Autor: Horacio 10/12/2015 3 Comentarios

El 12 de junio de 1883, se aprueba la ley que permitió la construcción del dique San Roque, en la provincia de Córdoba, una de las mayores obras de ingeniería de la época.

Recordemos que en 1778, durante la gobernación del Dr. Antonio del Viso (1777-1780), se estudia la posibilidad de construir un  Dique en el Valle de San Roque (1), para que «proveyera de agua suficiente a la ciudad, tanto para consumo humano como para riego, controlando a su vez las crecientes».

Debieron pasar ciento dos años, para que ese primitivo proyecto fuera nuevamente considerado. Y fue el doctor MIGUEL JUÁREZ CELMAN, mientras era gobernador de esa provincia, quien impulsó su construcción «para controlar las inundaciones, suministrar de agua a la ciudad de Córdoba y generar energía hidroeléctrica».

Cuando MIGUEL JUÁREZ CELMAN asumió como gobernador de Córdoba en 1880, una de sus primeras medidas fue anunciar que ordenaría la construcción de ese Dique largamente esperado en el valle de Punilla  y en 1883, el ingeniero francés ESTEBAN DUMESNIL y el argentino CARLOS CASSAFFOUSTH fueron contratados para su realización.

El contrato para construir el primer dique se firmó ese mismo año, “para controlar el flujo de los ríos serranos para proveer de agua a la ciudad de Córdoba (abundante en verano y escasa en invierno) y también desarrollar un plan de riego para la zona de Punilla”, decía el Decreto respectivo.

En 1884 el Gobierno expropió los terrenos destinados al Dique y se dio comienzo a los trabajos. Al principio, la gigantesca empresa avanzó lentamente, en parte por la dificultad para excavar los cimientos ya que recién a 15 metros de profundidad se encontró roca apta para la cimentación.

Los trabajos previos demandaron enormes esfuerzos por las características extremadamente duras del terreno rocoso que era necesario remover, por la falta de personal especializado en este tipo de obras y aún por la escasez de simple mano de obra. Pero a pesar de ellas, la obra siguió su marcha.

En 1886 la sociedad formada por JUAN BIALET MASSÉ y FÉLIX FUNES se sumó a las obras de construcción y entre 1886 y 1889, el paredón y el embalse fueron una realidad. Finalmente, el Dique pudo ser terminado e inaugurado el 12 de abril de 1890. Bajo el lago formado por el embalse quedaban sumergidos casas, árboles y una Capilla.

Se habían usado 120.000 toneladas de piedras mezcladas con un mortero de cal hidráulica, para construir una estructura de hormigón tipo “Gravedad” cuya altura era mayor que su base, por lo que se asentaba en sus paredes (tenía un largo superior a los 130 metros y una altura de 54 metros) y su curvatura doble, embalsaba 201 hectómetros cúbicos de agua, cubriendo un área de 16 kilómetros cuando su capacidad estaba a pleno, lo que permitió crear un gran lago, artificial, devenido luego en atracción turística

Un año más tarde BIALET MASSÉ fue detenido bajo el cargo de defraudación mientras que un informe lo acusaba de haber utilizado materiales deficientes en la obra.

Que había pasado?. La política, nuevamente la política y los intereses de las grandes corporaciones irrumpieron con graves denuncias de “irresponsabilidad”, “peligro de derrumbe”, “fraude con el empleo de materiales inadecuados”, etc., etc. y durante un tiempo la idea de que el dique podía romperse fue una verdadera obsesión.

El presidente de entonces, el doctor CARLOS PELLEGRINI designó a un supuesto ingeniero sueco FEDERICO STAVELIUS para que inspeccionara aquella construcción y mientras BIALET MASSÉ lo desmentía desde la cárcel, STAVELIUS dijo que tenía 90 puntos de filtraciones de agua y pidió que se levantara un muro de ladrillos y cemento hecho con portland importado directamente de Inglaterra. Eso fomentó el mito de que el dique corría peligro de derrumbarse.

Pero la investigación posterior reveló que los materiales eran adecuados y su única falla consistía en que eran argentinos y en no haber sido adquiridos en las grandes fábricas inglesas, realidad que había frustrado la esperanza de pingües negocios a ciertos personeros de la banca internacional.

Y para terminar esta historia, recordemos que el tal “ingeniero Stavelius”, resultó no ser ingeniero y desapareció de Buenos Aires cuando las pruebas en contra de sus informes, comenzaron a aparecer. El presidente JUÁREZ CELMAN renunció al ser derrotado por un movimiento armado; afectó a Bialet Massé y a Cassafousth, quienes tenían vínculos con el ex mandatario y en noviembre de 1893 BIALET MASSÉ fue liberado, pero tanto él como CASSAFOUSTH estaban arruinados económicamente.

En 1895 ambos fueron absueltos. Cassafousth murió pocos años después, sumido en una gran depresión. Stavelius nunca pudo demostrar que fuera ingeniero y el gobernador cordobés Manuel Pizarro tuvo que renunciar. Juan Bialet Massé murió en Buenos Aires el 22 de abril de 1907, consumido por un cáncer en la garganta (ver Bialet Massé, Juan).