EL CHANGARÍN

En el norte y el este de la región pampeana argentina, se llamaba  «changarín»  al peón de las cuadrillas que, en los galpones del ferrocarril  y a las órdenes de un capataz, se ocupaba de todas las faenas vinculadas con el cereal ya trillado: carga y descarga de vagones , ventilación del grano  en las playas y estiba  de las bolsas, cuando el grano  era depositado en espera de su embarque en los trenes.

“Changarín” deriva de “changa”, palabra quichua que significa “ganancia ocasional”, pues el jornal de esos “changadores”, era de un tanto por bolsa y en consecuencia, su ganancia dependía de la mayor o menor cosecha que se producía en esa zona. Hoy, el término “changarín” se usa en todo el territorio argentino para designar al peón rural o urbano que se ocupa de tareas ocasionales, sin tener un trabajo o un sueldo fijo, como ser, traslado de equipajes en estaciones de tren, acompañando a los carreros, cartoneros, etc., ocupándose de la limpieza de lugares públicos, etc. (ver «Voces, usos y costumbres del campo»)

 

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