28/10/1578

TUCUMÁN ES ASALTADA POR LOS INDÍGENAS. Habiéndose puesto en campaña GONZALO DE ABREU Y FIGUEROA, gobernador del Tucumán, Juríes y Diaguitas, con objeto de buscar la ciudad de los “Césares” que los españoles se imaginaban que existía —y que no dejaba de ser sino una leyenda—, quedó la gobernación con sólo dieciocho soldados y las mujeres y niños que la habitaban. Los indígenas de la región, sabiendo esta circunstancia, trataron de aprovecharla para exterminar a los expedicionarios y al efecto, al amanecer de este día, un número considerable de ellos, capitaneados por el gigantesco y temible GAHUAN, sorprendió a la población y la incendió. El teniente de gobernador GASPAR DE MEDINA, que despertó al ruido del combate, acompañado de dos soldados llegó a la plaza donde se hallaba GAHUAN y como de la muerte de éste, dependía la salvación de todos sus subordinados, se abrió paso entre la salvajada y consiguió matarlo. Aprovechándose del asombro de los indígenas al ver muerto a su jefe, Gaspar de Medina, con algunos soldados más que ya se le habían reunido, los cargó con temerario arrojo y los puso en completa fuga.

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