IDEAS Y PALABRAS QUE INFLUYERON EN LA REVOLUCIÓN DE MAYO

«La ocupación de mi padre fue la de comerciante, y como le tocó el tiempo del monopolio, adquirió riquezas para vivir cómodamente y dar a sus hijos la educación mejor de aquella época. Me proporcionó la enseñanza de las primeras letras, la gramática latina, filosofía y algo de teología, en el mismo Buenos Aires. Sucesiva­mente me mandó a España a seguir la carrera de las leyes y allí estudié en Salamanca; me gradué en Valladolid; continué en Madrid y me recibí de abogado en la Cancillería de Valladolid.

Confieso que mi aplicación no la contraje tanto a la carrera que había ido a emprender, como al estudio de los idiomas vivos, de la economía política y el derecho público. Como en la época de 1789 me hallaba en España y la revolución de la Francia,  hiciese también la variación de ideas y particularmente en los hombres de letras con quienes trataba, se apoderaron de mí, las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre, fuese donde fuese, no disfrutase unos derechos que Dios y la naturaleza le habían concedido, y aún las mismas sociedades habían acordado en su establecimiento…

Al concluir mi carrera por los años de 1793, las ideas de economía política cundían en España con furor, y creo que a esto debí que me colocaran en la Secretaría del Consulado de Buenos Aires,  sin que hubiese hecho la más mínima gestión para ello.Fdo. Manuel Belgrano (“Autobiografía de Manuel Belgrano”, Ed. Coni Hermanos, Buenos Aires 1913).

Las ideas económicas
Muchos creen que si se concede entera libertad para la extracción de frutos el país quedará pobre y miserable y todo vendrá a ser caro; y se presenta a su imaginación un cuadro lastimoso; otros, que avizorados contra todo lo nuevo, ponen en movimiento algunos resortes, que desgracian los proyectos más útiles. En con­traposición, me contento con citar las máximas 16 y 25 del célebre economista Quesnay, que dicen: Primera: que no se impida el comercio exterior de los frutos, porque según es la extracción, así es la reproducción y aumento de la agricultura. Segunda: que se dé entera libertad al comercio, pues la policía del comercio interior y exterior, más segura, exacta y provechosa a la Nación y al Estado, consiste en la plena libertad de la concurrencia”. Fdo. Manuel Belgrano  14 de junio de 1798 (Citad» por Ricardo Caillet Bois, en su obra ““Las corrientes ideológicas europeas del siglo XVIII, v el Virreinato del Río dela Plata”)

Las ideas políticas
“El  dean Gregorio Funes, durante la oración fúnebre  que pronunciara en 1790, en honor del rey Carlos III  se expresó así:  ¿Qué importa, que el hombre haya nacido independiente, soberano, árbitro y juez de sus acciones? Estos privilegios del género humano en su infancia, debieron cesar en su adolescencia; no habiendo en este estado más ley que la que imponía el más fuerte, ¿qué venía a ser la vida, el honor y la hacienda, sino bienes contingentes de que podía ser privado impunemente?.  Para remediar a estos males, fue necesario renunciar a la igualdad de las condiciones y levantar por medio de un pacto social, un personaje moral que uniendo en sus manos y en su espíritu la fuerza y la razón de todos, los pusiese en estado de seguridad y defensa y mantuviese la paz (Citado por Ricardo Caillet Bois en su obra “Las corrientes ideológicas europeas del siglo XVIII,

Sugerencias para un cambio de la política española en América
En una época en que el espíritu de libertad hace tantos progresos, y que el entusiasmo que le subsigue hace tantos estragos, debe todo buen ciudadano dedicar sus meditaciones a evitar una revolución que los mismos abusos preparan, que el ejem­plo de los demás pueblos anticipa… Es un imposible, verificada la revolución, el pretender ce un congreso de entusiastas, que no se propasen. más allá de los límites de la razón, y que, arrebatados contra los abusos, no destruyan también las causa; tal vez inocentes que los producen,  así como sería -imposible el conseguir que una cuadrilla de locos arrancasen de un campo la cizaña sin arrancar el trigo.

. . Que nuestro actual estado es violento y que nada violento es durable; que si discurro medios para la subsistencia de la Monarquía y de la Religión, antes que los abusos de ambas acaben con las mismas, no es efecto de una novedad quimérica, sino de unos temores fundados. Como la América se ha mantenido con el gobierno despótico de los Virreyes, se ha creído que así convenía para tenerla sujeta,  sin reflexionar que las causas que facilitaron su conquista, subsisten para facilitar con cualquier gobierno su sujeción; pero que cuando no subsistan, será el mejor gobier no para perderla «como súbdita y como amiga».

Digo como súbdita y como amiga, porque del primer modo,  algún día se ha de verificar, pues la América,  por su magnitud, por su distancia y por sus proporciones, no está en un estado natural mandada por la Europa; y porque del segundo podrá haber gran diferencia entre echarnos como tiranos y echarnos como remotos, pues la misma lengua, las mismas costumbres y la misma religión, podrán hacer que conservemos su comercio y su respeto, tal vez más útiles que su dominación” (“Apuntes para una reforma de España, sin trastorno del gobierno monárquico ni la religión “,Victorián de Villava (1). Citado por Ricardo Levene en su obra “Vida y escritos de Victorian Villava”)

Carta a los Españoles Americanos (l791)
Las diversas regiones de la Europa a las cuales  la Corona de España ha estado obligada a renunciar, tales como el Reino de Portugal, colocado en el recinto mismo de la España y la célebre República de las provincias Unidas que sacudieron su yugo de hierro, nos enseñan, que un continente infinitamente más grande que la España, más rico, más poderoso, más poblado, no debe depender de aquel Reino, cuando se halla tan remoto  y menos aún,  cuando está reducido a la más dura servidumbre.

El valor con que las Colonias Inglesas de la América, han combatido por la libertad, de que ahora gozan gloriosamente, cubre de vergüenza nuestra indolencia. Nosotros les hemos cedido la palma con que han  coronado el Nuevo Mundo, de una soberanía independiente y agregad a esto, el empeño  de las cortes de España y Francia para mantener  la cansa de los ingleses  americanos. Aquel valor acusa nuestra insensibilidad. Que sea ahora  el estímulo de nuestro honor provocado por ultrajes que han durado trescientos años. Fdo. Juan  Pablo Vizcardo y  Guzmán. S.J.(Citado en la Revista Histórica, Lima, 1925, Archivo  del Instituto Hitórico del Perú)

Influencia de la revolución de Estado- Unidos
El Congreso de diputados reunidos en Nueva York abrió el templo de Jano, y la libertad dio el primer grito en el hemisferio que descubrió Colón… La historia de los grandes acontecimientos no nos recuerda un hecho que haya dejado impresiones más profundas ni que haya puesto en más agitación a los hombres que piensan sobre la naturaleza de sus derechos. Aunque el gobierno español hubiese podido levantar en aquel mismo día alrededor de sus dominios, una barrera más alta que los Andes, no habría podido extingir el germen de la grande revolución que se prepraba en Sud América”. Fdo. Bernardo de Monteagudo (Citado por Ricardo Caillet Bois en su obra “La revolución de las colonias inglesas de la América del Norte”).

Francisco de Miranda ilusionado con la ayuda de Inglaterra
En una carta fechada en Londres el 18 de abril de 1808, que FRANCISCO DE MIRANDA le enviara a su amigo SATURNINO RODRÍGUEZ PEÑA, le expresa su confianza en que Inglaterra, apoyará un movimiento contra España en América.

… He sabido muy por menor,  las ocurrencias en el Río de la Plata, desde el arribo de los ingleses y estos acontecimientos son de mucha magnitud para  nuestra América y sus habitantes; y así creo que no se descuidarán vuestras mercedes en preparar y combinar cuanto sea conveniente  y necesario para la emancipación absoluta de la Patria. Esta idea es general aquí en el día  y se cree que muy pronto  nos dará este gobierno  los auxilios necesarios para el logro de tan magnífica  como útil y necesaria empresa

