LAS ISLAS MALVINAS. CRONOLOGÍA DE UN DESPOJO (02/01/1833)

Las Islas Malvinas forman parte de un archipiélago ubicado en la plataforma submarina continental, perteneciente a la República Argentina y usurpada por el gobierno inglés en 1833.

Situado en el Océano Atlántico, a 550 km. de la entrada al Estrecho de Magallanes, está formado por más de cien islas, entre las que se encuentran la isla Soledad y la Gran Malvina, ambas las de mayor tamaño.

Tiene una superficie de 11.718 kilómetros cuadrados y una población estimada en 2.000 habitantes.  Sus principales recursos económicos provienen de la explotación de ganado ovino y del aceite de ballena.

Las Islas Malvinas antes de la guerra | Pauta Global

En los mapas de principios del Siglo XVI ya aparece un archipiélago en la región de las islas Malvinas y hoy, todavía son varias las teorías sobre su descubrimiento.

Se  cree que AMÉRICO VESPUCIO pudo haber avistado las islas en 1502, durante uno de sus viajes, pero no hizo mención de nombre alguno para citarlas en sus informes de navegación.

En 1519 o quizás en 1520,  el capitán ESTEBAN GÓMEZ al comando de la nave “San Antonio”, que integraba la expedición de HERNANDO DE MAGALLANES, desertó y en su camino de regreso a España, se encontró con varias islas, que llamó «Islas de Sansón y de los Patos», nombre con el que aparecieron las islas Malvinas en un mapa trazado por RIBERA en 1526, seguramente refiriéndose  al archipiélago de las actuales Malvinas, porque con el nombre de «Islas de Sansón» («San Antón», «San Son» o «Ascensión»), figuraban en los mapas españoles de ese período, las mismas islas que otros cartógrafos hacían figurar con el nombre de “Sebaldinas”, adjudicándole a SEBALD DE WEERT, el mérito de su descubrimiento en 1599.

Quizás haya sido HERNANDO DE MAGALLANES quien las descubrió durante sus expediciones por los mares del sur, recorriendo la costa de la  Patagonia en 1522 y hasta es posible que haya sido SEBASTIÁN ELCANO y los 18 tripulantes de la expedición de MAGALLANES, únicos sobrevivientes de esa expedición que partiendo desde San Lucas de Barrameda” el 20 de setiembre de 1519, pudieron retornar al mismo puerto en España, después de haber dado la primera vuelta al mundo en navegación.

El “diario” que llevaba el piloto de MAGALLANES llamado FRANCISCO ALBO, donde fue anotando los pormenores de ese viaje y las notas del supernumerario de esa expedición ANTONIO PIGAFETTA, donde describió por primera vez, el territorio de la Patagonia, son dos de las fuentes que confirmarían este hecho.

A partir de los testimonios de 1520, numerosas menciones y hasta dándoles distintos nombres,  hacen referencia a estas islas y ya sea por el interés que despertaban por la intensa actividad pesquera que se desarrolla en sus costas, o por los varios intentos, que fueron llevados a cabo por Estados Unidos, Francia, Inglaterra y hasta Holanda, para someterlas a su soberanía, lo cierto es que siempre, la ubicación estratégica del Archipiélago, llave del paso al pacífico a través el cabo de Hornos, fue un imán que atrajo la codicia de hombres y gobiernos.

Pero la verdad irrefutable, es que ya, desde 1493, cuando a partir del “Tratado de Tordesillas”, se las considera incluídas en la soberanía y el derecho de posesión del reino de España, que son por derecho heredado, un territorio perteneciente a la República Argentina.

Un derecho puesto en riesgo por vías diplomáticas en varias oportunidades y muchas veces por la fuerza, hasta que finalmente Gran Bretaña logró sus propósitos  en 1833, sin que hasta hoy los reclamos realizados por la República Argentina en diversos Foros Internacionales, hayan obtenido respuestas, más que una cerrada negativa a discutir civilizadamente el tema (ver José Hernández y lsu defensa de Las Malvinas)

A CONTINUACIÓN TRATAREMOS DE REGISTRAR EN ORDEN CRONOLÓGICO LOS HECHOS QUE SE PRODUJERON ALREDEDOR DEL DESCUBRIMIENTO, COLONIZACIÓN Y DERECHOS DE POSESIÓN DE LAS ISLAS MALVINAS:

1519
En 1519 o quizás en 1520,  el capitán ESTEBAN GÓMEZ al comando de la nave “San Antonio”, se encontró con varias islas, que llamó «Islas de Sansón y de los Patos», nombre con el que aparecieron las islas Malvinas en un mapa trazado por RIBERA en 1526, seguramente refiriéndose  al archipiélago de las actuales Malvinas

1520
HERNANDO DE MAGALLANES mientras realizaba un viaje de exploración por los mares del sur y las costas de la Patagonia, buscando un paso que uniera el Atlántico con el Pacífico, deja constancias de haber avistado las Malvinas (diario de a bordo de FRANCISCO ALBO)

1522
SEBASTIÁN ELCANO y los 18 tripulantes de la expedición de MAGALLANES, únicos sobrevivientes de esa expedición que partiendo desde San Lucas de Barrameda” el 20 de setiembre de 1519, pudieron retornar al mismo puerto en España, después de haber dado la primera vuelta al mundo en navegación, dejó constancias de haber avistado el Archipiélago de Las Malvinas en el diario de a bordo llevado por ANTONIO PIGAFETTA.

1592
Según el gobierno de Gran Bretaña, en 1592, las islas Malvinas fueron descubiertas por el navegante inglés JOHN DAVIS mientras realizaba un viaje de exploración por los mares del sur, ordenado por la corona inglesa, convencidos de que esas aguas eran la llave para acceder al Océano Pacífico, algo fundamental para sus apetencias comerciales.

