacar que durante la presidencia de NICOLÁS AVELLANEDA se padeció un permanente déficit en las finanzas públicas. En todos los años del gobierno de AVELLANEDA, los gastos superaron a los recursos disponibles, según los muestra el siguiente Cuadro:.

1875. Rentas Nacionales: $ 17.206.747; Gastos Públicos: $ 28.567.861
1876. Rentas Nacionales: $ 13.583.633; Gastos Públicos: $ 22.153.048
1877. Rentas Nacionales: $ 14.824.097; Gastos Públicos: $ 19.924.961
1878. Rentas Nacionales: $ 18.415.898; Gastos Públicos: $ 20.840.918
1879. Rentas Nacionales: $ 20.961.893; Gastos Públicos: $ 22.523.159
1880. Rentas Nacionales: $ 19.594.305; Gastos Públicos: $ 26.919.295

El Comercio Exterior durante la  presidencia de Julio Argentino Roca (1880-1886)
1881. Importación: $ 55.700.000; Exportación: $ 57.900.000
1882. Importación: $ 61.200.000; Exportación: $ 60.300.000
1883. Importación: $ 80.400.000; Exportación: $ 60.200.000
1884. Importación: $ 94.000.000; Exportación: $ 68.000.000
1885. Importación: $ 92.200.000; Exportación: $ 83.800.000
1886. Importación: $ 000.000; Exportación: $ 70.000.000

El Comercio Exterior durante la presidencia de Miguel Juárez Celman (1886-1890)
1887
. Importación: $ 117.000.000; Exportación: $ ¿?
1888. Importación: $ 128.000.000; Exportación: $ ¿?
1889. Importación: $ 128.000.000; Exportación: $ ¿?
1900. Importación: $ 142.000.000; Exportación: $ ¿?

El Comercio Exterior durante la presidencia de Carlos Pellegrini (1890-1892)
1891
. Importación: $ 67.000.000; Exportación: $ ¿?
1892. Importación: $ 95.000.000; Exportación: $ ¿?

El Comercio Exterior durante la presidencia de Luis Sáenz Peña (1892-1895)
1893. Importación: $ 98.000.000; Exportación: $ ¿?
1894.Importación: $ 800.00; Exportación: $ 101.700.000
1895. Importación: $ 100.00; Exportación: $ 120.100.000

El Comercio Exterior durante la presidencia de José Evaristo Uriburu (1895-1898)
1896
. Importación: $ 112.200.00; Exportación: $ 116.800.000
1897. Importación: $ 300.00; Exportación: $ 101.200.000
A partir de 1897 el nivel de las importaciones se mantuvo a la altura del de 1895, no obstante el aumento de los precios internacionales, en tanto que las exportaciones subieron bruscamente. Después de 1897,  la balanza comercial arrojó saldos favorables, como puede observarse a continuación:
1898. Importación: $ 107.400.000; Exportación: $ 133.800.000

El Comercio Exterior durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca (1898-1904)
1899
. Importación: $ 116.900.00 0; Exportación: $ 184.900.000
1900. Importación: $ 113.500.000; Exportación: $ 154.600.000
1901. Importación: $ 150.000.000; Exportación: $ 170.000.000
1902. Importación: $ 140.000.000; Exportación: $ 180.000.000
1903. Importación: $ 158.500.000; Exportación: $ 211.900.000
1904. Importación: $ 252.200.000; Exportación: $ 252.700.000
En el período 1902-1908, la balanza comercial argentina se caracterizó  por el aumento de las exportaciones en todos esos años, menos en 1906 y 1907, en los que se produjo una disminución de  éstas en lanas y cereales, debido a la fuerte sequía que afectó los sembrados:

El Comercio Exterior durante la presidencia de Manuel Quintana (1906-1906)
1905.
Importación: $ 245.700.000; Exportación: $ 310.000.000
1906. Importación: $ 300.100.000; Exportación: $ 280.000.000

El Comercio Exterior durante la presidencia de José Figueroa Alcorta (1906-1910)
1907
. Importación: $ 303.300.000; Exportación: $ 282.800.000
1908. Importación: $ 259.700.000; Exportación: $ 352.200.000
1909. Importación: $ 300.000.000; Exportación: $ 395.000.000
1910. Importación: $ 385.000.000; Exportación: $ 390.000.000

