1936
PRIMERA JUBILACIÓN DE PRIVILEGIO. El comienzo de esta práctica que hoy todos repudiamos -ya que se ha convertido en sinónimo de falta de ética y aún de corrupción-, se lo debemos a un radical, o mejor dicho, a un yrigoyenista, pero que lejos de ser el iniciador de esta práctica corrupta, fue el iniciador de una conducta que hoy todos añoramos (ver Primera Jubilación).