1599
El navegante holandés SEBALD DE WEERT, avistó unas islas que no aparecían en sus cartas náuticas y que bautizó con su nombre, «Islas Sebald De Weert». Dicho nombre dio origen a la denominación «Islas Sebaldinas» o «Sebaldes» que se utilizó para nombrar a todo el archipiélago de las Malvinas hasta bien entrado el siglo XVIII.

1690
El marino inglés STRONG llega al archipiélago, explora las islas  y bautiza con el nombre de “Falkland” al  canal que separa a las dos grandes islas.

05 de octubre de 1750
El gobierno de Gran Bretaña firma el Tratado de Madrid” (o “Tratado de Permuta”) que habían ratificado España y Portugal el 13 de enero de ese año y acepta la cancelación del “asiento de negros” (eufemismo para nombrar a una concesión para comercializar esclavos) que se le concediera.

España aceptaba pagar una compensación de 100.000 libras y Gran Bretaña debía abstenerse de navegar las costas de América del Sur y las islas adyacentes. Como consecuencia, debería de haberse terminado el derecho del comercio británico en la América española, pero no fue así con el comercio de esclavos, “negocio” que los ingleses continuaron en forma ilegal desde la isla de Jamaica y desde Belice, enclaves que se negaron a abandonar.

1762
Marinos franceses visitan la zona  con frecuencia, dedicados a la pesca de ballenas en sus aguas.

Primera instalación (17 de marzo de 1764)
LUIS ANTONIO DE BOUGANVILLE, Coronel de infantería y Capitán de Navío de la marina de Francia, funda  la primera colonia en las islas Malvinas con permiso y bajo la sanción del rey Luís XV.

Una flotilla de navíos franceses comandada por el Capitán BOUGANVILLE, salió de Saint-Maló el 15 de septiembre de 1763, y desconociendo la soberanía española sobre el archipiélago que formaban parte del territorio del Río de la Plata, llega a las Islas Malvinas con el propósito de colonizarlas. Hallándolas sin habitante alguno y sin vestigios de haber sido jamás cultivadas, tomó posesión de ellas en nombre de su soberano, el Rey de Francia, enterrando varias medallas conmemorativas.

El 17 de marzo de 1763 hizo erigir allí un fuerte dotado de una batería de doce cañones, instaló una colonia con integrantes de su tripulación y dejo fundado el “Puerto Luís”.

El acta de posesión fue ratificada por  el rey Luis XV el 12 de septiembre de 1764, argumentando que las islas fueron descubiertas por navegantes de Saint-Maló (de donde provendríael nombre “Malvinas”, una castellanización del gentilicio  “Malouines”.

Los ingleses fundan Puerto Egmont en las Malvinas (12/01/1765)
El 12 de enero de 1765, el Comodoro JOHN BYRON al mando de una flotilla inglesa, llega a las Islas Malvinas con la misión de reconocerlas y rendir un informe al Almirantazgo inglés, que ya comenzaba a mostrar mucho interés por estas tierras. Desembarca en una pequeña caleta y a ese lugar lo bautiza con el nombre de Puerto Egmond, el mismo lugar, que el año anterior había sido bautizado como Puerto de la Cruzada por el francés BOUGANVILLE

1765
El Capitán de Navío LUIS ANTONIO DE BOUGANVILLE llevó a “Puerto Luis”, fundado por el mismo el 17 de marzo de 1764, en nombre del rey de Francia,  a ochenta colonos procedentes de Acadia (que por el tratado de París de 1763 había pasado del poder de Francia al de Inglaterra) y en 1766 llevó a otros setenta y nueve pobladores  

Expedición de Mc BRIDE (1766)
Una nueva expedición inglesa compuesta por los buques de la marina británica “Carcass” y “Jason”, al mando del Capitán JOHN Mc BRIDE, mientras realizaba tareas de reconocimiento de la zona, para levantar mapas de la misma, desconociendo los derechos de soberanía de España, desembarca en las islas Malvinas, la ocupa por la fuerza, desaloja a los pobladores del lugar, obligándolos a embarcarse rumbo al continente y toma posesión de las Islas en nombre del gobierno de Inglaterra y en la isla que llama “Sauders”, funda un establecimiento que permanecerá allí hasta que en junio de 1770, una expedición enviada por el Gobernador del Río de la Plata, FRANCISCO DE PAULA BUCARELLI logra desalojarlos

España denuncia agravio a su soberanía sobre las islas Malvinas (04 /10/1766)
El 4 de octubre de 1766, España se queja ante el rey de Francia por la ocupación de las Islas Malvinas que el Capitán francés, LUIS ANTONIO DE BOUGANVILLE en nombre de su corona, había realizado por la fuerza en febrero de 1764

Francia decide devolverle a España las islas Nalvinas (04/10/1766).
El gobierno de Francia, luego de que España presentara una enérgica protesta por la ocupación ilegal de las Malvinas, que había llevado a cabo el Capitán LUIS ANTONIO DE BOUGANVILLE en febrero de 1764, decidió respetar la soberanía de España sobre dichas islas.

Las Malvinas son devueltas a España (27/03/1767)
Al serle  reconocida por Francia, su soberanía sobre las Islas Malvinas, en virtud del convenio celebrado el 4 de octubre de 1766, España retoma la posesión de las mismas  el 27 de marzo de 1767, aceptando pagar la suma de 618.108 libras (trece sueldos y once dineros) en concepto de  resarcimiento de los gastos ocasionados por la excursión y colonización del capitán DE BOUGANVILLE.  En la misma fecha el rey de España dispuso que estas islas quedaban sometidas a la capitanía general de Buenos Aires.

España toma posesión de las Islas Malvinas (12/04/1767)
Ignorando la presencia de ingleses en la isla, el capitán de navío FELIPE RUÍZ PUENTE,  entra en Puerto Luís, en la isla Soledad del Archipiélago de las Malvinas y asumiendo como Gobernador de las islas, dependiendo del Gobernador del Río de la Plata, manda izar el pabellón de la corona española en reemplazo de la bandera francesa.

