LA GAZETA DE BUENOS AIRES (07/06/1810)

También llamado Gazeta Ministerial (03/04/1812 al 01/01/1815) y  Gazeta de Gobierno (05/01/ 1815 al 1/4/1815), apareció el 7 de junio de 1810 y   fue concebido para que sea el vocero de la Revolución de Mayo. El decreto que autorizó su publicación decía: «¿Por qué se ha de envolver la administración de la Junta en un caos impenetrable a todos?.. El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes”.

Apareció el 7 de junio de 1810, impreso en los talleres de los Niños Expósitos y se publicaron en total 590 números ordinarios, 185 extraordinarios y 53 suplementos y su último número está fechada 12 de setiembre de 1821. Era una publicación semanal de XXX páginas, que en sus comienzos aparecía los jueves y que luego salía los martes y viernes  Su primer Director: fue Mariano Moreno, que mantuvo su cargo hasta setiembre de 1821 y posteriormente, en sus diversas versiones, ejercieron la dirección los periodistas Gregorio Funes, MANUEL Alberti, Pedro Agrelo, Vicente Pazos Silva, Nicolás Herrera. Manuel José García, Bernardo Monteagudo, fray Camilo Henríquez, Julián Álvarez, Bernardo Vélez y Manuel Antonio Castro.

Su Historia y evolución.
El 2 de junio de 1810, la Junta Provisional de Gobierno, atendiendo a una iniciativa de Mariano Moreno, ordenó la publicación de la “Gazeta de Buenos Aires”, el periódido sonsiderado el punto de partida del periodismo nacional. Sólo habían pasado ocho días de la Revolución de Mayo y a pesar de la turbulencia de la época, el Decreto que dio origen a este periódico, predicaba la necesidad de que los pueblos pudieran conocer la conducta de sus representantes y para que “anuncie al público las noticias exteriores e interiores que deban mirarse con algún interés”. El mismo día le encomendó a MARIANO MORENO, JUAN JOSÉ CASTELLI, y MANUEL BELGRANO la dirección y redacción de la Gaceta, un medio donde se “manifestarían igualmente las discusiones oficiales de la Junta con los demás jefes y gobiernos, el estado de la real hacienda y medidas económicas para su mejora y una franca comunicación de los motivos que influyan en sus principales providencias.

«Que abrirá las puertas a las advertencias que lleguen de cualesquiera que pueda contribuir con sus luces a la seguridad del acierto”. “La utilidad de los discursos de hombres ilustrados que sostengan y dirijan el patriotismo y fidelidad que tan heroicamente se ha desplegado, nunca es mayor que cuando el choque de las opiniones pudieran envolver en tinieblas aquellos principios, que en grandes talentos pueden únicamente reducir a su primitiva calidad; y la Junta, a más de incitar ahora generalmente a los sabios de estas provincias para que escriban sobre tan importantes objetos, los estimulará por otros medios que les descubran la confianza que ponen en sus luces y en su celo”.

Pero la realidad era que por sobre todo, esta decisión tenía un propósito político, ya que Moreno estimaba que desde sus páginas, deberían difundirse los actos de gobierno y hasta las discusiones que surgían entre los miembros de la Junta. Durante mucho tiempo el país había padecido la censura impuesta por el régimen colonial y el gobierno revolucionario pensaba que la libertad de prensa era un freno para la arbitrariedad de los gobiernos, un medio de ilustrar al pueblo y el único camino para llegar al conocimiento de la verdadera opinión pública. La “Gazeta de Buenos Ayres” llevaba como encabezamiento una frase del historiador latino Tácito que ilustra muy bien sobre su ideología: “Rara felicidad de los tiempos en que se permite sentir lo que se quiera y decir lo que se sienta”.

Durante el tiempo en que Moreno la dirigió, “La Gazeta” fue una muestra de su apasionado sentido de la libertad. Afirmaba: “¿Por qué se ha de envolver la administración de la Junta en un caos impenetrable a todos los que no tuvieran parte en su formación?” “El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes y el honor de estos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran a aquellas reservas y misterios inventados por el poder para encubrir sus delitos”. Sus argumentos siguen tan vivos como en 1810.

La “Gazeta de Buenos Ayres”, debe ser considerado como el el punto de partida del periodismo nacional. Sólo habían pasado ocho días de la Revolución de Mayo y a pesar de la turbulencia de la época, el Decreto que dio origen al periódico predicaba la necesidad de que los pueblos pudieran conocer la conducta de sus representantes. Los miembros de la Primera Junta consideraban que la prensa era un medio de ilustración, un freno a las arbitrariedades de los gobernantes y una forma de hacer conocer a la opinión pública, los actos de gobierno. El alma de la “Gazeta”, cuyo primer número apareció el 7 de junio, fue Mariano Moreno.