Mayormente, después de los últimos eventos de Madrid y Aranjuez han hecho ver en el mundo entero, que la decrépita España, ni puede sostenerse a si misma, ni mucho menos gobernar el continente colombiano, dos veces más extenso que toda Europa y con doble población que aquella misma. Jamás se ventiló sobre la tierra, causa más sacrosanta, justa y necesaria al género humano, que la que por deber y derecho, estamos nosotros obligados a defender. El pueblo de Buenos Aires, en su defensa y repulsa del extranjero, nos ha dado un bello y noble ejemplo. Sigámosle entonces y digan nuestros hijos Patriae infelice fidelis. Fdo. Francisco de Miranda (“Documentos relativos a los antecedentes de Independencia  de la República Argentina”, Editado por la Facultad de Filosofía y Letras, Buenos Aires, 1912

Carta del Ministro inglés  George Canning al señor Frere, enviado como observador en España y Sud Américai
…Su Majestad ha manifestado repetidas veces, del modo más solemne, su determinación de mantener la integridad e independencia de la monarquía española. Su Majestad en ningún caso renunciará a ese compromiso, pero no debe entenderse como que se involucra a Su Majestad en el caso desdichado del fracaso de la causa de España en Europa, o en el caso aun más improbable de un compromiso entre España y Francia, ya sea de prestar su asistencia para conservar las colonias a España subyugadas, o de abstenerse, si se le solicita, de reconocer o aun ayudar su independencia (“Documentos relativos a los antecedentes de Independencia  de la República Argentina”, Editado por la Facultad de Filosofía y Letras, Buenos Aires, 1912.

Una Proclama sidiciosa “SEDICIOSA” (1809).  El 10 de agosto de 1809, Joaquín de Molina, desde la ciudad de Lima, muy exciado e indignado, le envió a su majestad, el rey de España, copia de un documento que consideraba “subersivo” y que le constaba, estaba circulando profusamente por Buenos Aires.y que decía así:

“Americanos: El día 1° de enero (el autor se refiere al primer alzamiento de Álzaga en Buenos Aires), estuvimos para ser sacrificados por el orgullo y ambición de cuatro infelices Europeos que a nuestros ojos se han formado del polvo de la nada. Estos hombres sin talentos y sin más principios que los que adquirieron detrás de un mostrador en veinte o treinta años de un continuo ejercicio de comprar y vender al menudo, se atrevieron a querer darnos leyes. “Americanos: no hay ya pretexto para  excusar nuestra apatía. Si sufrimos más largo tiempo las vejaciones que nos destruyen, se dirá con razón que nuestra cobardía las merece. Bajo cualquier aspecto que sea mirada nuestra dependencia de la España, se verá que todos nuestros deberes nos obligan a terminarla. Debérnoslo a nosotros mismos, por la obligación indispensable de conservar los derechos naturales recibidos de nuestro Creador, derechos preciosos que no somos de enajenar, y que bajo el pretexto que se busque, no pueden sernos quitados sin injusticia.

¿El hombre puede renunciar a su razón, o puede acaso serle arrancada por la fuerza? ¡La libertad personal es el primero, el más sagrado de sus derechos !.  Pues el libre uso de ella, es la herencia inestimable que debemos dejar a nuestra posteridad.

El valor con que las Colonias Inglesas de América han combatido por la libertad, de que ahora gozan gloriosamente, cubre de vergüenza nuestra indolencia. Nosotros les hemos cedido la Palma con que han coronado el Nuevo Mundo de una soberanía independiente. La misma España y la Francia se empeñaron en sostenerlos. El valor de aquellos valientes Americanos acusa nuestra insensibilidad: ellos y la Inglaterra protegerán la justísima causa de nuestro honor provocado con ultrajes que han durado trescientos años…

Compatriotas: ¡abramos nuestros ojos! La España está perdida, su principal apoyo son las riquezas que nosotros les damos y es tiempo de que les sean rehusadas para que sirvan a nuestra prosperidad y defensa (“Documentos relativos a los antecedentes de la Independencia”. Archivo General de la Nación).

(1). -VICTORIAN DE VILLAVA. Nacido en España, fue Fiscal de la Audiencia de Charcas de Charcas en 1789 y un  precursor de la emancipación americana, no porque la hubiese deseado, sino por la valiente denuncia de los vicios y errores del sistema colonial que realizó. Murió en Chuquisaca en 1802.

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