NO PUDE ESPERARTE, HIJO (1870)

DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO había hecho con su madre este convenio: Cuando ella sintiera que iba a morir lo llamaría y él, estuviera donde estuviera, acudiría para acompañarla en sus últimos momentos.

La madre así lo hizo, pero el hijo no pudo cumplir su promesa por impedírselo la guerra civil. Sin embargo, sabiendo lo enferma que se hallaba, antes de partir con un ejército hacia San Juan, donde ella residía, le escribió:

«No le permito morirse antes de que yo llegue». Ya venía en camino, llegando a los campos de San Luis, cuando encontró a un sacerdote, que venía de San Juan, y corrió a preguntarle: -¿Y mi madre?. -Yo la ayudé a bien morir el 21, respondió el interrogado y me encargó decirle, si lo veía, que lo bendecía y que no había podido aguardarlo como hubieran sido sus deseos.

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