LA MATANZA DE VILLAMAYOR (31/01/1856)

En el marco de la confrontación de Buenos Aires con el resto de las provincias que integraban la Confederación, a comienzos de 1856, el general El general federal Hilario Lagos se subleva contra el gobierno separatista de Buenos Aires y el Coronel JOSÉ MARÍA FLORES realizó el que fue el tercer intento de invasión a la provincia de Buenos Aires. Partiendo desde Montevideo, desembarcó en Ensenada, mientras el Coronel JERÓNIMO COSTA (imagen), lo hacía luego, al mando de una pequeña fuerza compuesta por unos 160 hombres en Zárate el 27 de enero de 1856.

El 24 de enero, FLORES fue rápidamente derrotado, pero COSTA, ignorando la derrota de FLORES, tratando de levantar la campaña durante la marcha, logró avanzar hasta Luján y luego hacia la localidad de Villamayor, en el actual Partido de La Matanza, donde fue alcanzado por fuerzas leales al Gobernador de Buenos Aires, que al mando de los coronel EMILIO CONESA y ESTEBAN GARCÍA, EL 31 DE ENERO DE 1856, lo derrotaron en la llamada “batalla de Villamayor”.

Hacía pocos días (el 28 de enero), que el goberndor de Buenos Aires, el Doctor PASTOR OBLIGADO, decidido a desalentar todo intento desestabilizador, había dictado una resolución refrendada por sus ministros BARTOLOMÉ MITRE, VALENTÍN ALSINA y NORBERTO DE LA RIESTRA, mediante la cual ordenaba que “todos los individuos titulados jefes que hagan parte de los grupos anarquistas y fuesen capturados serán pasados por la armas inmediatamente” (1).

En virtud entonces de tal resolución, el General BARTOLOMÉ MITRE que había dirigido la operación, ordenó el inmediato fusilamiento del Coronel COSTA, de los Coroneles LEÓN BENÍTEZ, RAMÓN BUSTOS y JUAN FRANCISCO OLMOS, junto con 140 de sus hombres (el resto logró escapar o fue muerto en combate), haciendo “per se”, extensiva  la orden hacia todo el personal de tropa.

Cayeron entonces en esa fatídica jornada, junto a sus soldados, sus jefes y el mismo Coronel COSTA, aquel que fuera honrado por su heroico comportamiento durante la defensa de la isla Martín García, junto a su Segundo, el Capitán de Navío JUAN BAUTISTA THORNE, ante el ataque francés a dicha plaza, un heroico comportamiento que fue premiado por el comandante HIPÓLITO DAGUENET, jefe de los atacantes, devolviéndole su espada a COSTA, en muestra de respeto a su valor (ver Finales amargos para hombres y  mujeres públicos argentinos)

 “El 31 de enero, regresó el coronel Mitre, ministro de la guerra: se le recibió con ovaciones. El gobernador Obligado, dijo a los manifestantes: -Dense vivas al coronel Mitre, a quien se le deben estos sucesos, que tanto ha trabajado y tanto ha sufrido preparándolos”… El diario “El Nacional”, redactado por Sarmiento, afirmó: “Han muerto o han sido fusilados, en el acto de ser aprehendidos, Bustos, Costa, Olmos (si no lo está, lo estará, voto al chápiro). Trofeos, la espada de Costa, ruin y mohosa. El carnaval ha principiado. Se acabó la mazorca”.

 Mientras que el periódico La Tribuna dijo: “El verdadero triunfo de la causa del pueblo no ha sido Caseros, sino Laguna de Cardoso, en donde fue destruido Flores y Villamayor, en donde sucumbieron ayer Costa y Bustos, Pérez y García, por quienes se interesaron los vecino de Luján, estaban ejecutados cuando llegó la orden de indulto”. Se obsequió con un álbum al coronel Mitre, como héroe de la jornada y se dio un banquete en el club del progreso al mismo coronel y jefes y oficiales que lo habían acompañado” (extraído de “Huellas Suburbanas.info).

 (1)..Es decir, que para no tener que respetarlos como a enemigos, simplemente los declaró bandidos. Más tarde, DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO y BARTOLOMÉ MITRE har{ian lo mismo en casi todas las guerras civiles. Entre 1861 y 1875, los enemigos pasaron a ser simples bandoleros, por lo que se los podía ejecutar sin juicio previo.

 

1 Comentario

  1. CLAUDIO

    excelente la info ya q no hay mucha , gracias

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