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LAVALLE Y LA MUERTE DE DORREGO. OPINIONES
MANUEL DORREGO, desterrado de Buenos Aires por desacuerdos con Pueyrredón, en 1815, se lanza a la lucha política, pronunciándose por un gobierno federativo y auspiciando la autonomía de Buenos Aires.
“Cuando el 4 de marzo de1826 bajo la presidencia de BERNARDINO RIVADAVIA, se aprobó la Ley declarando que Buenos Aires fuera la capital de la República, los opositores del centralismo unitario, se opusieron decididamente considerando que esto violaba la Ley Fundamental, y cuando más tarde en julio de ese mismo año, se sancionó la Constitución conocida como la “Constitución Unitaria”, los caudillos provinciales BUSTOS, QUIROGA e IBARRA se rebelaron”.
“DORREGO, ya lanzado en la política, desde el Diario “El Tribuno” atacó las medidas centralizadoras de Rivadavia, ganando prestigio en las provincias, en donde se lo consideraba uno de los dirigentes más caracterizados del federalismo en Buenos Aires”.
“A diferencia de los unitarios porteños, DORREGO encamaba los intereses de la población de la campaña, del gaucho bonaerense y con su prédica, influyó decisivamente en la crisis que culminó con la renuncia de RIVADAVIA a la presidencia de la Nación”.
“En Agosto de 1827 MANUEL DORREGO fue electo gobernador de la provincia de Buenos Aires y VICENTE LÓPEZ es designado mandatario provisional. En esa función lo sorprendió la sublevación unitaria del 1º de Diciembre de 1828 que finalmente lo derrocó y lo llevó al patíbulo”.
“DORREGO fue el más federal de los políticos de la época. Cuando adopta esta postura la defiende con todas sus armas posibles. Muy impresionante fue su intervención en la sesión del Congreso del 29 de setiembre de 1826, (que puede ser leída en la según recopilación de Emilio Ravignani, Tomo III, página 812”.
“En 1825 su ideario federal se acendró cuando fue partícipe de las entrevistas habidas con Simón bolívar entusiasmándose con los planes para crear una Federación Americana. Su afán por crear naciones americanas libres lo lleva a apoyar la creación de la República de Santa Catarina y la República de San Pedro del Río Grande en Brasil, aceptando la creación de República Oriental del Uruguay, cosa que exacerbó a los unitarios que comienzan a odiarlo”.
“Ante el Tratado de paz firmado con Brasil, los unitarios ven la posibilidad de recuperar el poder aprovechando el descontento de los jefes militares de regreso de esa contienda y con sus ex compañeros de armas, SOLER y ALVEAR, los generales MARTÍN RODRÍGUEZ, JUAN LAVALLE y JOSÉ MARÍA PAZ, comienzan a conspirar para derrocar al gobierno federal”.
“El 1° de diciembre de 1828, LAVALLE ocupa Buenos Aires con sus tropas y DORREGO decide enfrentarlo. Las fuerzas de uno y otro chocan en Navarro y poco después DORREGO es hecho prisionero y el 13 de diciembre de 1828 fusilado por orden de LAVALLE, aunque sería justo decir, que esta muerte “fue promovida y hasta se podría decir, dirigida por JUAN MARÍA DEL CARRIL, el verdadero responsable de la muerte de DORREGO”.
“DEL CARRIL había nacido en San Juan, y después de varias actuaciones políticas llego a ocupar el cargo de ministro de hacienda de RIVADAVIA. Unitario como éste, vivió defendiendo los intereses de los banqueros ingleses permitiendo sacar las divisas metálicas del país (a del Carril le quedará el remoquete de Doctor Lingotes que le aplicarán para siempre los periódicos federales)”.
“La noche en que se sabe la prisión de DORREGO – el 12 de diciembre – DEL CARRIL escribe a LAVALLE una larga carta porque teme que el jefe revolucionario no obre como corresponde: le dice que es un “hombre de genio y debe tener firmeza para prescindir de los sentimientos”. Es necesario que “las víctimas de la batalla de Navarro no queden sin venganza”, «una revolución es un juego de azar en el que se gana hasta la vida de los vencidos” y le aconseja ‘‘que aborde la cuestión a sangre fría”.
“DEL CARRIL teme que LAVALLE no lo haya comprendido y vuelve a escribirle, esta vez, llamando a las cosas con su nombre: “Hemos estado de acuerdo con la fusilación de Dorrego antes de ahora. Ha llegado el momento de ejecutarla. En todas las anteriores revoluciones se ha procedido demasiado caballerescamente; ahora hay que ensayar un nuevo modo, hay que innovar por qué entre los que han combatido por el poder ninguno ha sido sacrificado hasta ahora”. Los amigos de Buenos Aires esperan una obra completa, que si no viene de la omnipotencia de la espada, la omnipotencia de Dios, no se dignará hacerlo”.
“La noticia del fusilamiento llega el mismo 14. ¡Este bárbaro de LAVALLE había fusilado a DORREGO por su orden apelando tontamente a la historia! El más federal de los “próceres “nacionales había sido brutalmente asesinado”.
“Antes de morir Dorrego escribe sus famosas tristes cartas, perdonando a todos sus enemigos y suplicando a sus amigos, que “no den paso alguno en desagravio de lo recibido por mí” (ver Fusilamiento de Dorrego).
(Texto redactado con material y citas extraídas (encomilladas) de “Historias de traiciones y muertes de los políticos del Río de la Plata”, una Monografía de Ricardo Héctor Machain, instalada en Google).