AGRELO, Pedro José (1776-1846)

Abogado y profesor de Derecho. Nació en Buenos Aires el 28 de junio de 1776. Personaje relevante de la Revolución de Mayo y de la lucha por la Independencia Argentina. Estudió Filosofía y Teología en el Colegio de San Carlos y pasó para concluir estos estudios, a la Universidad de Chuquisaca, donde cursó Derecho y se graduó en 1810. Vuelto a su patria redactó La Gaceta de Buenos Aires. En 1812 se le nombró Fiscal de Estado como sustituto de don Teodoro Sánchez de Bustamante, tocándole intervenir en la célebre causa seguida al ex alcalde ÁLZAGA y a sus compañeros de conspiración. A la indomable severidad de Agrelo se debe la rapidez con que fue ahogada en sangre aquella conjura que, de llegar a estallar, hubiera quizá puesto en peligro al país y a sus instituciones. Discípulo convencido de MARIANO MORENO, combatió duramente a SAAVEDRA y a su partido, contándose entre los miembros dirigentes de la célebre Sociedad Patriótica, fundada expresamente para combatir al partido conservador y a sus hombres. Fue Diputado ante la Asamblea del año XII, representando a Salta, y miembro Asamblea del año XIII, compuesta, en su mayoría, por diputados demócratas y lautarinos (miembros de la Logia Lautaro).

Cuando ALVEAR sucedió a POSADAS, le nombró asesor y Auditor de Guerra; pero al ocurrir el motín de Fontezuela, que derribó al Director, se vio exonerado y desterrado a San Nicolás, donde permaneció hasta el mes de mayo de 1815, en que se le dio permiso para regresar a Buenos Aires. En 1816, fundó y fue el redactor principal del diario “El Independiente”, de acentuada tendencia democrática y a través de sus páginas y las de “La Crónica Argentina”, se opuso a las ideas monárquicas de MANUEL BELGRANO, insistente defensor de la idea de coronar un Inca. Difundió sus  convicciones democráticas, repitiendo que las grandes decisiones, vinculadas con los intereses del estado, deberían ser tomadas  por medio del voto libre de todos los ciudadanos.  “El Independiente” dejó de aparecer hacia fines de 1816 y al año siguiente, en 1817, debido a sus ataques periodísticos y sus actividades políticas como opositor del Director Supremo PUEYRREDÓN y a favor de los principios federales, fue acusado de conspirar contra el Gobierno y nuevamente desterrado, esta vez a Norte América, junto con FRENCH, MORENO, CHICLANA y otros opositores y redactores de “La Crónica Argentina”. Vuelto a la Patria, en 1821, se dedicó a la docencia y a atender su estudio jurídico. Sucedió al doctor Sáenz en la cátedra de Economía Política de la Universidad de Buenos Aires. En 1822, redactó la Constitución de Entre Ríos y en 1829, nombrado Fiscal General del Gobierno, abandonó su cátedra en la Universidad de Buenos Aires. A comienzos de 1830, junto con los generales MIGUEL DE AZCUÉNAGA y MANUEL GUILLERMO PINTO y los doctores MIGUEL VILLEGAS y SATURNINO SEGUROLA, formó parte de la Comisión encargada de clasificar los escritos publicados por la prensa de esta ciudad desde diciembre de 1828 hasta el 24 de junio de 1829. En 1835, ROSAS ordenó su remoción, fue hecho preso pero logró fugar a Montevideo. Desoyendo las sugestiones de Rosas, que le ofreció devolverle el empleo y sus bienes si reconocía su autoridad. Agrelo, que era un hombre de gran carácter y firmes convicciones, prefirió la miseria a abdicar de los principios e ideales de toda su vida. Según FLORENCIO VARELA fue uno de los hombres más laboriosos de la época. Dejó escritos siete volúmenes de sus “Memorias”, que donó a aquel escritor. El 23 de julio de 1846 murió en Montevideo, oscuro y pobre, ignorado hasta de sus amigos. Ocupó altos cargos públicos, destacándose en todos ellos por su contracción y sus luces, especialmente en el desempeño de las cátedras que dictó en la Universidad de Buenos Aires.

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