01/09/1867

Comienza la edición de una serie de sellos de excelente elaboración. Estaban grabados en acero, que reemplazaba al cobre utilizado hasta ese momento. Las planchas de impresión procedían de Francia e Inglaterra, así como la impresora, las tintas y la perforadora. Su viñeta mostraba la efigie del primer presidente argentino, Bernardino Rivadavia, y constituyeron a lo largo del tiempo una emisión clásica de jerarquía internacional, que hoy ostenta el privilegio de ser la estampilla más cara de la Argentina.

 

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