En aquel momento, tal vez por ignorar la presencia de los ingleses en “Puerto Egmont”, nada se hizo para desalojarlos (Algunos historiadores establecen el 01 de abril de 1767 como fecha de realización de este acto y otros dicen que fue el 27 de marzo de 1767)

España ordena el desalojo de los ingleses de las islas Malvinas (25/02/1768).
El gobierno de Madrid envió una real orden al gobernador de Buenos Aires para que se proceda a expulsar a los ingleses que habían llegado en 1766 con JOHN Mc BRIDE y que todavía permanecían en las Malvinas, agregano además que “no se deberá permitirse el establecimiento extranjero alguno en las Malvinas.

En febrero de 1769, el Gobernador de Buenos Aires, FRANCISCO DE PAULA BUCARELLI, armó una expedición que al mando de FERNANDO RUBACALVA, intentó desalojar a los ingleses que se habían instalado en “puerto Egmont”, pero no contó con suficientes fuerzas para llevar a cabo su cometido y sólo pudo localizar el punto donde tenían su base los británicos y pidió refuerzos al Gobernador de Buenos Aires BUCARELLI y éste, respondió a este pedido, ordenándole al Capitán de Navío JUAN IGNACIO MADARIAGA que acuda en refuerzo de RUBACALVA para lograr el desalojo de los efectivos británicos que en 1766, ilegalmente se habían instalado en el puerto Egmont, en las islas Malvinas.

Desalojo de los ingleses de Puerto Egmont (10/06/1770)
El Capitán de navío JUAN IGNACIO MADARIAGA, obedeciendo órdenes del gobernador de Buenos Aires, FRANCISCO DE PAULA BUCARELLI, ataca  y vence a los ingleses que estaban al mando del capitán FARMER y es en homenaje a este acontecimiento, que el 10 de junio se celebra el “Día de las Malvinas”. No tardó nada el gobierno inglés en protestar por este desalojo y el 3 de julio de ese mismo año, hizo un fuerte reclamo a la corona española.

La Diplomacia manda y España desautoriza a BUCARELLI (22/01/1771)
Impulsado por razones de índole política, el gobierno español, decide el reemplazo de BUCARELLI por JUAN JOSÉ DE VÉRTIZ Y SALCEDO para ocupar el cargo de Gobernador de Buenos Aires, acusándolo de haber obrado en forma inconsulta para ordenar el ataque a Puerto Egmont, a pesar de que BUCARELLI había obrado así en cumplimiento de expresas órdenes dadas por “el gobierno de su Majestad, el rey de Esapña”.

El  4 de setiembre de 1770, VERTIZ y SALCEDO se hace cargo del gobierno de Buenos Aires  y el 22 de enero de 1771,  por medio de su ministro en Londres, el príncipe de MACERANO, declaró “violenta e inconsulta” la empresa del Gobernador de Buenos Aires FRANCISCO DE PAULA BUCARELLI, desaprobando su conducta y disponiendo la devolución del Puerto Egmont, colonia fundada por ellos en las Islas Malvinas.

Puerto Egmont  es devuelto a los ingleses (16/09/1771)
El rey de España, para evitar un conflicto de mayores proporciones con los ingleses, el 22 de enero de 1771, desautorizó a Bucarelli y mediante una orden emitida el 7 de febrero de 1771, ordenó devolver a los ingleses puerto Egmont” y toda la artillería tomada en la acción librada en junio de 1770.

El Comandante español RAFAEL ORDUÑA, en virtud de dicha orden, el 16 de setiembre de 1771 hizo entrega del Puerto Egmont, ubicado en la “isla Saunders” de las Malvinas, al Capitán SLOTT, comandante de la fragata de guerra inglesa “Juno”. Los ingleses aceptaron las disculpas ofrecidas por el rey de España y reconociendo la soberanía de España sobre las islas, aceptaron abandonarla y solicitaron se les concediera un plazo prudencial para retirarse del territorio.

Culmina así un hecho de vergonzosa “dualidad” pues España acuerda con el gobierno inglés esta devolución, desautorizando al Gobernador de Buenos Aires, FRANCISCO DE PAULA BUCARELLI Y URSÚA, quien en junio de 1770 había tomado dicho establecimiento por orden expresa del mismo rey de España, quien al desdecirse de la orden dada a BUCARELLI, ponía en evidencia la debilidad de su gobierno ante el imperio británico.

En un inesperado giro, los ingleses aceptan retirarse de las Malvinas. (11/02/1774)
Dando un giro en sus actitudes, el gobierno de Gran Bretaña.  reconociendo la soberanía de España sobre las Malvinas, le comunicó al Embajador de España,  su intención de remover todas las fuerzas inglesas instaladas “precariamente” en las Islas Malvinas, dejando allí las propias marcas y señales de posesión y de que éstas pertenecían a la Corona de Gran Bretaña.

Los ingleses abandonan las Malvinas (22/05/1774)
Según fuera anticipado por el gobierno inglés en febrero de 1774, los ingleses abandonan las Malvinas; no quedando restos de ocupación en las Islas, salvo Puerto Soledad (antiguo Puerto Luís) en manos españolas

Desmantelan instalaciones inglesas en las Malvinas (00/02/1775)
El virrey del Río de la Plata, JUAN JOSÉ DE VÉRTIZ Y SALCEDO envió al primer piloto de la Armada Española JUAN PABLO CALLEJAS para que al mando del bergantín “Nuestra Señora del Rosario” se dirija a “Puerto Egmont” en las Islas Malvinas “para que con la mayor precaución y reserva pasase al reconocimiento del “Puerto Egmont” y no hallando fuerza superior a la suya, ejecutase cuanto prevenia la anterior Real Orden (una “Real Orden” que fue secreta y que se supone disponía que se destruyeran todos los testimonios de la presencia inglesa en el Archipiélago de las Malvinas).

Cumpliendo tales órdenes, CALLEJAS  constató que el lugar era visitado por cazadores de lobos marinos, quienes habían trabajado en la huerta y construido una fragua. Descubrió además una placa de plomo colocada en los restos del Fuerte por los ingleses en 1766 y la arrancó para llevarla luego a las autoridades en Buenos Aires. La placa estuvo conservada allí hasta 1806, pero durante la primera invasión de los ingleses al Río de la Plata, fue robada por éstos y llevada a Londres.

15/12/1789
La corona española le encarga al Capitán de Navío de la real armada española ALEJANDRO MALASPINA la misión de explorar las costas americanas para trazar mapas, recoger muestras para los jardines botánicos europeos y estudiar las características de las zonas recorridas. En un viaje que duró cinco años, al mando de las corbetas “Descubierta” y “Atrevida” llega hasta las costas de las islas Malvinas, para efectuar estudios cartográficos, hidrográficos y observaciones científicas, en el primer intento de exploración con fines científicos que se realizó en la región.

19/05/1801
Termina su mandato el 7º virrey, GABRIEL DE AVILÉS Y DEL FIERRO, marqués de Avilés, habiendo sido uno de los más enérgicos defensores de la soberanía española sobre los territorios del sur de América, incluyendo a las islas Malvinas.

04/01/1811
Las autoridades españolas de la Banda Oriental, encabezadas por GASPAR DE VIGODET, deciden evacuar Puerto Soledad en las Islas Malvinas.

España ordena despoblar Puerto Soledad en las Islas Malvinas (12/02/1811)
Luego de que en enero de ese año, durante una reunión realizada en Montevideo, presidida por GASPAR DE VIGODET se decidiera levantar la guarnición instalada en Puerto Soledad de las Islas Malvinas,  dejando chapas de plomo en diversos edificios para marcar la propiedad de España sobre las islas, las Cortes con sede en Cádiz aprobaron esta medida, en la inteligencia de que “cuando variaran las circunstancias, la Regencia cuidaría de que volvieran ocuparse tal cual estaban».

14/02/1811
El último gobernador español de las Malvinas, PABLO GUILLEN, partió hacia Montevideo con los pobladores de Puerto Soledad, provocando gran indignación en Buenos Aires, donde la protesta fue unánime ante este acto inconsulto del reino de España, que afectaba seriamente los derechos soberanos que le asisten a las Provincias Unidas del Río de la Plata, recientemente liberadas del yugo español.

El gobierno y el pueblo de Buenos Aires fueron  conscientes en ese momento que esta medida debía ser reparada inmediatamente, pero otras prioridades reclamaron la atención de los patriotas y nada se hizo para reparar ese error, que pasado el tiempo les costó muy caro a los argentinos.

El problema de las Malvinas visto  por la Gazeta Mercantil (07/11/1811)
La Gazeta Mercantil de 7 de noviembre de 1811, se refiere al abandono de las instalaciones de Puerto Soledad, diciendo: “Es necesario no olvidar la importancia estratégica de Malvinas, llave del Atlántico Sur y del estrecho Magallanes. Las Malvinas fueron descubiertas por una expedición holandesa 1600.

Nadie ha discutido nunca su carácter de propiedad de la corona española, por encontrarse dentro de la jurisdicción de la gobernación de Buenos .Aires primero, y luego del virreinato del Río de la Plata. En 1764 se instaló allí un establecimiento francés pero el gobierno espa­ñol hizo el reclamo correspondiente y en 1767 tomó posesión del poblado, al que se había llamado Port Louis.

En 1766 se instaló en Port Egmont un destacamento británico, pero el entonces gobernador le Buenos Aires, Bucarelli, cumpliendo órdenes de la corona, desalojó a los intrusos. Esta medida generó una tensión entre España y Gran Bretaña que pudo haber desembocado en una guerra.

Felizmente, la habilidad de los negociado —tanto españoles como ingleses— evitó el conflicto y el incidente se resolvió con un convenio que permitía a Gran Bretaña reinstalar el establecimiento le Puerto Egmont con la promesa, verbalmente expresada, de abandonarlo en definitiva. Con ello se salvaba la dignidad ultrajada del monarca británico  y también los derechos de España.

Efectivamente, en 1774 el contingente británico que había desembarcado en Port Egmont como consecuencia de este convenio, abandonó el archipiélago. Desde entonces las Malvinas, como las poblaciones de Carmen de Patagones, San José y San Julián, dependieron de Buenos Aires, residiendo en Puerto Soledad los sucesivos gobernadores de las islas desde 1777. Generalmente,  estos funcionarios fueren marinos y eran relevados anualmente.

Ahora, esta ininterrumpida posesión se ha suspendido por parte de España y corresponde que se llene rápidamente por parte de nuestras autoridades. El archipiélago de las Malvinas está conformado por dos islas grandes v muchos islotes. Carece de árboles y su vegetación es rala. Pingüinos v lobos marinos son sus únicos habitantes. Los grandes  vientos antárticos la barren continuamente dando a su clima,  duros picos de frío. Sin embargo, estas inhóspitas islas, son, insistimos, un punto clave para el dominio de la Patagonia y el Atlántico Sur”.

Expedición de FREYCINET (16/09/1817)
El capitán francés LOUIS CLAUDE DE FREYCINET partió el 16 de setiembre de 1817 en una de las mayores expediciones del siglo y luego de recorrer medio mundo, en febrero de 1820 dobló el cabo de Hornos y pocos días más tarde el barco encalló en las islas Malvinas. Por suerte se pudo rescatar el material científico, pero Freycinet se vio obligado a comprar un ballenero americano en las islas para seguir el viaje.

