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ANTIGUO HOSPITAL ESPAÑOL EN BUENOS AIRES (05/09/1852)
El día 5 de Septiembre de 1852, en el local ubicado en la calle Santa Clara (luego Potosí y hoy Alsína) 679, quedó inaugurada la Sala Española de Comercio y Asilo de Beneficencia, bajo la presidencia de Don ESTEBAN RAMS Y RUBERT, origen del actual Hospital Español.
Fue esta, la primera Institución española que se constituyó en el Río de la Plata, después de la Independencia de la República Argentina y sede de una comunidad que buscaba atender las necesidades de los inmigrantes españoles más desfavorecidos, cuyo principal desarrollo arquitectónico fue luego el Hospital Español.
Después de numerosas vicisitudes de todo tipo, el 30 de junio de 1872, en el solar adquirido en la calle Belgrano 2975, entre La Rioja y Dean Funes, en el barrio de Balvanera de la ciudad de Buenos Aires, se procedió a colocar la piedra fundamental del que será destinado a la instalación del Hospital Español, una obra que duró cinco años. Se inauguró el 8 de diciembre de 1877 y fue puesto bajo la advocación de la Inmaculada Concepción de María.
Para realizarla, se contrataron los servicios de JULIÁN JAIME GARCÍA NÚÑEZ, un arquitecto argentino de ascendencia española, predilecto de la colectividad española en y reconocido como uno de los máximos representantes de la corriente del “art nouveau”, llamada modernismo catalán en la Argentina.
Se diferenciaba de otros hospitales de su época, que disponían horizontalmente sus pabellones para separar enfermos, el Español, limitado por las medidas del predio que ocupaba, debió recurrir a una construcción en altura, por lo que su edificio se definió como una estructura de más de 30 metros, con nueve pisos, con entrada por la ochava. Numerosas esculturas, tallas de madera, valiosos cuadros y grandes ventanales, le otorgaban un aire de señorío español que le fue muy grato a sus más de 80.000 afiliados, que llegó a tener.
En 1908 por imposición de las circunstancias y para adecuarlo a las nuevas necesidades que imponía la ciencia y la gestión hospitalaria en su permanente avance, el edificio del Hospital debió ser remodelado y gran parte de él, fue demolida y reconstruído, estando a cargo del proyecto y de la dirección de la obra, los arquitectos JUAN MOLINÉ y JULIÁN JAIME GARCÍA NÚÑEZ.
Así su estructura sufrió una extraña combinación entre lo antiguo y lo nuevo. Una moderna ala de ladrillo rojo que pretende hermanarse con una delicada arquitectura de finales de siglo XIX, sin armonía ni criterio de preservación. «En un exponente de la falta de cuidado del patrimonio, fue demolido en un 60% y reemplazado por una estructura con otra volumetría”.
En un manifiesto publicado en la revista “Summa” y recuperado por el arquitecto e investigador ROBERTO BONIFACIO, en 1968 el arquitecto FRANCISCO BULLRICH escribió consternado sobre la mutilación del edificio: «Se llevó a cabo contra la cultura nacional un atentado irreversible del cual somos responsables, algunos de hecho, otros por omisión y todos en realidad por ignorancia.
El edificio del Hospital Español, la obra más significativa de la arquitectura argentina y eventualmente sudamericana de la primera década del siglo, fue demolida sin que se alzara ni una sola voz de advertencia, no digamos ya de protesta, lo mismo que ocurrió con los viejos hospitales Rawson, Ferroviario y Francés, desaparecidos en 1978, 1999 y 2008 respectivamente (ver Edificios memorables que ya no están).
En el barrio de Balvanera, en Independencia 2442,a principios del siglo XX el arq. García Nuñez construyó su lujosa casa particular en el más puro estilo «Art Nouveau» La planta baja reservada a la escultura: rieles y vagoneta para mover mármoles y rocas. 1er piso:azulejos con personajes del Quijote, salones artesonados, vitrales hasta en las claraboyas de las habitaciones, mosaicos floridos en los pisos del recibidor , baños y cocina,un gran vitral ilustrando una leyenda vikinga era el ventanal que abría sobre el patio interior,etc. Una veleta coronaba el mirador en la azotea decorada como un patio sevillano con una fuente de cerámica y un banco de azulejos. La caldera para la calefacción central en el sótano.
Se decía que mas tarde fue sede de las fiestas sociales de los Fascistas italianos. Alquilada después de la guerra a la flia. Panza y demolida en los 70, remplazada por un desabrido garage de ladrillo pintado de verde. También se dijo que la demolición fué muy rápida porque la casa estaba en la lista de probables «patrimonios culturales» protegidos por la Ley.