LOS HUARPES

Nación de origen andino, también llamada «guarpes», cuyos componentes, a mediados del siglo XVI  vivían en un área al pie de la Cordillera de los Andes, cerca de las lagunas de Guanacache, en el norte de la provincia de Mendoza, el sur de San Juan y según algunos especialistas hasta el norte de la provincia de San Luis.

El jesuita español ALFONSO DE OVALLE, los describió como delgados y altos; de fuerte complexión aunque delgados y enjutos y de piel muy oscura y que corrían con gran velocidad y resistencia. Usaban el cabello largo adornado con plumas.

Se pintaban el rostro en ocasiones de ceremonias con líquidos vegetales. Vestían una “camiseta andina” y se cubrían con mantas y ponchos tejidos con lana de llama o alpaca. Conocían la cerámica rayada, grabada en bajo relieve y la cerámica policromada. Cuando llegaron los españoles, ya hacían vida sedentaria.

Sus viviendas ocupando cada familia “una tierra” (así era llamado el sector que ocupaba cada familia huarpe, incluyendo su vivienda, corrales, y cultivos) constituyendo pequeñas agrupaciones que  estaban separadas unas de otras hasta por unos 20 kilómetros. La tierra que cada grupo habitaba y explotaba era propiedad del cacique.

Los caciques podían vender, donar e incluso alquilar las tierras, lo que implica la propiedad o titularidad de las mismas que, como el cacicazgo en sí, era hereditaria. La propiedad del terreno por parte del cacique incluía también el derecho al uso del sistema de irrigación, es decir, de las acequias que se construían para regar los cultivos, así como los vegetales que en él se encontraban y que posibilitaban la recolección de frutos, especialmente referido a los bosques de algarrobos o algarrobales.

Criaban llamas en cautiverio para utilizarlas para el transporte de cargas, pero también consumían su carne, utilizaban el cuero para hacer sus vestidos y calzados, su lana para tejer. Recolectaban frutos de la tierra, en especial drupas de chañar y la algarroba, con la que preparaban el “patay” (una especie de pan) y la “chicha” y la “aloja”, fuertes bebidas espirituosas.

La importancia de la recolección de las vainas de algarrobo en la economía huarpe está evidenciada por la existencia, dentro de las tierras de los valles centrales, de bosques llamados hoy “algarrobales”. Cultivaban la tierra, sembrando papas, porotos, zapallo, calabaza, yerba mate y posiblemente ají y quinoa.

Usaban una larga lanza con punta de piedra que tallaban, arcos y flechas, hondas y boleadoras y con estas armas guerreaban y cazaba guanacos y ñandúes al pie de la cordillera, patos, perdices y “quirquinchos”.

ALONSO DE OVALLE observó el método huarpe para cazar y lo dejó asentado en una serie de relatos donde dijo: “…: seguían al animal trotando constantemente durante 2 o 3 días (casi sin beber ni comer) al cabo de los cuales el animal, agotado, nada podía hacer para evitar su captura”.

Pescaban con lanza con la que arponeaban a los peces y para cazar patos vaciaban una calabaza y con la cabeza introducida en ella, se metían en el agua. Sumergidos, se acercaban silenciosamente así ocultos a los patos y los agarraban por las patas, sin hacer ruido. Para pescar, empleaban además unas primitivas balsas, que hacían mediante una antigua factura que consistía en reunir varios haces de tallos de juncos o totoras,  fuertemente ligados entre sí,  para lograr una larga embarcación con rebordes que impulsaban con una pértiga que manejaban parados en su parte posterior.

Grandes rastreadores, comían langostas que tostaban. Eran hábiles tejedores y con una especie de paja tejían vasos y vasijas con una textura tan apretada que los hacía impermeables y  les servían para beber y para cargar agua. Habitaban en chozas de quincha y tenían hornos de barro para su cocina. (Recomendamos acudir a la página “pueblosoriginarios.com”, donde se hallará una excelente material referido a la nación “Huarpe”, con datos de sumo interés sobre organización social, economía, etc.)

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *