LA CANCIÓN AURORA. OPINIONES

Aurora” es una hermosa ópera, de factura verista y tema nacional -históricamente absurdo-, que Héctor Panizza estrenó en la temporada inaugural del Colón (1908).

Una aurora más clara. «Llaneza, muchacho, que toda afectación es vana…» (Cervantes). Recordando esta sentencia, un ignoto crítico expresa su opinión, que como todas ellas, tendrá quienes la compartan y quienes no.

Cuando casi cuarenta años después, Panizza decidió presentar la traducción castellana de esa hermosa Ópera, y encargó esa tarea a Ángel Pettita y Josué Quesada, éstos la cumplieron con entusiasmo, pero con un vuelo literario más gallináceo que de águila, tanto peor, en cuanto la canción a la Bandera adquirió status de cántico escolar, que requería claridad y sencillez extremas.

Los chicos -y los grandes-, quedan en efecto perplejos al abordar un texto tan enigmático. Pues “irradia” no es una palabra castellana, “el áureo rostro imita” implica un trabalenguas, “el purpurado cuello” nadie lo concibe. “Azul un ala” alude reiteradamente a una sola (¿y la otra ala?), el blanco no aparece por parte alguna; y así de seguido.

Nos permitimos pues, a falta de algo mejor, proponer una versión simplificada que podría ser así (o parecido): Alta en el cielo / un águila guerrera audaz se eleva / en vuelo triunfal: alas azules, del color del cielo, azules alas, del color del mar. Así en la limpia / aurora triunfal, como una estrella / el águila relumbra, / noble y gloriosa / libertando América, / el ala es paño, / el águila es bandera. / ¡Es la bandera de la patria mía / celeste y blanca, que me ha dado Dios! (dixit Horacio Sanguinetti, ex Rector del Colegio Nacional de Buenos Aires y crítico de ópera).

El texto que antecede, ha sido extractado de una nota publicada en un diario de Buenos Aires (no sabemos cuándo y tampoco tenemos muy en claro si es en Clarín o en La Nación). Nos ha parecido que sería injusto que se le negara la difusión que se merece y por eso lo hemos incluido en nuestra página, esperando no haber transgredido ningún derecho de autor y estando dispuesto a borrarlo de inmediato, si ello fuera así.

1 Comentario

  1. Daniel Barone

    Despues se quejan del lenguaje “inclusivo” y casi nadie se percató que la letra AURORA, es un absurdo idiomático total… Así un cacique diría: “Aureo rostro imita”, entre otras barbaridades que escondía el filonazismo de nuestras entrañas. En la Alemania nazi, el AGUILA es BANDERA”, pero también en EEUU era un emblema. Un águila de cuello blanco que, volando en el crepúsculo o “aurora” se podría ver su cuello allá en lo alto, como de color púrpura, es decir que, pase lo que pase, y gane quien gane, en la 2° Guerra Mundial, conseguiríamos los argentinos, quedar bien con los dos máximos contrincantes de esa esa contienda que duró 69 meses donde, después de los cuales, les declaramos la guerra a Alemania y a Japón… En todo caso, si deseaban ilustrarnos con un bicho volador, el cóndor nos pertenece por ser autóctono, incluso es de mayor envergadura que el águila. La diferencia entre uno y otro pajarraco radica en que una es cazadora y la otra, de rapiña y que desde hace tiempo se encuentra en proceso de extinción y en esto, no podemos culpar ni Bill Gates ni a Soros.
    Dr. Daniel Barone.

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