Tal como lo muestra el cuadro que sigue,  el comercio exterior argentino, durante los primeros años de la Primera Guerra Mundial y los primeros dos años de la post-guerra, arrojaron un saldo netamente favorable. una  situación que se repitió en lo que respecta al comercio con los Estados Unidos ya que al haberse interrumpido la tradicional importación de manufacturas europeas (principalmente británicas), éstas fueron reemplazadas por las norteamericanas, incrementándose además notablemente la exportación de productos alimenticios con destino al abastecimiento de las Fuerzas Armadas de los EE.UU.
1913. Importación: $ 421.352.542; Exportación: $ 483.504.547
1914. Importación: $ 390.000.000; Exportación: $ 395.000.000
1915.
Importación: $ 250.000.000; Exportación: $ 460.000.000
1916. Importación: $ 350.000.000; Exportación: $ 550.000.000
1917. Importación: $ 380.321.178; Exportación: $ 550.170.049
1918. Importación: $ 500.602.752; Exportación: $ 801.466.488
1919. Importación: $ 655.772.294; Exportación: $ 1.030.965.258
1920. Importación: $ 934.967.699; Exportación: $ 1.044.085.370
1921. Importación: $ 749.533.697; Exportación: $ 671.129.420
1922. Importación: $ 686.000.000; Exportación: $ 672.600.000
A partir del año 1921 se produjo una notable declinación de los saldos positivos que venía ofreciendo nuestro Comercio Exterior. La legislación proteccionista sancionada por el Congreso norteamericano ese año, impidió la venta a ese país de los productos alimenticios y los cueros que durante la guerra, habían constituído el grueso de nuestros envíos a pesar de que ellos dejaron de comprar nuestros productos, Argentina se vio obligada a seguir comprándoles manufacturas y equipos industriales, ante la imposibilidad de hacerlo en las naciones de Europa, devastadas por la guerra. Recién en 1931, Gran Bretaña volverá a desplazar a los EE.UU. como nuestro principal abastecedor.

El comercio con Gran Bretaña
Considerando las estadísticas presentadas al Parlamento (británico), se deduce que las exportaciones de productos y manufacturas de Gran Bretaña a Buenos Aires fueron”:
en 1817. 311.657 Libras
en 1818. 548.689 Libras
en 1819. 730.808 Libras
En 1820 las importaciones declinaron, en parte por haber sido excesivas el año precedente, pero principalmente porque el comercio de Buenos Aires quedó reducido ese año a una limitada extensión de territorio, dentro del cual ha quedado confinado desde entonces… Desde 1820 se han interrumpido totalmente las comunicaciones con el Alto Perú; la Provincia del Paraguay se ha opuesto tenazmente a todo intercambio con Buenos Aires; Entre Ríos y la Banda Oriental se han abastecido en parte a través de Montevideo,y las disensiones internas que han conmovido continuamente a las provincias de Salta, Tucumán, Santiago del Estero y han hecho que nuestro comercio con esas regiones se desarrollara precariamente.

El comercio con los Estados Unidos
En 1916: Exportaciones a: U$S 116.293.000; Importaciones de: U$S 76.874.000
En 1917: Exportaciones a: U$S 178.261.000; Importaciones de: U$S 107.099.000
En 1918: Exportaciones a: U$S 228.338.000; Importaciones de: U$S 105.105.000
En 1919: Exportaciones a: U$S 199.158.000; Importaciones de: U$S 155.899.000
En 1920: Exportaciones a: U$S 207.777.000; Importaciones de: U$S 213.726.000
En 1921: Exportaciones a: U$S 59.926.000; Importaciones de: U$S 110.836.000
En 1922; Exportaciones a: U$S 85.678.000; Importaciones de: U$S 95.542.000

Origen de la importaciones
La totalidad de las importaciones de 1822, estimadas por los valores que le fueron asignados por la Aduana, y que pueden representar un 20 % menos que su valor de venta en el mercado, sumaban un monto de $ 11.267.622, de los cuales fueron importados de:
Gran Bretaña $ 5.730.952
Estados Unidos $ 1.368.277
Brasil $ 1.418.768
Gibraltar y España $ 848.363
Francia $ 820.109
Europa $ 552.187
Habana (Cuba)  $ 248.025
China $ 165.267
Chile y Perú $ 115.674
Lo que hace un total de $ 11.267.622

Fuentes: «El comercio argentino antaño y hogaño». Francisco Latzina, 1909; “Temas de historia económica argentina”. Juan Álvarez, Ed. El Ateneo, Buenos Aires, 1929; “El comercio exterior argentino”.Roberto Cortés Conde, Roberto; Tulio Halperin Donghi y Haydée Gorostegui de Torres; “Las etapas del desarrollo económico argentino”,Guido Di Tella,  y Manuel Zymelrnan, Ed., EUDEBA, Buenos Aires,  1967; “Las crisis económicas argentinas y el factor externo, 1870-1930”. Pablo A. Chami; “Investigaciones acerca de la historia económica del Virreinato del Plata”. Ricardo Levene, Ed. El Ateneo, Buenos Aires, 1952; “Censos Nacionales”. Ed. Dirección Nacional de Estadísticas y Censos, Buenos Aires, 1869, 1895 y1914; “Crónica Argentina”. Ed. Codex, Buenos Aires, 1979; “La economía de exportación de Argentina”. Roberto Cortés Conde, Buenos Aires, 1998; “Anuarios de la Dirección General de Estadística de la Nación Argentina”, Buenos Aires 1900-1914; “La economía argentina durante el período 1880-1913″. Carlos F. Día; «La Economía Argentina». Aldo Ferrer, Buenos Aires, 1963.

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