TRASLADO DE LOS RESTOS MORTALES DE DORREGO (21/12/1829)

El 21 de diciembre de 1829, llegan a Buenos Aires, procedentes de Navarro, los restos mortales de MANUEL DORREGO. Había sido fusilado por orden de JUAN GALO DE LAVALLE el 13 de diciembre de 1829, víctima de las pasiones políticas que enfrentaron a los argentinos durante la guerra civil que trajo el dolor en la naciente patria (ver Fusilamiento de Dorrego).

Los restos de quien fuera Gobernador de Buenos Aires y uno de los más capaces líderes del federalismo, fueron colocados en una Capilla ardiente instalada en el Fuerte y luego, trasladados a la Iglesia Catedral, donde ante una numerosa concurrencia se le tributaron solemnes honras fúnebres, estando a cargo de JUAN MANUEL DE ROSAS las palabras de despedida de este mártir y patriota:

«…¡Dorrego!, víctima ilustre de las discensiones civiles, descansa en paz. La patria, el honor y la religión han sido satisfechas hoy, tributando los últimos honores al primer magistrado de la República, sentenciado a morir en el silencio de las leyes. La mancha más negra en la historia de los argentinos, ya sido lavada con las lágrimas de un pueblo justo, agradecido y sensible…».

Después, el féretro conteniendo los restos de DORREGO, fue conducido al Cementerio del Norte acompañados con toda la pompa militar que correspondía a los hombres eminentes que han ocupado la primera magistratura de un país (ver Dorrego, Manuel).

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