BACLE, CÉSAR HIPÓLITO (1794-1838).

César Hipólito Bacle fue un litógrafo, pintor y testigo documental de la vida y costumbres del Buenos Aires colonial.. Verdadero cronista de la época que con su obra dejó registrados para la posteridad, personajes y escenas de nuestra historia pasada. Nació en Versoix, cerca de Ginebra, Suiza, el 16 de febrero de 1794. Era un hombre de gran cultura que se interesaba por la astronomía, las ciencias naturales y la cartografía. Realizó viajes por el interior de África y en 1825, se trasladó a Buenos Aires, donde en 1828, instaló un taller para desarrollar sus habilidades como artista, un importante establecimiento de litografía, impresión; pintura y otros procesos similares utilizados en Europa, donde produjo muchas ilustraciones que reflejaban el Buenos Aires de entonces, dibujadas por él, por su mujer, ANDREA BACLE, y por otros artistas (ver Las láminas de Bacle).

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En 1826; reprodujo retratos de héroes de la Guerra de la Independencia y de los primeros tiempos del período nacional y realizó también la publicación de libros sobre paisajes locales, modas y costumbres del Buenos Aires de su tiempo; ampliamente mencionado en historias del arte y la imprenta argentinas. En 1830 inició la publicación de la serie de litografías “Trajes y costumbres de la provincia de Buenos Aires”, una obra que lo consagra como un iluminado pionero en la crónica de los hechos y costumbres de la sociedad que lo tuvo como su contemporáneo.

El movimiento de las calles porteñas y sus personajes más característicos: lavanderas, faroleros, vendedores ambulantes, son todos reflejados en esta obra que es un elocuente documento para conocer los orígenes de Buenos Aires y de sus habitantes. Ese mismo año comenzó a editar un “Boletín de Comercio”. En 1832 Rosas dictó un decreto por el que se obligaba a los editores extranjeros de periódicos a renunciar a su nacionalidad y tomar la argentina. Bacle pidió al gobierno que lo exceptuara de esa obligación pero el permiso fue denegado y allí comenzaron sus primeros choques con el régimen. Para evitarse males mayores, Bacle se trasladó a Santa Catalina, Chile, donde permaneció diez meses y allí se dedicó a realizar estudios geográficos y topográficos y también a la observación de la fauna y la flora. Regresó a Buenos Aires en 1833, tomó la dirección de la Litografía del Estado y reanudó la publicación de “Trajes y costumbres” que muestran el movimiento de las calles porteñas y sus personajes más característicos: lavanderas, faroleros, vendedores ambulantes.

Con la colaboración de su hijo Augusto, que había obtenido la ciudadanía argentina y que por eso estaba habilitado para ser el Director de la empresa, el 5 de enero de 1835 comenzó a publicar el “Diario de Anuncios y publicaciones Oficiales de Buenos Aires”, impreso en la Imprenta de Comercio que era de su hijo y contando con el aporte de  JOSÉ RIVERA INDARTE, que actuaba como redactor. Y fue cuando ganó la calle el número 80 de esta publicación, que los porteños, vieron asombrados que en sus páginas centrales, aparecía una detallada biografía “ilustrada” de Rosas.

En 1835 editó el “Museo Americano” (también conocido como “El libro de todo el mundo”, donde  Rivera Indarte utilizaba para ilustrar sus artículos, algunas de las litografías de Bacle, por lo que puede considerarse que este diario fue el primer periódico ilustrado que se editó en el país.  Y que fue luego continuado por “El Recopilador” Paralelamente con sus actividades como impresor, Bacle estuvo muy involucrado en política y su amistad con algunos adversarios de Rosas, tales como Rivadavia y Valentín Alsina, lo hicieron sospechoso. Para empeorar la situación, la publicación de la biografía de Rosas en el número 80 de su periódico, no le cayó muy bien al gobernador de Buenos Aires y ordenó su detención.

En 1836 hizo un viaje a Chile, donde le ofrecieron un contrato ventajoso. Volvió a Buenos Aires para buscar a su familia y aquí se vio envuelto en dificultades a raíz de su amistad con algunos adversarios políticos de Rosas que lo convirtieron en sospechoso. Afectado más tarde por un Decreto de Rosas que le prohibía adquirir propiedades a los ciudadanos extranjeros que no cumplieran con las leyes de servicio militar obligatorio que regían en el País, decidió ir a radicarse definitivamente en Chile, pero en momentos que intentaba iniciar el viaje, fue detenido y hallándosele en posesión de una serie de  mapas y cartas militares de interés para probables enemigos, Bacle fue hecho prisionero y encarcelado en el Cuartel del Retiro. Luego se lo envió a la prisión de Santa Fe y allí su salud ya débil empeoró día a día y seis meses más tarde, murió el 4 de enero de 1838, poco después de ser puesto en libertad. El así llamado “incidente Bacle” fue utilizado por Francia como uno de los argumentos que justificaron su intervención en el Río de la Plata y el bloqueo de Buenos Aires (1838-1840).

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