PRIMER ENCUENTRO DEL SALÓN LITERARIO (23/06/1837)

EL 23 DE JUNIO DE 1837, SE REALIZÓ EL PRIMER ENCUENTRO DEL SALÓN LITERARIO Y ALLÍ SE REUNIERON LOS MÁS BRILLANTES INTELECTUALES DE LA ARGENTINA DE ENTONCES.

Era una época de grandes cambios gestados especialmente en Europa. La difusión de la máquina de vapor ponía en marcha a las industrias, surgían el capitalismo y el socialismo, se creaban nuevas corrientes filosóficas y literarias, y proliferaban las sociedades secretas.

Todas las novedades llegaron al Río de la Plata, donde eran leídas, consumidas, admiradas y criticadas por un grupo de jóvenes. En 1832, MARCOS SASTRE había inaugurado una librería que más tarde trasladó a la calle Victoria.

Y fue allí donde el  23 de junio de 1837 inició su existencia el Salón Literario, destinado  a ser el foro donde se discutirían las ideas y las nuevas teorías que habían germinado luego de la Revolución Francesa y  para llevar al público lo que se discutían en la sociedad, el 18 de noviembre de 1837, se creó la Revista La Moda.

En la llibrería de SASTRE, no solo se vendían libros, también se podían conseguir ejemplares antiguos y raros, y sobre todo, era el lugar de reunión de estudiantes, escritores y políticos. Pero en 1837, Sastre se propuso organizar con sus clientes y amigos una institución cultural, y así nació el Salón Literario.

Entre los miembros del grupo se contaban JUAN BAUTISTA ALBERDI y JUAN MARÍA GUTIÉRREZ, que hicieron los discursos inaugurales.

También estaban VICENTE LÓPEZ Y PLANES, autor del Himno Nacional, VICENTE FIDEL LÓPEZ y muchos descendientes de próceres de la Independencia. Esteban Echeverría no se encontraba en el acto inaugural pero mandó dos cantos de su poema «La Cautiva» que fueron leídos en la reunión.

 El «Salón Literario» fue el centro intelectual más importante de la ciudad durante varios años y aunque el grupo no se manifestó contrario a Rosas, sus ideas progresistas crearon un sentimiento de desconfianza en el gobierno.

En 1838 comenzó a sufrir el acoso del gobierno de ROSAS, expresado en continuas amenazas, viéndose finalmente obligado, en marzo de ese año, a suspender las reuniones y poco después, también a cerrar la librería, rematando todas sus existencias. Con el tiempo, muchos de los participantes de la sociedad debieron exiliarse.

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