Las provincias Unidas del Río de la Plata toman posesión de las Malvinas (06/11/1820)
El coronel de marina DAVID JEWETT, un norteamericano al servicio del gobierno de Buenos Aires, ejercido por el coronel MARTÍN RORÍGUEZ, llega a las Malvinas al comando de la fragata “Heroína”, toma posesión de las islas en nombre de las Provincias Unidas de América del Sud e iza el pabellón Argentino.

Argentina asume sus responsabilidades soberanas sobre las Malvinas (14/08/ 1823
Casi siete años después de declarada la Independencia, el gobierno de Buenos Aires asumió el control de las Islas Malvinas que ocupara efectivamente el 6 de noviembre de 1820 como derecho heredado de España, y dispone la designación de PABLO AREGUSTI, para que asuma como Gobernador del Archipiélago (será el primer Gobernador argentino de las Islas) y que se otorguen concesiones de tierras y ganado, a quienes deseen ir a poblarlas.

Asumiendo que la abundancia de ballenas, peces y mariscos existentes en sus aguas, representarían una importante fuente de ingresos para las arcas del Estado, se otorgaron especiales derechos pesqueros a quienes desearan ocuparse de ello y entre quienes recibieron dichas concesiones se encontraban JORGE PACHECO y LUIS VERNET, cosmopolita éste último, aventurero francés que más adelante sería nombrado Comandante Político y Militar de las Islas.

Se crea la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas (10/06/1829
Decidido a organizar en forma definitiva bajo la bandera argentina, el territorio de las Islas Malvinas, el Gobernador de Buenos Aires JUAN GALO DE LAVALLE dicta en esta fecha un Decreto creando la Comandancia Político-Militar de las Islas, cuyos  considerandos fundamentales establecían lo siguiente:

1°. Las islas Malvinas y las adyacentes del cabo de Hornos, en el mar Atlántico, serán regidas por un Comandante político y militar nombrado inmediatamente por el Gobierno de la República. 2° – La residencia de este Comandante político y militar será en la isla de la Soledad y en ella se establecerá una batería, bajo el pabellón de la República. 3° – El Comandante político y militar hará observar por la población de dichas islas las leyes de la República y cuidará en sus costas de la ejecución de los reglamentos sobre posta de anfibios”.

En los Considerandos de este Decreto se recordó que hasta el 25 de mayo de 1810, España había poseído materialmente esas islas y todas las que rodeaban el Cabo de Hornos, siendo justificada esa posesión  «por el derecho de primer ocupante, por el reconocimiento de las principales potencias marítimas de Europa y por la adyacencia de estas islas al Continente que formaba el Virreinato de Buenos Aires, de cuyo gobierno dependían», La República Argentina había sucedido a España en sus derechos y para ponerlos a cubierto acordaba que dichas islas y adyacencias serían regidas por un comandarte político y militar, residente en la isla de la Soledad.

Los diarios de la época señalaron la importancia del Decreto, considerándolo una de las grandes medidas dictadas por el gobierno, corrigiendo la indiferencia de administraciones anteriores hacia «aquella porción considerable del territorio de la República, cuya soberanía heredamos al sacudir el yugo de la metrópoli», como dijo el 7 de junio “La Gaceta Mercantil”, agregando que aun con nuestra marina incipiente se podía obtener gran provecho de las islas.

Por su parte, el diario “El Pampero, del 19 de junio, elogiaba la previsión del Decreto, afirmando los títulos para la posesión de esos territorios isleños cuyo puerto calificaba como uno «de los más importantes de América».

Primer Comandante Político y Militar en las Islas Malvinas ( 10/06/1829)
Según un Decreto emitido en la fecha, con la firma del Gobernador de Buenos Aires, JUAN GALO DE LAVALLE dispone el cese en sus funciones de Gobernador del Archipiélago PABLO AREGUSTI y ordena que en su reemplazo, pero ocupando el cargo de Comandante Político y Militar de las Islas Malvinas a LUIS VERNET, un comerciante nacido en Francia, pero con ciudadanía alemana,  que se había casado con una dama porteña.

  A los pocos días de su designación VERNET embarcó con 50 pasajeros entre quienes iban los colonos, que habiendo recibido tierras en concesión, marchaban para formar la primera colonia de residentes argentinos en el Archipiélago y el 30 de agosto de ese mismo año, se instala oficialmente en Puerto Soledad.

30/08/1829
LUIS VERNET asume como Comandante Político y Militar de las Islas Malvinas y adyacencias, cumpliéndose así con lo dispuesto durante el gobierno del general JUAN GALO DE LAVALLE, el 10 de junio de 1829 (ver La traición de Luis Vernet).

00/10/1829
LUIS VERNET luego de haber asumido como Comandante Política de las Islas, dictó varias ordenanzas sobre vigilancia de la ley de pesquería y caza del ganado en las islas y en octubre de 1829, le informó al gobernador de Buenos Aires, JUAN JOSÉ VIAMONTE sobre la irregularidad en la pesca de anfibios, que había provocado su escasez, por lo que, temiendo la desaparición completa de éstos, se prohibió dicha pesca hasta nueva orden.

02/12/1831
El Comandante Político y Militar de las Islas Malvinas, LUIS VERNET en calidad de máxima autoridad de estos territorios, dispone el apresamiento de tres buques con bandera norteamericana que, sin la debida autorización y faltando a las disposiciones del gobierno de Buenos Aires, incursionaban por las costas del archipiélago dedicados a la pesca de lobos de mar y focas. Da cuenta de este hecho al gobierno de Buenos Aires, quien dispone iniciar las correspondientes actuaciones y elevar la más enérgica protesta al gobierno de los Estados Unidos por lo que considera un agravio a su soberanía.

