AHORCADOR

La pieza auxiliar del “apero” criollo llamada “ahorcador”, es una simple transformación del “pretal”, que los españoles utilizaban como adorno de sus sillas o monturas  (ver Vocabulario criollo abreviado).

El “ahorcador” es pues, en nuestra tierra, un “pretal de trabajo”. Es una correa reforzada de cuero crudo y de ancho variable, que contornea horizontalmente el pecho o “encuentro” del caballo y se asegura, por sus dos extremos, en las argollas de la cincha o la encimera, mientras que una correa más angosta, que baja desde la cruz del animal, por ambos lados, impide que esta especie de pechera, se descoloque.

El “ahorcador” es empleado en los casos en que el caballo debe tirar a la cincha, ya cuando se enlazaba durante el rodeo, ya para cuartear una carreta o en otras tareas similares.

Con el ahorcador”, nuestros hombres de campo mantenían su recado siempre armado, evitando el riesgo de que la cincha se corriera hacia los ijares de su cabalgadura, y contribuía a que ésta desarrollara su fuerza al máximo (ver El recado del gaucho argentino).

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