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EL PARQUE ARGENTINO (19/07/1828)
El 19 de julio de 1828, abrió sus puertas en Buenos Aires, el primer jardín público a imitación de los europeos, más con la idea de dotar al país de un nuevo atractivo a la ciudad, que con la idea de obtener un lucro.
El jardín se denominó «Parque Argentino», y los ingleses lo llamaban «Vauxhall». Ocupaba la manzana comprendida entre las calles Temple, Córdoba, Uruguay y Paraná y se formó con un capital de 100.000 pesos, aportados por varios caballeros ingleses.
Los jardines estaban perfectamente arreglados y cuidados, se importaron muchas plantas y semillas extranjeras, por entonces muy raras aquí.
Es preciso confesar que el país, aunque muy adelantado, no estaba aún preparado para esta clase de paseos, en los que «se mira, pero no se toca», así que, a pesar de la vigilancia empleada, los concurrentes, o mejor dicho, las concurrentes, arrancaban a hurtadillas plantas, que sacaban las sirvientes debajo de sus pañuelos o rebozos, creyendo, sin duda, que éste era un pecadillo perdonable, no contentándose con loa hermosos ramos de flores que se las permitía llevar, hechos por el jardinero encargado.
Había en el establecimiento un buen hotel francés, atendido por los señores PORCH y BERNARD, magníficos salones de baile y un circo con comodidad para 1.500 personas donde se presentó la «Compañía Ecuestre Americana de Smith», «la troupe de Chiarini» y otros espectáculos de este tipo.
Había también un pequeño teatro en el que, durante el verano, dieron varias funciones los actores del Teatro Argentino, entre ellos, el célebre actor CASACUBERTA. Por las tardes tocaba diariamente una buena banda de música y se exhibían algunos animales, entre ellos, un hermoso tigre, un tapir o anta, etc.
Los edificios eran vastos y ofrecían todas las comodidades de la época. Cuando se formó la sociedad, la propiedad pertenecía a SANTIAGO WILDE, quien comprando más tarde todas las acciones, volvió a ser único dueño de lo que fué, por muchos años, su residencia particular (ver Los Paseos porteños).