La corbeta “Lexington” ataca las instalaciones de las Malvinas.(31/12/1831)
Antes de que finalizaran las actuaciones dispuestas por el gobierno de Buenos Aires, a raíz de la ilegal actividad pesquera que desarrollaban algunos navíos con bandera norteamericana en las costas de las Islas Malvinas, lo que consideraba un agravio a su soberanía, se presentó ante el puerto Soledad de estas islas, una corbeta que arrió la bandera francesa que portaba y que luego de izar de inmediato la norteamericana, inició un violento cañoneo sobre las instalaciones costeras de las mismas.

La corbeta era la “Lexington” y estaba al mando del comandante de la marina de los Estados Unidos de Norteamérica SILAS DUNCAN quien había salido del puerto de Montevideo con bandera francesa para luego, cometiendo un verdadero acto de piratería, atacar a nuestro territorio insular.

Luego de devastar con sus cañones las instalaciones existentes, ordenó el desembarco de su tropa, con las que inutilizó la artillería, incendió los polvorines y dispuso de la propiedad pública y particular. Tomó prisioneros al encargado de la pesca en las Islas y a seis ciudadanos que allí había, los embarcó y regresó con ellos a Montevideo sometiéndolos durante el viaje a un régimen propio de galeras esclavistas.

JUAN MANUEL DE ROSAS, elevó una enérgica protesta al gobierno de los Estados Unidos reclamando sanciones contra Duncan y exigiendo resarcimiento por los daños y perjuicios causados. La protesta no tuvo eco en el gobierno norteamericano que a través de su enviado FRANCIS BAYLES, contestó que las Islas Malvinas carecían de soberanía.

La situación planteada por la agresión norteamericana llevó al gobierno de Rosas a romper, de hecho, las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos. Pero antes de solicitar la entrega de su pasaporte y abandonar el país, el ministro norteamericano BAYLLES se preocupó –en octubre de 1832– de informar al nuevo representante británico, HENRY FOX, que su gobierno “estaba dispuesto a reconocer la soberanía británica (en las Malvinas), pero que, como Estado sucesor de Gran Bretaña en América, aspiraba a los mismos derechos de pesca que Gran Bretaña”

Se dispone el nombramiento de un Gobernador para las Malvinas (21/08/1832)
El gobierno de Buenos Aires, que en esos momentos atravesaba gravísimas dificultades internas, mientras elevaba su protesta al gobierno de Washington, dispuesto a no permitir que se repitieran agresiones como las que llevara a cabo la corbeta “Lexington”,  decide ratificar la ocupación formal y efectiva de las Islas Malvinas, nombrando al Sargento Mayor de artillería JUAN ESTEBAN FRANCISCO MESTIVIER Gobernador del Archipiélago, encargándole al Teniente Coronel JOSÉ MARÍA PINEDO, Comandante de la goleta de guerra “ La Sarandi” la defensa del mismo.

Inglaterra decide ocupar las Islas Malvinas (30/08/1832)
El gobierno de Gran Bretaña, que desde muchos años atrás, venía disputando a España la posesión de las Islas Malvinas,  incitado por los últimos informes de Vernet y preocupado por la intervención norteamericana en el estratégico archipiélago, se mostró decidido a no permitir que la Argentina ejerciera sus derechos de soberanía sobre el archipiélago malvinense y con el objeto de frustrar la formal toma de posesión que el gobierno de Buenos Aires había concretado mediante la instalación del Gobernador FRANCISCO METIVIER,  decidió el envío de un navío de guerra fuertemente artillado para impedir este acto,  mediante la inmediata ocupación de las Malvinas y anexar esos territorios a la corona británica.

A tales efectos, el Almirantazgo presentó al Foreign Office, para su aprobación, un proyecto de orden destinado al jefe de las fuerzas navales en el Atlántico Sur, en el cual se le indicaba que dispusiera las medidas que fueren necesarias para la  inmediata toma de posesión “de las islas Falkland y de mantener luego una estricta vigilancia para garantizar el derecho de soberanía de su Majestad en dicho territorios”:

La orden fue aprobada por lord PALMERSTON y el 30 de agosto, fue cursada al contralmirante BAKER. Cuando éste la tuvo en sus manos en Río de Janeiro, el 28 de noviembre, dispuso que la fragata Clío, al mando del capitán ORISLOW, se dirigiese a las Malvinas.

10/10/1832
Cumpliendo la orden emitida por el Gobierno de Buenos Aires, el Teniente Coronel JOSÉ MARÍA PINEDO se dirigió hacia las islas Malvinas y luego de desembarcar tomó posesión del Puerto y la Fortaleza, ambos erigidos  por los españoles en la Isla Soledad, haciendo extensivo este acto a las islas adyacentes y costa patagónica hasta el cabo de Hornos y Tierra del Fuego. Levantó el acta correspondiente, instaló como nuevo Gobernador del archipiélago al Sargento Mayor de artillería JOSÉ FRANCISCO MESTIVIER, quedando él mismo y la dotación de su buque para la defensa del territorio.

Gran Bretaña se apodera por la fuerza de las Islas Malvinas (02/01/1833).
El 2 de enero de 1833, fuerzas británicas desembarcan en Puerto Soledad y por medio de un acto de fuerza, se apoderan de las Islas Malvinas. Ese día, la fragata inglesa “Clío” al mando del capitán JOHN JAMES ORISLOW, se  presentó en Puerto Soledad, donde se encontraba fondeada la goleta argentina Sarandí, comandada por el teniente coronel JOSÉ MARÍA PINEDO (éste había conducido a las Malvinas a ESTEBAN MESTIVIER, el nuevo gobernador designado para reemplazar a Vernet y que había fallecido a poco de llegar, asesinado por un grupo de amotinados).

El capitán ORISLOW le expresó  al Teniente Coronel  PINEDO que había llegado con el objeto de tomar posesión de las islas en nombre de Su Majestad británica y argumentando un inexistente derecho de soberanía, le exigió que procediera a arriar la bandera argentina y a retirarse de la isla.

