LA IMPRENTA DE LOS NIÑOS EXPÓSITOS (06/10/1780)

No todos en Buenos Aires veían con buenos ojos la tarea que desarrollaban los jesuitas. Muchos pensaban que la excesiva información de la gente, “podía resultar peligrosa” y la inquietud que provocaba en ciertos círculos de poder, la culturización de los indígenas, que de analfabetos rebeldes, se estaban transformando en hombres y mujeres “pensantes”, definió la paralización de la actividad impresora y la escasa vocación que por las artes gráficas tenían los franciscanos, terminó por sepultarla.

La imprenta de Córdoba, traída por los jesuitas en 1766 durmió arrumbada en los sótanos del Colegio de Monserrat, hasta que a fines de 1778, el virrey Vértiz pensó que sería conveniente instalarla en la Casa de Niños Expósitos, para generar algunas rentas, mientras los huérfanos que allí se hospedaban, aprendían un oficio que podría serles de utilidad en el futuro, Vértiz le escribió entonces al Rector del Convictorio de Monserrat pidiendo noticias de esa imprenta.

Fray José de Parras le respondió que la imprenta se encontraba a salvo “bajo “tierra y que era “la principal y más útil alhaja del colegio”. Finalmente la embarazosa v poco evaluada «alhaja» fue transportada a lomo de mula, por un destacamento de milicianos comandados por el sargento de dragones AGUSTÍN GARRIGÓS quien, por esas cosas del destino, impactado por la historia de la carga que llevaba, terminó convirtiéndose en .tipógrafo y como tal, ejerció hasta su muerte.

Como en los comienzos no había en Buenos Aires, un impresor, capacitado para ocuparse del nuevo taller de imprenta de los Niños Expósitos, el virrey Vértiz lo hizo venir desde Montevideo y lo puso a cargo del armado de las máquinas y la organización del taller, hecho lo cual, la imprenta comenzó a funcionar y el 6 de octubre de 1780 salió de allí su primer trabajo impreso (ver Primera imprenta en el Río de la Plata)

Reclaman la imprenta jesuítica de Córdoba  (15/11/1779)
“Excelentísimo Señor Virrey:  Yo,  Don José de Silva y Aguiar, Librero del Rey y Bibliotecario de las Librerías del Real Colegio de San Carlos, en esta ciudad, digo que con motivo de la expatriación de los regulares del nombre de Jesús, a cuyo cargo estaba en la Ciudad de Córdoba, provincia del Tucumán, el Convictorio de Monserrat  quedó sin servicio de la imprenta con todos sus utensilios, que dichos regulares habían costeado con los fondos de dicho Colegio haciendo a su beneficio las impresiones”.

Habiendo aumentado la dependencia de esta Capital por muchas Provincias subordinadas, es conocida la falta que hay en ella de una imprenta para las varias ocurrencias que se han de ofrecer en un tan vasto gobierno,  ya sea de despachar órdenes circulares, ya de dar avisos al público, o ya de formar algunas ordenanzas. Y aunque más no fuese, que por razón de ordenar el rezo, o el calendario eclesiástico en cada año, así para esta Catedral y sus dependientes, como para otras iglesias del Virreinato, es visto ser una imprenta en esta ciudad muy benéfica  y le podría ser útil en esta Capital a los Niños Expósitos, mediante alguna renta fija de que carecen en el presente”. Buenos Aires, 15 de noviembre de 1779[

Hecha esta presentación, eñ firmante se ofrece para hacerse cargo de la imprenta, solicitando “para sí la tercera parte de las utilidades y que el Rey “otorgue privilegio a dicha imprenta para que ninguna otra persona en parte alguna del Virreinato, pueda imprimir Cartillas, Catecismos,  Calendarios y rezo eclesiástico, y que la venta de todo ello haya de celebrarse precisamente en la casa de dichos Niños” (ver Nuestras primeras imprentas).

Silva y Aguiar administró la imprenta desde 1780 hasta 1783, en que el auditor designado por el virrey, Alfonso Sotoca, informó la existencia de irregularidades administrativas, por lo que fue suspendido en sus funciones, quedando a cargo del taller, el mismo auditor Sotoca. En ese mismo año se trasladó la imprenta a un local propio ubicado en las actuales calles Perú y Alsina, en pleno centro de la actual “Manzana de las Luces”. Hacia 1785, después de un largo pleito, Silva y Aguilar logró demostrar que las acusaciones en su contra habían sido infundadas y  volvió a arrendar la imprenta por un período de 10 años y en 1794, vendio sus derechos a Antonio José Dantas

Inventario y evaluación  practicada por José de Silva y Aguiar en la iumprenta traída desde la ciudad de Córdoba para ser instalada enla Casa de Niños Expósitos. (19/07/1780.)
En cumplimiento del superior decreto del Excelentísimo Señor Virrey,  pasé a examinar y dar valor a la imprenta que se remitió del Colegio Convictorio de la ciudad de Córdoba, en que hallamos ocho cajones de letras, la mayor parte de ellas mezcladas y confundidas, y las restantes, de letras que aún no ha servido. Las piezas que deben componer la máquina de la imprenta,  se hallaron las principales, aunque en parte deterioradas y que necesitan concierto, faltando otras que deben ser accesorias, y es preciso se hagan en esta Ciudad para poner en estado de laborar dicha imprenta. José de Silva y Aguiar (“Origeiies de la Imprenta de Niños Expósitos”, Carlos Heras, Publicaciones del Archivo Histórico de la Provincia do Buenos Aires, La Plata 1848.

Luego de la reparación, que demoró casi diez meses, varias pruebas de imprenta y pequeñas ediciones de bandos y comunicados que sirvieron para ir tomando práctica en su manejo (algunos de los cuales aún hoy se conserva cmo testimonio), el 21 de noviembre de 1780 expidió el virrey el decreto de instalación de la imprenta con la denominación de Real imprenta de Niños Expósitos, nombrándose a don José de Silva y Aguiar como administrador por el periodo de diez años, debiéndose aplicar las tres cuartas partes de las utilidades de la imprenta a beneficio de la Casa de Niños Expósitos y la cuarta parte restante a favor del administrador.

Lista de los impresos de la Imprenta de Niños Expósitos
Hasta el 3 de abril de 1783, año en el que la imprenta fue trasladada a un local ubicado en la actual “Manzana de las Luces (“Origeiies de la Imprenta de Niños Expósitos”, Carlkos Heras, Publicaciones del Archivo Histórico de la Provincia do Buenos Aires, La Plata 1848.

Almanaques y guías del año 1781                     190 docenas
Esquelas de comvite                                          361 manos
Catecismos                                                        1.125 docenas
Gacetas                                                              121, 5 docenas
Tablas de contar                                                 223 docenas
Cruces de San Vicente                                      71 docenas
Novena del Corazón de Jesús                           60 docenas
Carta circular del sr. Obispo de Córdoba           33 docenas
Carta de Montevideo                                          32 docenas
Cartas de Tupac-Amaro                                     33 docenas
Novena de San Francisco Solano                     42 docenas
Devocionario de Ánimas                                    82 docenas
Almanaques y guías del año 1782                    150 docenas
Varios impresos de la Real Renta de Tabacos  53 resmas
Guías y pólizas para la Aduana                         236 manos
Papeletas para los Toros        •                          50 docenas
Bandos para el indulto de indios                       1 resma
Esquelas convite de los Hnos del Santísimo    ¿?
Licencias para traer ganado de la sierra          300 ejemplares
Conocimientos en portugués                            (Sin especificar cantidad)
Cruces de San Vicente Ferrer                          170 docenas
Loterías de Ánimas       •                                  85 docenas
Bandos para la Intendencia                             100 ejemplares
Aranceles para el Fiel Ejecutor                        350 ejemplares

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