LA CIUDAD NUEVA FEDERACIÓN. SU ORIGEN (1777)

Es innegable que la ciudad de «Federación», en la provincia de Entre Ríos,  tiene estirpe. Empezando por sus ancestros y fundadores. El capitán JUAN DE SAN MARTÍN (padre del general SAN MARTÍN), gobernador de Yapeyú y de las «misiones guaraníticas», fue quien fundó el 15 de abril de 1777, la estancia «Nuestra Señora de la Concepción de Mandisoví» (o simplemente Estancia Mandisoví) y la Capilla de la Inmaculada Concepción, en proximidades del arroyo Mandisoví grande,

El 16 de noviembre de 1810, en ese mismo lugar, MANUEL BELGRANO, que iba camino al Paraguay, convierte la estancia, en la «Villa Mandisoví», que es considerada como el germen fundacional de la «primera Federación».

Hacia 1847, JUSTO J. DE URQUIZA (todavía ferviente «rosista»), traslada a los habitantes de la «Villa Mandisoví» y la refunda, llamándola «Pueblo de la Federación», en honor a la Santa Federación y organiza el traslado hacia su nuevo emplazamiento, siempre a la vera del río Uruguay, el coronel GUARUMBÁ, un indio guaraní hondamente republicano que luchó junto a Urquiza.

Finalmente, en 1978, en razón de que se hace necesario su traslado para dar lugar a las obras de la represa de Salto Grande, se construye íntegramente una nueva ciudad y el 25 de marzo de 1979, tiene lugar el acto oficial de inauguración de «la Nueva Federación», que será la tercera, dejando completamente sumergida en las aguas del río Uruguay a su antecesora.

La idea de construír la represa de «Salto Grande» surge a principios del siglo XX y se perfecciona hacia la década del 40, cuando se coloca la piedra fundamental para la obra. Pero recién en la década del 70 se concreta, luego de construírse el pueblo que debía albergar a los habitantes de la ciudad condenada.

Esa ciudad que fundara Urquiza y que en nombre del progreso sería barrida por las topadoras y sepultada bajo las aguas. Abiertas las compuertas de la «Represa Hidroeléctrica Binacional de Salto Grande», sobre el río Uruguay, formó un lago de 78 mil hectáreas que sumergió en su lecho a «la vieja ciudad de Federación».

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