El jefe argentino contestó protestando contra el atropello y se negó a arriar su pabellón. Ante esta actitud, al día siguiente, los británicos decidieron un ataque a las posiciones argentinas Un pelotón de infantes de marina desembarcó en Puerto Soledad y procedió a arriar la bandera argentina y a enarbolar la propia.

Era tal la inferioridad de las fuerzas argentinas ante las británicas que no pudiendo ofrecer resistencia, el teniente coronel PINEDO, se limitó a protestar y sin combatir, zarpó con su nave, después de recibir de los ingleses la bandera nacional.

Así, una vez más, la fuerza venció al derecho y el atentado a la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, se consumó. LUIS VERNET, ex gobernador del archipiélago, escribiría posteriormente al gobierno inglés, solicitando que se le reconociese su vieja concesión, para levantar una nueva colonia bajo el dominio británico. Su requerimiento empero, no fue atendido.

Esta ocupación, ilegal y violenta, fue desconocida por el gobierno argentino y el 17 de junio de 1833 nuestro Ministro en Londres, el doctor MANUEL MORENO, presentó una enérgica protesta, formulada ante lord PÁLMERSTON, primer ministro de la Gran Bretaña y el 18 de junio hizo insertar en “The Times”, un mensaje del gobierno de Buenos Aires denunciando el atropello cometido por las autoridades británicas.

“La población porteña –dice Caillet-Bois-, atónita ante tamaño atentado dio rienda suelta a su indignación”. Las calles fueron teatro de escenas que revelaban que, no obstante la enorme desproporción de fuerzas, los ciudadanos de Buenos Aires no retrocedían ante el gesto de una gran nación que les cercenaba una parte del territorio sobre el cual nadie podía discutirle su soberanía.

El ministro de Relaciones Exteriores, MANUEL V. MAZA, envió una circular a las chancillerías americanas dando cuenta de los hechos. Bolivia y Brasil se apresuraron a expresar su solidaridad y en numerosos foros internacionales se considera que la actitud de nuestro gobierno es uno de los hechos que otorga mayor fuerza a los reclamos que desde entonces se vienen haciendo para poner a salvo nuestros derechos, con arreglo a usos diplomáticos y a la Ley consagrada por las Naciones Unidas.

El enemigo estaba entre nosotros
La ocupación de las islas Malvinas por Gran Bretaña en 1833 está íntimamente asociada a la acción de un personaje que paradójicamente, ejerció como funcionario argentino el cargo de Gobernador Político y Militar del archipiélago.

Ese hombre fue LUIS VERNET, un comerciante y aventurero nacido en Francia y con ciudadanía hamburguesa. En 1823, al ser designado PABLO AREGUSTI primer gobernador de las islas Malvinas, Vernet obtuvo una concesión de tierras y derechos a la explotación de las pesquerías y el ganado en dichas islas.

En 1826 instaló en “Malvinas Este” el núcleo inicial de una colonia y obtuvo posteriormente la concesión exclusiva de las pesquerías. Con el correr del tiempo el establecimiento de Vernet prosperó y en 1829, vista la dedicación y esfuerzos realizados por este hombre, para hacer efectiva la ocupación soberana de estos territorios, las autoridades de Buenos Aires, resolvieron dar por finalizados los servicios de AREGUSTI y darle el gobierno político y militar de las islas a Vernet.

En ese momento, VERNET se encontraba en Buenos Aires reuniendo material y gente para llevar a cabo la expansión de la colonia y durante su estadía en la ciudad –y antes de ser nombrado gobernador–, sostuvo una entrevista privada con el cónsul británico, WOODBINE PARISH, a quien, entre otras cosas, le dio a entender que “estaría muy contento de que el Gobierno de Su Majestad británica tomara la colonia bajo su protección”.

En una carta fechada el 25 de abril de 1829, PARISH comunicó esta insólita noticia a su gobierno, adjuntando un extenso memorándum con los informes de Vernet sobre las ventajas que las Malvinas ofrecían para el establecimiento de una próspera colonia. Entre estos informes figuraba el siguiente: “También creía (VERNET) que si con la ayuda de algún Estado pudiera establecer la facultad de fiscalizar las pesquerías de la costa, lograría, en su condición de concesionario, obtener un beneficio sustancial de las focas…”.

La “ayuda de algún Estado” era una clara referencia a la protección británica. Las sugerencias e informes de VERNET, enviados por PARISH a Londres en el mes de abril, se vieron reforzadas por una carta que recibió posteriormente el Foreign Office, firmada por un señor BECKINGTON, súbdito inglés, radicado en estas colonias.

El desconocido personaje urgía al gobierno inglés a establecer una colonia en las Malvinas, destacando la importancia que tenían las islas para fortalecer el poderío naval de Gran Bretaña, eliminar la piratería y facilitar la pesca de ballenas. La reacción del gobierno inglés no se hizo esperar.

El 8 de agosto, el ministro ABERDEEN cursó una nota a Woodbine Parish, ordenándole que protestase ante las autoridades argentinas por los actos de soberanía que habían llevado a cabo en las Malvinas. En noviembre de 1829, Parish cumplió con la orden, trasmitiéndole al ministro TOMÁS GUIDO las protestas del gobierno de su majestad británica por las acciones “cumplidas sin referencia a la validez de las pretensiones que Su Majestad constantemente afirmó a la soberanía de las islas, acerca de lo cual, no se haría ninguna objeción…

”. VERNET recibió la designación oficial de gobernador de las Malvinas, el 10 de junio de 1829 y asumió el cargo el 30 de agosto del mismo año. (Posteriormente el comerciante hamburgués escribiría a WOODBINE PARISH, diciéndole que había aceptado el cargo, sólo para impedir que lo ocupase un ciudadano argentino, y que su actuación había sido para su “lucro personal”).

Su interés principal, en esos momentos, era valerse de la nueva autoridad de la que estaba investido, para afirmar en las islas la exclusividad de sus derechos de pesquería, frente a los pesqueros que frecuentaban las aguas del archipiélago. Esta resolución dio lugar al incidente con las naves pesqueras norteamericanas, que culminó con la agresión de la fragata Lexington a Puerto Soledad.

Cuando se produjo el ataque de la Lexington (diciembre de 1831), Vernet se encontraba en Buenos Aires. Allí volvió a entrevistar a WOODBINE PARISH, a quien repitió sus insinuaciones referentes a la posibilidad de que Gran Bretaña se adueñase de las Malvinas.

Con tal fin, entregó al cónsul otro largo memorándum, donde destacaba, para información del gobierno inglés, la vital importancia de las Malvinas como el mejor puerto de recalada en la ruta de navegación interoceánica entre el Atlántico y el Pacífico, señalando, además, los recursos con que contaban las islas para abastecer de víveres frescos a las tripulaciones de los barcos.

Este memorándum fue enviado por PARISH a Londres, donde hoy se conserva en los archivos del Foreign Office. Vernet no se limitó a esto. En ese mismo año de 1831, hizo una gran concesión de tierras malvinenses al teniente WILLIAM LANGDON, de la marina real británica. Langdon, en una carta que el 20 de enero de 1832, dirigió a sus superiores del Almirantazgo, informó que “por una conversación que mantuve con el señor Vernet sobre este asunto, estoy autorizado a decir que no se haría ninguna objeción a que el  Gobierno británico ocupara las islas”.

26/08/1833
El 26 de agosto de 1833, ANTONIO RIVERO, “el gaucho Rivero” y un pequeño grupo de seguidores, protagonizando un desesperado y heroico, aunque inútil intento de recuperar nuestras Islas Malvinas, ataca la comandancia británica instalada en el Archipiélago y mata a cinco empleados de LUIS VERNET, nefasto personaje que continuaba allí representando los intereses de los ingleses (ver «El gaucho Rivero y los cóndores»).

10/03/1834
El sabio naturalista CARLOS DARWIN escribió desde las Islas Malvinas una interesante carta a su amigo el señor LUMB domiciliado en el Nº 36 de la calle de La Paz, de la ciudad de Buenos Aires. DARWIN había llegado a mediados de marzo a esa isla y en su carta decía, “lugar de discordia tanto para los elementos como para los negocios humanos”, según decía en el histórico pliego, agregando: “Estas islas miserables por las que disputaron mucho tiempo España, Francia e Inglaterra; después quedaron deshabitadas. Entonces el gobierno de Buenos Aires las vendió a un particular, reservándose el derecho de llevar a ellas a sus criminales.”

14/10/1859
Luis PIEDRABUENA. Enviado por el gobierno de Buenos Aires, recorre las costas de la Patagonia, Tierra del Fuego y Malvinas y remonta el rio Santa Cruz.

18/09/1884
Se encomienda por Ley la confección del mapa de la República al Instituto Geográfico Argentino. La iniciativa suscita la cuestión de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.

Y AQUÍ DEBERÍAMOS TERMINAR ESTA NOTA, PORQUE NO HEMOS REGISTRADO ACTIVIDAD, RECLAMO O GESTIÓN ALGUNA REALIZADA HASTA 1930, AÑO QUE LIMITA EL PERÍODO COMPRENDIDO POR ESTA PÁGINA. PERO PARA NO DEJAR INCONCLUSA LA INFORMACIÓN DE UN HECHO QUE SIGNIFICA UNA HERIDA MORTAL PARA EL CORAZÓN DE LOS ARGENTINOS, TRANSCRIBIMOS A CONTINUACIÓN UN TRABAJO QUE COMPLETARÁ LO AQUÍ DICHO.

En 1966 apareció una de las obras de autor argentino, más completas sobre las Islas. “La Historia completa de las Malvinas”, de José Luis Muñoz Azpiri (un diplomático de carrera, a cargo durante años del archivo histórico de la Cancillería argentina), fue presentada por Editorial Oriente como un esfuerzo por “servir al perfeccionamiento y a la recuperación nacionales”. La editorial, especializada en “temas nacionales”, ofrecía una obra sobre un tema “inscripto en el corazón argentino”.

No obstante, el Prólogo de la obra, destacaba que una encuesta realizada por la editorial, arrojaba un dato preocupante: pese a ser una causa nacional, el tema Malvinas “es escasamente conocido por la generalidad de la ciudadanía argentina”. La Historia completa de AZPIRI, pues, sería un nuevo intento para achicar la brecha entre la unidad nacional que propicia el tema de las Malvinas y el desconocimiento acerca de ellas, en un contexto diplomático muy favorable para el reclamo argentino por Malvinas, teniendo en cuenta que un año antes, en 1965, la Organización de Naciones Unidas (ONU) había aprobado la Resolución 2065, que reconocía la existencia de una disputa de soberanía con Gran Bretaña, e invitaba a ambos países a negociar una solución pacífica.

“La Historia completa de las Malvinas”, se inscribíó así, en una corriente de libros que, desde fines de la década de 1930, había reinstalado la causa Malvinas en el espacio público argentino.

En 1938 JUAN CARLOS MORENO publicó Nuestras Malvinas”, una historia y crónica de su visita a las islas. Para Azpiri Moreno era el “Gagarín de las islas”: su libro estaba destinado “a remover un terreno semi abandonado y a cubrir la necesidad imperiosa de reflejar con fidelidad los valores económico-militares –sociales y políticos– del archipiélago argentino”.

Fundamental fue también la “Toponimia criolla de las Malvinas”, de MARTINIANO LEGUIZAMÓN PONDAL (1956), que rescató en tono épico los sangrientos incidentes del 26 de agosto de 1833, cuando luego de la ocupación inglesa, el gaucho Antonio Rivero y sus seguidores mataron a cinco empleados de LUIS VERNET (ex comandante político y militar isleño) que continuaban representando sus intereses.

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