GERÓNIMO LUÍS DE CABRERA SALVA A JUAN DE GARAY (19/09/1573)

JUAN DE GARAY, rodeado por aborígenes hostiles en el río Coronda, salva milagrosamente su vida, con la llegada providencial de GERÓNIMO LUIS DE CABRERA..

A los dos días de haber fundado el «Puerto San Luis de Córdoba», GERÓNIMO LUIS DE CABRERA, acompañado de sus conmilitones, había salido a recorrer la comarca, llegando hasta el asiento llamado «Omad-Coberá», no lejos del paraje  «Corinda», que hoy llamamos «Coronda».

Llevaba la misión de ir empadronando los pueblos de indígenas por allí situados, recorriendo en un bergantín y seis canoas las rancherías ribereñas del río Paraná.

Al llegar a ese sitio, el 19 de setiembre de 1573, se le opusieron los indígenas «Timbúes», que se habían convocado para rechazar el avance de la columna del capitán JUAN DE GARAY que venía desde Paraguay.

En abril de este mismo año, el gobernador del Paraguay, MARTÍN SUÁREZ DE TOLEDO, había expedido el título oficial que confería a Juan de Garay, el mando absoluto y gente para que lo secundara en su propósito de llegar al Río de la Plata, «fundar en sus márgenes un pueblo y un puerto», que sirviera de embarcaderos entre el norte y el este de estas regiones, asegurando de ese modo el tránsito, las comunicaciones y el comercio del Paraguay con el Perú y Chile y por ende, con Brasil y España.

GARAY, venía viajando desde Paraguay, al mando de un bergantín y seis canoas tripuladas con «ochenta mancebos nacidos en estas tierras», para cumplir la misión encomendada y custodiando además la carabela que conducía preso a España al ex gobernador del Paraguay, FELIPE DE CÁCERES, enviado en esa condición por su reemplazante MARTÍN SUÁREZ DE TOLEDO.

Bajaba GARAY por el río Paraná, buscando un puerto adecuado que sirviera de tránsito a «lo ya poblado y a poblarse» y recorriendo las rancherías ribereñas de ese estuario empadronando indígenas, a los efectos de las próximas encomiendas, hasta que al llegar a la boca del Carcarañá, se le ocurrió subir por el brazo del «Coronda».

A los pocos días, la flotilla, que estaba compuesta por un bergantín y seis canoas, con 40 tripulantes, se vio rodeada por innumerables botes llenos de aborígenes armados y en actitud amenazadora.

En esos momentos y ya a punto de sucumbir en manos de los indígenas, milagrosamente se presentó el conquistador GERÓNIMO LUIS DE CABRERA que con un grupo de sus hombres venía recorriendo aquellos parajes. Impuesto de la situación, CABRERA al frente de sus hombres tomo contacto con los sitiadores y los puso en fuga, liberando de este aprieto a Garay, quien pudo así más tarde, continuar su viaje hasta llegar hasta lugar donde fundó la ciudad de Santa Fé de la Vera Cruz.

Al día siguiente, GERÓNIMO LUIS DE CABRERA y JUAN DE GARAY entraron en comunicación, aunque no en contacto directo ya que CABRERA ya se había embarcado en la nave que lo trajo y GARAY permanecía en la barranca que le había servido para resistir el ataque de los indígenas.

Lamentablemente, después del episodio relatado, se suscitó entre ambos un serio conflicto respecto a la jurisdicción exclusiva en el territorio del litoral. CABRERA hizo levantar un acta de ese suceso y en ella hizo constar que a la intimación de no poblar en este paraje, GARAY contestó que así lo haría, «porque esperaba antes de muchos días muchas mercedes de su Señoría».

Y esta disputa se comprenderá, recordando que CABRERA era enviado por el Gobernador del Perú y GARAY, respondía al Adelantado en el Río de la Plata (ver Garay, Juan de).

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