SAN MARTÍN Y SUS DETRACTORES (20/06/1820)

En junio de 1820, antes de emprender la marcha hacia Perú a la cabeza de la expedición que llevaría la libertad a aquellos territorios, aún en poder de los realistas, el general SAN MARTÍN no pudo reprimir la necesidad de expresar su dolor por una angustia que lo atormentaba: el destino de su patria.

«Voy a manifestaros mis quejas», decía en su mensaje al Cabildo, «no porque el silencio sea una prueba difícil para mis sentimientos, sino porque yo no debo dejar en perplejidad a los hombres de bien, ni puedo abandonar enteramente a la posteridad, el juicio de mi conducta, calumniada por hombres en quienes algún día la gratitud recobrará sus derechos»  (ver San Martín, propulsor de una monarquía?).

Y al recordar la anarquía y el caos que reinaba en las Provincias Unidas, el exceso de libertad que había permitido perder el respeto por el orden y la justicia; el peligro que representaban los caudillos que no pensaban sino en sus propias ambiciones y el pueblo que indiferente, no medía el peligro que se cernía sobre la patria, proféticamente dijo: «Compatriotas: yo os hablo con la franqueza de un soldado. Si dóciles a la experiencia de diez años de conflictos, no dais a vuestros deseos una dirección más prudente, temo que, cansados de la anarquía, supere al fin la opresión y recibáis el yugo del primer aventurero feliz que se presente».

«Provincias del Río de la Plata: voy a dar la última respuesta a mis calumniadores. Yo no puedo hacer más que comprometer mi existencia y mi honor por causa de mi pais. Sea cual fuere mi suerte en la campaña al Perú, probaré que, desde que volví a mi patria, su independencia ha sido el único pensamiento que me ha ocupado y que no he tenido más ambición, que la de merecer el odio de los ingratos y el aprecio de los hombres virtuosos»,

Ya en el Perú, una vez liberados esos territorios del yugo español, e instalado en el gobierno como “Protector del Perú”, seguirá siendo blanco de críticas e intrigas que fueron menoscabando su esperanza de afianzar un gobierno de criollos fundado en los principios republicanos que inspiraron su gesta (ver San Martín y el estandarte de Pizarro).

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