En la edición del 21 de junio afirmaba que no debería reprimirse “la inocente libertad de pensar en asuntos de interés universal, porque si se oponen restricciones al discurso, el error y la mentira, la preocupación, el fanatismo y el embrutecimiento harán divisa de los pueblos y causarán para siempre su abatimiento, su ruina y su miseria”. A través del tiempo la “Gazeta” se publicó bajo distintos nombres, en fechas diferentes y con variados formatos. Estos cambios eran producto de la grave crisis de aquellos días y también de los escasos recursos y las técnicas rudimentarias de impresión. En sus páginas se podían leer Resoluciones y Decretos del gobierno, partes de guerra, traducciones de notas aparecidas en diarios extranjeros y cuando aparecieron otros periódicos, artículos de opinión que polemizaban con las notas de los otros medios. La “Gazeta” apareció por última vez en septiembre de 1821.

He aquí los documentos relativos a la fundación de este primer periódico:

Nota del virrey AVILÉS a la Junta de Gobierno:
“El coronel D. Francisco Cabello se ha propuesto establecer en esta capital una sociedad patriótica, literaria y económica; e ínterin puede verificarse bajo las reglas y seguridades necesarias con vistas del plan y constituciones de ella, que ha ofrecido formar y presentar, le he concedido licencia para hacer y publicar un “Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Rio de la Plata”, de cuyos objetos se impondrá Vuestra Señoría por los adjuntos ejemplares de su análisis y papel, que a este efecto ha puesto en mis manos. Y siendo constante el infatigable celo con que Su Majestad procura el mayor adelantamiento en las ciencias y artes, recomiendo a Vuestra Señoría esta empresa, como tan propia para lograrlo, y tan conforme a los objetos de su instituto, a fin de que franquee al autor todas cuantas noticias y auxilios necesite y sean del resorte de ese tribunal para asegurar así los únicos efectos a que se dirigen sus tareas. Dios guarde a usted muchos años. — Buenos Aires, no­viembre 27 de 1800. — Firmado: “El Marqués de Aviles.

Nota del Consulado al Real Tribunal:
”Pasado en vista el documento al síndico,  el capitán D. Ventura Marcó del Pont, éste se expidió en su informe de 16 de febrero de 1801 aconsejando a la Junta debía apoyar ambas ideas, asignando una cantidad anual a la sociedad literaria y subscribirse al periódico.

En sesión de 27 de febrero de ese mismo año, la Real Junta dispuso pasar al coronel Francisco Cabello y Mesa la siguiente nota: “La Junta de Gobierno de este Real Consulado, admite gustosa la dedicación que usted le hace del papel periódico titulado “Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Río de la Plata”, que a impulsos de su celo ha permitido el Superior Gobierno salga a luz. Y con igual complacencia ha determinado tomar bajo su protección la sociedad patriótica, literaria y económica que con incesante desvelo aspira usted a que se establezca, y así por la honrosa recomendación del Excelentísimo señor virrey de estas provincias, explicada en oficio de 27 de noviembre del año último, como porque es análoga a su instituto. Y a efecto de que se dispongan los estatutos que la deben gobernar, ha acordado comisionar al secretario por Su Majestad de este Real Consulado, para que de acuerdo con usted proceda a su formación. También ha resuelto subscribirse al citado perió­dico por 19 ejemplares, con el fin de repartirlos entre los señores  prior, cónsules, conciliarios, síndico, secretario, contador, tesorero, Archivo, y remitirlo a la Corte por principal y duplicado, conforme a lo ordenado por Su Majestad en esta materia.

“Del mismo modo ha dispuesto se le avise a usted que está pronto a franquearle los papeles que haya en su Archivo, concernientes al intento de usted, para que con sus luces busque y recoja todas aquellas nociones que sabrá apreciar y darles el valor que merezcan, de modo que el público pueda aprovecharse. De ellas,

“Por último, dice a usted que hallándose en circunstancias oportunas, procurará que su protección hacia la sociedad no sea estéril, y le da las más expresivas gracias por su conocido anhelo por la ilustración general y por haber promovido con eficacia estos útiles pensamientos, que realizados, sin duda alguna, apresurarán el paso a la felicidad de estos países. Dios guarde a usted muchos años.— Buenos Aires, marzo 30 de 1801. — Firmado: Martín de Alzaga, Francisco Castañón, Ramón Díaz, Manuel Belgrano, secretario.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *