Autor: Horacio 10/12/2015 0 Comentarios

La Universidad de Córdoba honra a su fundador, fray Fernando de Trejo y Sanabria. Y para ello, celebró un funeral en su memoria, en el Templo de la Compañía de Jesús.

La oración fúnebre estuvo a cargo de fray MAMERTO ESQUIÚ, y concurrió al acto el doctor MIGUEL JUÁREZ CELMAN, invitado por el doctor ALEJO DEL CARMEN GUZMÁN, Rector de la Universidad.

Fray Mamerto Esquiú, en su oración,  ensalzó la figura del Obispo Trejo y Sanabria, por el celo con que cumplió el sagrado deber de la visita pastoral de su inmensa y trabajosísima diócesis, y por la tierna caridad que mostró con los indígenas y esclavos, «estableciendo a beneficio de ellos, por todas partes cofradías del Santísimo Nombre de Jesús, a fin de que en el culto y amor de ese nombre, que es superior a todo nombre, adquiriesen títulos de verdadera nobleza, y ante los ojos de los hombres que se mostrasen dignificados con la libertad de hijos de Dios».

Lamentó que el obispo Trejo no viera ya instalada la Universidad y agregó que «tampoco Hernando de Magallanes vio grande a América, ni la nao «La Victoria» que volvió al Guadalquivir, después de haber descubierto y atravesado el Estrecho que hoy lleva su nombre y dado la vuelta al mundo, llevó consigo a su ilustre Capitán».

 Al terminar el oficio religioso, el doctor Juárez Celman se acercó a fray Mamerto Esquiú y le dijo: «Padre, es una lástima que Córdoba tenga ya una gran Universidad». «Por qué ?», le preguntó sorprendido el franciscano.  «Porque yo, ahora, podría fundarla y me quedaría el consuelo que usted, en mis exequias, exaltara al fundador, en la forma magnífica que ha loado usted a Trejo (ver La Universidad de Córdoba).